ESCENARIO 1
La epidemia es un fake: o bien es falsa, o bien ha sido artificialmente exagerada.
Consecuencias: dado que este escenario no es posible sin la colaboración de decenas de países, multinacionales y organismos internacionales, estaríamos ante un plan de alcance mundial con cientos de miles de implicados que, al margen de sus intenciones, saben perfectamente que esto supondrá una hecatombe económica. En conclusión, estamos dolidos.
ESCENARIO 2
La epidemia y su nivel de amenaza son reales o, al menos, las autoridades políticas, sanitarias y empresariales lo perciben como real. Este escenario se bifurca en dos:
ESCENARIO 2A: se intenta atajar la propagación con medidas draconianas, en plan China, Irán o Italia. Estas medidas, para que sean efectivas, tendrán un impcato bestial sobre múltiples sectores de la economía, empezando por el gasto sanitario y terminando por el turismo, pasando por la interrupción en los servicios de transporte y logística, y paralización de actividad industrial. En conclusión, estamos dolidos.
ESCENARIO 2B: se decide que, como no podemos hacer frente al coste de las medidas de contención, no se hace nada y que pase lo que tenga que pasar. Si acaso, se harán esfuerzos en ocultar los daños reales de la epidemia y mitigar los conatos de pánico. No obstante, al ser una amenaza real, causará daños mucho mayores entre la población, y finalmente acabará afectando al tejido productivo y sistema sanitario. La esperanza de los gobiernos es que el coste sea menor que en el 2A. En conclusión, estamos dolidos.
Los escenarios 2A y 2B también se pueden derivar del escenario 1. La diferencia es que en el caso 2, ambos escenarios son "reales", mientras que en el 1 son mera fachada, dado que el objetivo sería un cambio de sistema.
En caso de ser cierto el escenario 2, los gobiernos nacionales deberán elegir entre el 2A y el 2B, y lo harán en función de múltiples factores, pero el decisivo será su capacidad de afrontar el 2A. Por ejemplo, Indonesia (4º país más poblado del mundo, ojo) ya ha dejado claro que no va a hacer pruebas ni tomar medidas. Simplemente, no se lo puede permitir. Lo mismo ocurrirá con casi toda el África subsahariana, y buena parte de Latinoamérica. Los gobiernos occidentales se ven más comprometidos a implementar el 2A. España creo que todavía lo está decidiendo.
Pero si os fijáis, en ningún caso me meto a analizar lo que hay detrás. No voy a perder el tiempo en discusiones estériles sobre el sesso de los ángeles, la zoonosis del pangolín o los chemtrails de bioarmas. No me hace falta. Porque la consecuencia última y común a todos los escenarios es la misma: estamos dolidos.