El tema es un poco la visión de fondo que tiene cada uno... por ejemplo, yo pienso que la OTAN tiene los días contados. ¿Has visto la nueva alianza militar en la que nos metió Pedro Sanchez? parece que coincide todo, el distanciamiento de EEUU con Europa (y el ponerse tocacojones con la OTAN, preparando el terreno), el surgimiento de una nueva alianza militar... y frente a esta alianza militar, seguramente surja un bloque análogo formado por los paises de Europa en los que el nacionalismo está triunfando. En este contexto, EEUU ya tendría la excusa y estaría libre de pies y manos para abandonar la OTAN. ¿Por qué?
Porque lo que creo que se busca con todo esta promoción de Vox es crear un ambiente pre-belico parecido al del resto de Europa, que coincida con los dos bloques que he mencionado, y una vez que esté todo dispuesto, con la ayudita de algunos false flag como el de christchurch del otro día y poco más podremos empezar a matarnos entre progres y nacionalistas, y EEUU y la judiada podrán vendernos su ayuda y apostar por el bando vencedor cuando la cosa esté más o menos clara, repitiendo la jugadita que tan bien les ha salido las dos otras veces. Todo esto lo veo en el marco del problema con China, pero no hace falta irse tan lejos.
¿Las opciones desde mi punto de vista cuales son? o dejar que todo siga su curso con el progrerío, en cuyo caso por una parte van a desmembrar nuestro país y por otra van a apoyar de cabeza "la lucha contra el fascismo" del otro bloque europeo, o votar a Vox, en cuyo caso tendremos un conflicto interno que ya veremos cómo se salda, seguramente con sangre.
El camino es incierto y está lleno de sangre elijamos lo que elijamos, pero de las dos posibles opciones, la única en la que podemos de alguna manera recuperar nuestra soberanía cuando EEUU se desentienda de la OTAN es aquella en la que en España resurge un bando nacional, y eso desde mi punto de vista pasa por impulsar a Vox, no como el fin sino como el medio que nos puede llevar a ese estadio como sociedad en el que tendremos la posibilidad (que no la certeza) de recuperar lo que es nuestro.