No lo entendéis,
Las mujeres tienen una ventana temporal muy restringida. Aquella donde pueden influir a terceros. Digamos, siendo políticamente correcto y sin que me tenga asistir un abogado, entre los 18 y los 35 años.
En esa ventana temporal tienen que luchar denodadamente entre ellas para conseguir un macho viable para poder criar a su progénie. No es tanto tiempo. Y la competitividad es alta. Si se gastan todo su presupuesto en tal empeño no lo ven como un gasto, lo ven como una inversión.
Es por ello que en esa ventana temporal, mucho antes incluso, hacen gala de unas actitudes que atraen y repelen en igual medida: Porque no pueden resultar indiferentes. Les va la supervivencia de sus genes en ello.
No hay nada más patético que un chaval de 14 años intentando impresionar a una chavala de su edad. Bueno sí, cuando la Naturaleza se venga pasada la treintena y las tornas se giran con risitas nerviosas de ellas al notar que se les acaba el tiempo.
Siempre les queda la opción de formarse, capacitarse y ser económicamente independientes. jorobar. Esas son las mejores. Porque pudiendo tirar de encanto se esfuerzan por valer por si mismas.
Las demás, las que buscan caprichitos porque todavía no sostienen lápices, las que su ideal de trabajo es doblar jerseys en un Berska o servir copas con mirada displicente... Esas, esas que las aguante otro. Que esas tipas son pasar los 40 y ser carne de antidepresivo.
A los jóvenes de hoy les digo que están de enhorabuena. En épocas de crisis en seguida se puede intuir el interés real o ficticio de una fémina. Huyan de las interesadas, huyan de las no constantes. Pueden resultar hermosas pero nada más que hermosura pueden ofrecer y eso, al final, no es más que un asset que se deprecia.
Por último un consejo de burbujista veterano: Haz sentir inteligente a la mujer hermosa y hermosa a la inteligente. Esa será la clave de una relación duradera.