Vaya, las veces que he estado en el notario se ha sentado, ha pedido los carnés, ha sacado un papel que han redatado otros, lo ha leído a la velocidad de Antonio Ozores puesto de tripi, ha firmado, se ha levantado y se ha ido.
Un excelente trabajo, vital para todos, que crea una riqueza incalculable.
Son un bastión importante, elitista, de acuerdo, no todo el mundo llega ahí, acepto burbuja como submarino atómico ruso, pero están ahí por algo.
No digo en absoluto que sea fácil llegar, todo lo contrario. Me parece un camino acojonantemente sacrificado. Lo cual aún lo hace más absurdo, porque la inmensa mayoría no llegarán y destrozarán sus vidas y probablemente sus cabezas, lo que es una pérdida global estulta.
No deja de ser como hacer 200km andando de rodillas. Que sea duro y que lo consigan poco no significa que valga para mucho.
Al menos yo no juzgo a estos chavales, que han jugado con las reglas que les han puesto y les ha tocado la lotería, después (por supuesto...) de que con su esfuerzo hayan comprado muchísimos billetes, que no es regalado.
Pero es que nada tiene sentido.