el gran problema no es el mal, sino la guano como tú que lo normaliza.... pronto desapareceréisMONGOL mas que mongol. Tu y el puñado de desgraciados que estais todo el rato con esa cantinela del "malote"
el gran problema no es el mal, sino la guano como tú que lo normaliza.... pronto desapareceréisMONGOL mas que mongol. Tu y el puñado de desgraciados que estais todo el rato con esa cantinela del "malote"
La cuestión de fuerza es cuestión biológica.No, es cuestión de biología también: Hormonas y esas cosas, no solo la fuerza....
Sí, en el fenómeno de los asesinos en serie en mi mensaje que citas te doy la razón, así que lee bien. Más aún, explico, de manera simplificada eso sí, la causa.No, en el fenomeno del asesinato en serie y el asesino en masa, los blancos, y mas en concretamente los heterosexuales, son los que se llevan la palma. A nivel mundial. La comparativa entre paises de mayoría blanca y paises de otras etnias, es irrefutable. Europa y USA ganan por goleada a paises como Japón o Indonesia. Para una estadistica de asesinos en serie a nivel occidental, vease: Hijos de Caín: Una historia de los asesinos en serie y "La mente criminal", vease también "sensual Homicide: Patterns and motives" de Ressler y Douglas. Para una estadística de asesinos en serie en España, vease "Asesinos en serie españoles", del psiquiatra LLuis Roca.
No solo es cuestión de fuerza, es cuestión de hormonas, que afectan al comportamiento (por ejemplo, la testosterona). En fin, no lo digo yo, lo dice un reconocido neurofisiologo (la ciencia es tozuda):La cuestión de fuerza es cuestión biológica.
Si la mujer tuviera la fuerza de nosotros, maltrataría y mataría exactamente igual que nosotros. ¿Hay que legislar para intentar igualarnos mediante la ley? ¿legislamos también para igualarnos con los ancianos y los bebés? ¿Y para igualar a los enclenques y los forzudos? también habría que legislar para eso.
A ver tío, ¿de verdad eres así o estas haciendo un personaje? ¿eres pagado por alguien o estás defendiendo algún partido político?
Es que tenía un platanón irresistibleLos vecinos de la chica rociada con ácido: «No sé cómo pudo ir a conocerlo»
A pesar de que tanto medios de comunicación como la come platanos de PIT han obviado que era jovenlandés, es jovenlandés.
Esto pasa por irse con bárbaros porque queda muy progre ir con Jovenlandeses y nigas y luego pasa lo que pasa.
En España estos jovenlandeses y nigas han encontrado el paraíso y sin inmolarse oiga.
Sin quitarte la razón, añado la opción de que incrustar el concepto de "príncipe" en ese artículo se puede deber a la demonización del eros romántico que caracteriza en parte el discurso y proceder del feminismo."Era un príncipe de tez oscura nacido en 1994, que enamoró a la bella chica de Casabermeja."
" Tiene un 45 por ciento de su cuerpo quemado, con las vías respiratorias abrasadas, así como la cara y gran parte de su cuerpo. «Ha perdido un ojo», señalaba una vecina, que lamentaba el estado en el que quedará recordando lo «guapa que era». "
Un príncipe de tez oscura.....y esto es lo que está consiguiendo la sociedad, que por tener un determinado tonalidad de piel los consideren príncipes, cuando la realidad es que vienen de paises donde la mujer es un objeto propiedad del varón y luego cuando pasan estas cosas se sorprenden. Pero claro, lo bien que queda hablar de integración en el grupo de amig@s y criticar a quienes no hacen lo mismo. Ahora por juntarse con este "príncipe de tez oscura" con múltiples antecedentes, esta pobre mujer tendrá desfigurada su cara para el resto de sus dias y ha perdido un ojo. Lo más curioso es cuando a los propios afectados por casos de esta índole los ves en los medios pidiendo que no juzguen a todos los que están en situaciones similares por unos "pocos" casos aislados.
que si, que si . tarado de las pelotasel gran problema no es el mal, sino la guano como tú que lo normaliza.... pronto desapareceréis
Insisto.
Basta ver que la mayoría de niños y ancianos dependientes, mueren a manos de mujeres.Ya te lo digo yo: porque los hombres somos más fuertes; es simplemente una cuestión de fuerza, no de intenciones.