Ley integral de Cannabis: Una basura de ley, cuando la ideología sectaria se opone al conocimiento
Jose María Esteban Fernández
Jose María Esteban Fernández
Colaborador Farmacéutico Comisión Europea y Consejo de Europa
Fecha de publicación: 21 de oct de 2021
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La propuesta de Ley que han presentado ciertos partidos, de nuevo es una muestra más del desconocimiento, sectarismo y estulticia de estos políticos vividores y mentirosos que tenemos en España.
Basado el razonamiento de la misma en muchas mentiras, datos ajustados a sus intereses y obviando la realidad de lo que se quiere legislar. Las contradicciones, inexactitudes y barbaridades que contiene son inmensas.
Solo se explican desde el evidente objetivo de legalizar “de facto” el cultivo, tráfico y consumo libre de una droja dañina para la salud y de efectos psicoactivos. Dando el salto mortal de querer compararla con otras drojas legales, como alcohol y tabaco (curiosamente cuando son furibundos enemigos del tabaco). Sin olvidar que alcohol y tabaco son drojas, eso sin duda. Pero, para sus intereses, “olvidando” que a diferencia del consumo del alcohol (de manera moderada y no buscando emborracharse o ya sufrir la adicción alcohólica) o del tabaco (adictivo, pero no estupefaciente), en el caso de los derivados con principios psicoactivos del
Cannabis sativa, estamos hablando de dar un uso recreativo y lúdico a sustancias psicoactivas y que en ¡en el artículo 1!, ya consagra ese empleo este proyecto de Ley. En el citado artículo declara y reconoce el valor y carácter universal, cultural, sociológico, lúdico, recreativo, medicinal, comercial e industrial de la planta ¨
Cannabis Sativa L.” en todas sus variedades. Así, sin ambages.
Por tanto un uso lúdico y recreativo es buscar los efectos psicoactivos de las sustancias presentes en ella. Es decir, que consumir derivados de
Cannabis para un uso lúdico y recreativo como se intenta legislar, es aprobar el empleo de una droja que afecta al sistema nervioso central alterando la percepción, comportamiento y demás (sin entrar en la discusión de su efecto adictivo y ser el portal de entrada para el acabar consumiendo otras muchas drojas psicoactivas).
Porque el uso del
Cannabis buscando sus efectos psicoactivos, supone que de manera inmediata se produce una afectación y alteración de la percepción y del comportamiento (cosa que el tabaco y el alcohol, en un consumo moderado, no producen).
Es alucinante que quienes deben proteger la salud pública, tengan como claro objetivo crear una sociedad al estilo de un “Mundo feliz de Aldous Huxley” y ya tengan el “soma” con el que tranquilizar a la gente: legalizar sin control médico/farmacéutico una sustancia de efecto neurofarmacológico.
Pero entremos en materia revisando lo que la asquerosoa propuesta Ley indica:
- No entro a valorar las excusas con que ese partido de caraduras y vagos utiliza para justificar la Ley. Solo con leerlo se aprecia una sarta de mentiras, uso tendencioso de los datos, un desconocimiento sobre que es el
Cannabis y su significado real en la sociedad, cultura y su forma de empleo ancestral y reciente.