Es muy cierto que las obras pueden envanecer a quien las hace pensando en hacer méritos, pues pensando en ellos uno no está en el Padre sino que se ubica frente al Padre exigiéndole su recompensa. Si uno actúa en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, no actúa en su propio nombre y de alguna manera se quita de en medio y se aparta de la tentación de puntarse en falso esos méritos. Unos buscan acallar su "ego" y otros procuramos ponerlo a Su servicio. Son dos formas de abordar la "densidad" del ser: la una negándola y la otra elevándola a las manos del Padre, como esa cruz que dijo que tomáramos y luego que lo siguiéramos.
La mayor guerra que sufrimos y la que más desgracias nos acarrea en la vida, es la del espíritu: un querer que se enfrenta al deber; una ilusión pasajera que consume nuestra esperanza al tiempo que esperamos ser mejores otro día...
Cristo les reprocha a sus discípulos que no tengan suficiente Fe a pesar de lo que han visto, es decir, a pesar de sus obras. De alguna manera solicita de nosotros nuestra confianza aunque no "veamos" pero tampoco se cierra obstinadamente a que tengamos Fe por el valor testimonial de la nobleza de un corazón que no exige nada más. Le permite a Tomás tocar sus llagas. Sabe de nuestra condición mejor que nosotros mismos.
La dialéctica Fe vs obras nos pone en los albores de las destrucción del Reino. Tras esa disputa, presuntuosa a pesar de la cortedad del entendimiento que exhibe, vinieron todas las demás que parecen procurar lo químicamente puro en detrimento de la realidad y de la vida. LA Fe sin obras es mera ilusión adaptada al espíritu soberbio que procura explicarse a sí mismo como un producto circunstancial que no es libre y por tanto tampoco responsable. Las obras en nombre propio son el fruto del espíritu soberbio que se pone ante el Padre reclamándole los suyo.
Una Fe verdadera modifica nuestro corazón que es la fuente de nuestras obras, pero sin esas obras que son fruto de un corazón con Fe y Esperanza, nuestro corazón deja de tomar conciencia de los efectos de la Fe y ésta muere, languidece, entre aclamaciones grandilocuentes que busca la justificación al margen del Padre, a quien nada deben porque ya han sido elegidos y salvados...
"Y" vs "o", el "et" católico frente al "aut" protestante; la suma frente a la división, la Verdad integradora frente a la verdad sectaria. Fe y obras frente a Fe "aut" obras...