Qué interesante este hilo, ya se echaba de menos. Especialmente los informados comentarios de Lord Hades.
Yo estudié un tiempo este fenómeno de Utube, y concluí que los factores esenciales del éxito en la plataforma son los siguientes:
1) Mensaje sencillo: un concepto que pueda entender un niño simple o incluso alguien de izquierdas, y que no obligue a un esfuerzo intelectual, sólo un disfrute superficial.
2) Mensaje universal: un concepto que no dependa del idioma ni la cultura, que todos puedan apreciar.
3) Mensaje empático: un concepto que apele a la empatía natural o el sentimentalismo.
4) Mensaje llamativo: un concepto que provoque el click impulsivo.
5) Mensaje continuo: un concepto que permita un suministro constante de episodios, para crear adicción.
Como ejemplo de todo esto os presento un canal que tiene 7 millones de subscriptores. ¿Qué tiene de especial?
El fulano se ha comprado un mono y dos o tres mascotas que tiene en su casa, y compone con mucho ingenio historietas con el mono Bibi y sus amigos. (Mensaje sencillo). Como son pelis mudas, no necesitan traducción (mensaje universal). Como viste al monito como un bebé, genera un estímulo empático automático (mensaje empático). Como plantea imágenes inusitadas, como un mono jugando con un pato o con un loro, llama la atención de inmediato, (mensaje llamativo). Como no se tiene que mover de su casa para producir el video a un coste ridículo, puede permitirse un suministro constante de videos que encima replica en varios canales en distintos idiomas, (mensaje continuo).
Este tiene 38 millones de visitas, y así tiene cientos. No quiero ni imaginar la pasta acumulada que hará cada mes.
Realmente, Utube es una plataforma con su propia dinámica y su propio lenguaje, y creo que lo más inteligente que se puede decir es que, si te haces rico en Utube, es porque haces videos con tanta pasión que los harías aunque no cobrases un euro por ellos.
Yo fue el primer sorprendido cuando posteé mi primer video y alcanzó 10 millones de visitas. Aquí os lo posteo para que le echéis una ojeada.