PROARI@ JUSTA Y LEGAL
PVRA SANGRE DISIDENTE. LOBA QUE CAZA DELINCUENTES!
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veo que una tal viernes te ha dado bien y yo que LO CELEBRO LAS cosaS DEL PP A SUELDO EN EL FORO , REVENTADAS POR MUJERES JJOJOOJOJ no soy ella ni me caduca esa fecha , que te joroben FURULLO DE meretriz poco agraciado SIN PADRE CONOCIDO!Me has hecho llorar fruta españolita, llamada Viernes. Y eso que te caducaba el DNI ESPAÑOL el 9 de nuvembra del 2014'''
Se acabó el 'somriure'
COLUMNA DESVIADA
Jordi Turull, despedido entre lágrimas ante la sede del Tribunal Supremo, en Madrid. Detrás de él, su mujer, Blanca Bragulat.GTRES
Sonrisas y lagrimas.cat
Adeu fruta, eres guano y sarama. No vales nada.
A Aznar y compañía no se le metieron tres millones de pagapensiones. Aznar y compañía dejaron pasar a tres millones de pagapensiones, y luego pretendieron mantenerlos en un limbo legal donde siguieran siendo fáciles de explotar y, en caso necesario, reprimir. Ya se sabe que para ellos, eso de los derechos ciudadanos, sociales y laborales es materia comunista e indeseable, y como todavía no se los pueden quitar a los de aquí (no del todo), ni de coña se los querían otorgar a los de allá. ¿Estropear el chollo? ¡Amos, anda!
El resultado era peligrosísimo: una masa sin apenas integrar, de número y configuración desconocidos, reventando a la baja el mercado laboral y social español: exactamente lo que se pretendía. Ahora costará muchos años rehacer lo destrozado, pero el primer paso se ha dado: la regularización.
Discutiremos más adelante, porque lo discutiremos, si toda esta gente hacía falta, si hacen falta más o menos y cómo fue el método para hacer que entraran en España. Lo evidente es que, metidos de mala manera y con nocturnidad y alevosía, constituía una ofensa económica, una lacra social y una inmundicia jovenlandesal mantenerlos sin papeles. Pero, ¿de qué sorprenderse? Esta es la manera de hacer las cosas de los chicos de Aznar y Rouco Varela, para quienes lo importante, en el fondo, en el fondo, no es si eres afeminado, sino si se te nota o no; o sea, ir a la suya, cerrar los ojos ante la realidad y encarcelar sus consecuencias.
