Partiendo de la base de que no tengo ni idea de lo que va a ocurrir de aquí a mañana, reflexiono sobre distintos escenarios:
Que los jóvenes quieran invertir en Bitcoins es de risa. Los jóvenes solo quieren ganar dólares trabajando lo menos posible. No piensan en Bitcoins como una inversión, solo piensan cuántos móviles me puedo comprar con los Bitcoins que tengo.
En el momento que aparezca al dólar digital, a los grandes tenedores de Bitcoins les dirán que o tiran el precio del Bitcoin o se lo tiran por medio de regulaciones. Y se acabó la historia de Bitcoin. Todos los que proclaman hodl a los 4 vientos, serán los primeros en vender con 1 click.
Y aunque convivan Bitcoin y dinero de curso legal digital, siempre te van a meter mano por muy descentralizado que sea el exchange de criptos que manejes. En el momento que quieras materializar los Bitcoins en algo, el gobierno se va a enterar. La única alternativa que veo a los papelitos son las monedas de oro y plata. Esas te las puedes guardar en el trastero, y ahí nadie que tú no quieras te mete mano. De hecho, dónde irá todo el dinero oscuro en el momento que se empiecen a retirar los papelitos? No todos podrán blanquearlo en bancos suizos.
Sobre la rentabilidad de los metales, si la sociedad simplemente se empobrece, los metales cobran valor. En un país desarollado con 1 onza de plata puedes comer 1 día, y en un país pobre, puedes comer 1 mes. Dejaos de porcentajes, ni de S&P, que como eso pegue una leche, ya veréis la gente saltando por las ventanas.
Otra cosa es el Yuan respaldado en oro, que eso sí que no lo veo. Esa gente no suelta 1 onza de oro ni locos. Y cuando yo también pienso si el oro realmente es para viejos y que en un futuro no valdrá nada, me cuesta creer que los chinos lleven 20 años acumulando oro, y los rusos estén removiendo las tierras más hostiles de su país porque sean simples.