Pararlo no, secarlo sí, al menos parcialmente, ya depende del agua que traiga y el viento.
Lo estamos viendo. Ayer salí de mañana, con la esperanza de que tras una semana de lluvias pudiése disfrutar de un cielo azul y con nubes de verdad. Vana esperanza, sólo había rayajos en el cielo y todo el cielo turbio, a pesar de estar 'despejado'. Pero lo más triste de todo no es el cielo en sí, es ver como la gente, por no decir ralea, sigue como si nada con sus pilinguis vidas. Deben ser unas vidas plenísimas que hace que estén muy ocupados y no se puedan dedicar a este tema menor sin importancia. En el fondo creo que les envidio.