Reconozco que por el 2011 me paseaba a leer los posts que exponía en facebook Antonio Turiel. Él y JCB parecían muy conectados (ahora menos) con el tema energético y la verdad parecía que incluso, aun con exageraciones, podría no estar muy desencaminado.
Pero hay algo que me chirrió de él; su enorme error con el 2014 (que no asumió e hizo como que él ya previó esa situación de sobreabundancia petrolera) y que no daba más de un año de vida y duró (está durando) más de 7 años, pues los precios nunca más han vuelto a 100 dólares el barril, ni siquiera a 90.
Eso por un lado. Y por el otro, el excesivo recreo que hacía en cada uno de los post de su blog, que más que estudiar los datos de manera técnica, parecían desear un apocalipsis económico y energético. Literalmente hay post enteros dedicados a "hacernos ver" como será la vida (según él) y en todos ellos se barrunta un "no hay futuro", y en cuanto alguien lo contrariaba era llamado "tecno-optimista" o más fuerte aún "es que estás matando al mensajero".
Bajo mi punto de vista, Turiel es un totalitario que no acepta ningún tipo de crítica a sus teorías Malthusianas. Su verdad es la verdad y por eso cerró la sección de comentarios. Y por eso en redes solo tiene adoradores que le da la razón en todo. Ese rollo secta me sobra (en cualquier forma de pensamiento o de ideología)
Luego les pediría que fuesen consecuentes; si el mundo está a punto de caramelo para un colapso energético, supongo que todos los autores y seguidores partidarios de tal teorían ya llevan años, aprendiendo a labrar, plantar y sacar adelante producciones agrícolas de autoconsumo, viviendo sin coches o sin frigorífico ni lavadora, y no perdiendo el tiempo rezando en el desierto en internet. A no ser que el sermón Malthusiano genere otro tipo de energías monetarias.