David Brooks escribió un artículo revelador sobre el tema: La Familia Nuclear Fue un Error.
"La familia nuclear fue un error" argumenta que
la estructura familiar que se ha considerado ideal en la cultura occidental durante el último medio siglo ha resultado ser un desastre para muchos, sugiriendo la necesidad de encontrar mejores formas de convivencia.
La familia extendida, común en la historia temprana de Estados Unidos, proporcionaba resiliencia y una fuerza socializadora, con múltiples adultos enseñando a los niños y compartiendo las cargas inesperadas. Sin embargo, la industrialización y los cambios culturales comenzaron a amenazar este modo de vida, llevando a la gente a abandonar las familias extendidas en busca del sueño americano, dando paso a la familia nuclear.
La familia nuclear, que se convirtió en la forma dominante de familia en el siglo XX, parecía funcionar bien durante un tiempo.
Entre 1950 y 1965, las tasas de divorcio disminuyeron, las tasas de fertilidad aumentaron y la familia nuclear americana parecía estar en buena forma.
Sin embargo, este período fue un momento histórico anómalo, sostenido solo mientras las condiciones económicas y sociológicas apoyaban esta institución. Las mujeres estaban relegadas al hogar, y las familias nucleares estaban más conectadas entre sí, formando una especie de "familia extendida modificada".
Sin embargo, estas condiciones no duraron y la familia nuclear comenzó a desintegrarse. Desde mediados de los años 70, los salarios de los jóvenes disminuyeron, poniendo presión sobre las familias de clase trabajadora. La sociedad se volvió más individualista y orientada al yo, y un creciente movimiento feminista otorgó a las mujeres mayor libertad para vivir y trabajar como eligieran. Esto llevó a una
disminución en la estabilidad de la familia nuclear, con un aumento en las tasas de divorcio y una disminución en las tasas de matrimonio.
Hoy en día, estamos viviendo a través del cambio más rápido en la estructura familiar en la historia humana. Las causas son económicas, culturales e institucionales.
Las personas que crecen en una familia nuclear tienden a tener una mentalidad más individualista, lo que lleva a menos sacrificio por el bien de la familia y, como resultado, a más disrupción familiar. Las personas que crecen en familias disfuncionales tienen más dificultades para obtener la educación y las habilidades necesarias para mantener relaciones estables, perpetuando un ciclo de inestabilidad familiar.