Para el que aboga por la privatización de los hospitales (eso sí que podamos acudir con nuestro seguro público) es decir hospitales privados concertados, decirle que en A Coruña donde yo vivo, la mala fama que los hospitales privados concertados tienen hace que cuando un paciente no tiene cama en el hospital público y es derivado al privado, los intestinos se le retuercen de impotencia. E independientemente de la mala fama, razones no les faltan, sé de lo que hablo porque conozco bastante bien la sanidad aquí como profesional y he visto y escuchado demasiadas cosas para huir despavorido de los hospitales concertados, donde el principio de rentabilidad económica está por encima de cualquier otro. La rentabilidad es buscada a costa de sueldos perversoss de sus escaso personal profesional (una enfermera diplomada en un hospital concertado de A Coruña gana lo mismo que una cajera del Carrefour, no llega a los 800 euros con lo ya os podeis imaginar la motivación que puede derivar de su frustración), y ejemplos como el de usar la misma quitagrapas desechable con todos los pacientes de la mañana, hay a patadas, no en vano el índice de infecciones nosocomiales (infecciones intrahospitalarias) es pavorosamente más alto en los hospitales concertados. Por otra parte en los hospitales concertados, los médicos para conseguir obtetivos de productividad económica (eso sí a costa de las arcas públicas) solicitan más pruebas que nadie aún sin ser necesarias (cuanto más caras mejor) y prolongan las estancias de los pacientes más tiempo de lo objetivamente necesario. Que bien dirán algunos, cuantas más pruebas mejor, sí claro si no te importa que irradien innecesariamente (es poco probable pero posible que una simple radiografía puede producirte cancer), y en cuanto a estar más tiempo del necesario ingresado, pues es directamente proporcional a la posiblidad de contraer una infección nosocomial.
En fín que cuanto más conoces el mundo hospitalario, más lo rehuyes como paciente, pero desde luego infinitamente más rehuyes esos hospitales privados concertados. Por no hablar de las fundaciones públicas (financiación pública directa y gestión privada) donde para demostrar objetivos y ahorrarse dinero derivan al hospital público los pacientes de peor pronóstico y larga duración, y tras una interveción reducen precozmente los tiempos de estancia hospitalaria encontrándose el paciente luego con el pastel en casa con demasiada fecuencia.
En fín el tema de la sanidad es un tema bastante delicado, donde los principios de negocio no pueden estar por encima de todos los demás principios. La sanidad pública tiene sus limitaciones (si la quieres agil y excelente (donde además sus profesionales están siempre bien retribuidos) tendrás que ser millonario para acudir a ella y por supuesto será privada, véase Rocio Jurado, y ni aún así hace milagros).