Desde luego solo merece la pena la estabilidad y la continuidad si la situacion es buena, en caso contrario la estabilidad en el desastre y la continuidad del mismo son mas bien fatales. Asi una monarquia en el UK o en los paises nordicos, que son todos ellos paises que funcionan bien puede ser una buena solucion. En lugares mas atormentados ya no lo tengo tan claro.
Y es que en este mundo no hay soluciones universales, por mucho que los simplistas se pirren por ellas.
Este es un argumento que veo repetido en muchos contextos diferentes, y que creo que contiene un error grave, y voy a tratar de argumentarlo con un poco de detalle.
En la Creación existen entidades con ser propio, y luego otras que están compuestas por un conjunto de las primeras, relacionadas de diversas formas. Por ejemplo, una piedra está formada por un conjunto de partículas subatómicas. La piedra en sí no tiene existencia permanente, ya que puede ser destruida, pero sus componentes más básicos sí existen para siempre. También existen "partículas básicas" no físicas, "ideales", que son la materia prima del intelecto o de cualquier construcción no material como una sociedad. Así, una sociedad tendrá, por ejemplo, los atributos/partículas de "justicia" o "injusticia", "estabilidad" o "inestabilidad", "igualdad" o "desigualdad", "prosperidad" o "pobreza", etc.
Cuando hablamos de Dios le asociamos, por definición, atributos como justicia, omnisciencia, misericordia o abundancia. De este modo, todo aquello que exista y sea justo (una persona, una sociedad, una ley) está vinculado con Dios, y todo lo que sea injusto, no lo está, y así con el resto de los atributos divinos. Y estos atributos, y esto es lo crucial, se asocian a la Vida, y el defecto de los atributos divinos, a la muerte. Esta es la esencia del Dios cristiano, el Dios de la vida, y esto es lo que otras religiones, incluyendo las basadas en la Biblia, no recogen adecuadamente, mezclando elementos de muerte en su comprensión de Dios. Jesucristo nos muestra cómo vivir sin pecado y, de este modo, cómo la muerte solo es aparente porque lo que no contiene muerte no puede morir. Por esto, Jesucristo "murió", para resucitar al tercer día.
Todo esto es respuesta a la idea de que la estabilidad es buena solo en determinadas circunstancias. La estabilidad está vinculada con la existencia, y por tanto es necesaria en cualquier cosa que haya de perdurar. Sin estabilidad, se llega a la muerte y de entre los restos emergerán creaciones/criaturas distintas. Habrá quien argumente que ciertas sociedades son perversas y han de ser destruidas para que aparezcan otras mejores. El problema aquí está en la soberbia tan característica del ser humano, que juzga desde su incapacidad como si fuera omnisciente. Se define qué es el bien sin tener una perspectiva amplia de las cosas (por ejemplo, se asocia "igualdad" a "bien" o "aborto" a "bien" por medio de asociarlo a "derecho" y por tanto a "justicia"), y se hace el mal para conseguir este falso bien, por ejemplo, forzando la inestabilidad que, como antes he explicado, está asociada a la muerte. La sociedad actual, demócrata, igualitarista, relativista, asesina, hedonista y materialista está asociada al mal y a la muerte en muchos puntos, y por esto la gran crisis que estamos viviendo, que se viene fraguando desde hace décadas.
El otro punto de vista, alejado de la soberbia, es el que considera a Dios como rector sabio. Lo que existe, entonces, existe por una razón. Una sociedad, por muchos males que la aquejen, existe en este momento. La opción correcta de las fuerzas que trabajan por la vida es preservar lo bueno (su existencia, su estabilidad, etc) y trabajar para adecuar el resto de sus atributos (leyes, usos, costumbres, etc) al orden natural y, por tanto, al bien y la armonía. No se puede apagar un fuego con más fuego, y no se puede ir a la guerra por la paz, y tampoco se puede trabajar por la vida provocando caos e inestabilidad. Al igual que un médico diagnostica la enfermedad y busca cómo erradicarla (y no mata al individuo enfermo para dejar sitio a otro distinto), se trata de identificar qué cosas no funcionan en nuestra sociedad (por ejemplo, la democracia) y reemplazarlas, para alcanzar la curación. Sin embargo, a diferencia de lo que defienden tantos instigadores del caos y la revuelta sangrienta, no se han de emplear malos medios para conseguir cambiar lo malo, porque estos malos medios preservan el mal, y lo que nazca tras la revolución contendrá tanto o más mal que lo que ya tenemos.
Por tanto, si se reconoce que la monarquía proporciona estabilidad a la sociedad, entonces es una solución buena. Se puede discutir qué características ha de tener una buena monarquía (por ejemplo, que el rey haya de abdicar cuando pierda la capacidad de ejercer su papel, o qué comportamientos inmorales no son aceptables en vista de su rol de referente social, o cómo ha de funcionar la sucesión), pero esto es otra cuestión.