Esas son algunas de las ventajas.
Hace más de 5 años que trabajo sin pisar una oficina. Al principio es perfecto, como todo. Pero es necesario esforzarse en tener una buena disciplina porque, si no, te relajas demasiado. Podrías pasar días sin salir de casa, vistiendo la misma ropa, perdiendo algo el aseo personal, comiendo cualquier porquería. Luego, comenzáis a notar que, si la hora de entrada a la oficina es 8:00h, podrías despertarte a las 7:55h y encender la máquina, lo que sería como decir "presente". Mientras te preparas el desayuno, haces tu rutina matinal y 8:30-8:45h comienza el trabajo de verdad.
Empiezas a sospechar que tus compañeros hacen lo mismo. Sobre todo porque nadie responde tus mensajes antes de las 9h. Incluso el jefe, que organiza las reuniones a las 11h, para que "estemos todos". Entonces te relajas un poco más.
Tu escritorio es un desastre, es el mismo lugar donde desayunas, almuerzas, meriendas, cenas, trabajas, navegas por internet, etc. Pronto sentirás que es como un calabozo, y que tu rutina es: cama-escritorio-baño-escritorio-baño-cama. Excepto los fines de semana, que haces cualquier cosa que te mantenga alejado de la casa, a la que ya aborreces.
Siempre fui un buen trabajador, responsable y proactivo, porque no me gusta tener a nadie vigilando si estoy haciendo mis tareas o no. Pero a los 5-6 meses de teletrabajar sentía tendencias a relajarme demasiado, como describo arriba. Tuve que esforzarme mucho, armarme cronogramas y establecerme métodos que permitan mantener la disciplina. Por ejemplo, cada día a la hora de inicio (8h), me conecto y saludo a todo el equipo. Esto me obliga a estar realmente a esa hora, para poder mantener esa rutina. Lo mismo al terminar el día, saludo a todos hasta mañana.
Pero aún así la procrastinación es una enemiga, y la internet otra. Siendo que ambas se potencian, y que internet es parte del teletrabajo, siempre esta la distracción latente. Si te dejas llevar luego significa trabajar hasta tarde para compensar.
He llegado a extrañar estar en una oficina. El contacto humano es importante. Y con colegas también lo es. Ya que charlas casuales de pasillo o durante la hora de almuerzo permiten crecer profesionalmente, te enteras de alguna nueva tecnología, alguna nueva práctica, o tenés la posibilidad de enseñarle a alguien también, o discutir puntos de vista. Estas cosas no fluyen tanto por chat/skype. No es lo mismo.
Yo solía ser el referente técnico y que siempre tenía las novedades cuando trabajaba en la oficina. Pero trabajando desde casa me dedico mucho más a proyectos personales que no tienen nada que ver con el trabajo, todo lo relativo al trabajo se convierte en algo más y más distante. Algo que sólo interesa de 8 a 17h, de lunes a viernes, ya que el resto del tiempo, como mencioné antes, querés alejarte del escritorio a toda costa.
Lo ideal es ir al menos 2 días a la semana a una oficina.
No lo hago porque no volvería a trabajar en mi vida para una empresa argentina. Sigo freelance y me conformo con lo que hay. El coworking es un término medio que también ayuda. En definitiva: cualquier ámbito donde uno pueda encontrarse con más gente del rubro, o gente con ideas y que te lleve a sacar lo mejor de vos.