Mi_casa_es_tu_casa
Madmaxista
Saludos a todos los foreros.
No sabía si explicarlo a callármelo pero me he dado cuenta de que lo que me ha pasado esta mañana no me lo podía guardar sólo para mí. Y no tanto porque pensase que debía exponerlo en mi foro preferido, para haceros conscientes del nivel en el que estamos, sino porque, personalmente, lo necesitaba. Había algo en mi interior que no me permitía quedármelo dentro, porque me estaba empezando a hacer un gran daño interior.
Perdonad que lo explique rápido pero es que todavía estoy nervioso.
Resulta que esta mañana paso por una oficina de un conocido banco para recoger unas sartenes de regalo que te dan por una promoción al ingreso un depósito, vale? Es un regalo que le quiero hacer a mi madre.
Total, que entro en la oficina y sólo hay una persona delante mío frente al empleado. Además hay un segurata en la puerta, un sudamericano indígena que al entrar me mira de arriba a abajo... Vale? Pero en una mesa de al lado veo a una pareja con su bebé en un carricoche hablando con otro empleado de banca en una mesa. Como no están en una oficina aparte, se les oye todo y, claro, como casi no había nadie era inevitable seguir la conversación sin ruidos.
Bueno, ni que decir tiene que lo primero que me llamó la atención de esta pareja era la vestimenta del marido. Venía con el mono de la obra, todo manchado. Debía tener unos 30 años, gordete, lampiño y por la forma de hablar bastante paletote y brusco. Resulta curioso, pero sólo por el volumen de su voz ya se notaba que las oficinas no estaban hechas para él. Hablaba con el empleado, en la misma mesa, como si se tratase de su capataz al otro lado de la obra! Menudo energúmeno!!
A su mujer la conozcía de vista. Se llama Nati y es pescadera. Lo sé porque a veces he ido a comprar al puesto y me la encontraba. Yo conozco a la dueña de la pescadería desde hace muchos años y últimamente me venía diciendo lo mismo:
"Mi_casa_es_tu_casa, desde hace algunos meses vendemos pocas merluzas y muchas sardinas! Y si vendiésemo raspas, raspas que se comprarían. Está todo muy mal! No sé si al final tendremos que cerrar!" jorobar, qué lástima, yo sobre todo le compraba sepias. Para que digan que no hay crisis.
Bueno, pues ya os adelanto, por el conversación, que la pescadería cerró, la dueña está buscando montar otro negocio (me dijo algo de una condonería porque ahora las parejas ya no quieren tener hijos... pero no estoy seguro).
Pues bueno, la pobre pareja le estaba diciendo al empleado que ya no podían pagar la hipoteca porque la Nati se había quedado sin empleo y la cuota les había subido de 800 a 1100€, que era más o menos lo que cobraba él. Buah! Menudo problemón! A mí no me extrañó porque en los diarios ya había salido esta noticia de la jovenlandesesidad... Total que el pobre hombre le pedía más años al empleado para pagar... el cual contestaba: "No podemos ampliarme el plazo a más de 50 años, lo siento". Esta gente compró una vivienda como la mía hará unos dos años... por unos 240.000 aprox.
Total que la Nati le dice al empleado: "Por favor no nos diga eso, que no le podemos pagar!". Y el empleado: "Lo siento pero creame que no le podemos ampliar el tiempo, son órdenes de arriba". Y el marido, visiblemente agitado: "Pero vamos a ver, qué alternativa nos da!". Y el empleado le suelta: "Vive alguno de sus padres cerca?"
Bueno, yo, cuando oí la sugerencia ya sabía por dónde iba a tirar, madre mía me temía lo peor. Además reparé en ese momento en otro detalle! Resulta que, justo detrás del empleado que hacía de cajero, había una oficina con dos tipos dentro... me fijé entre las regletas de la persiana, justo detrás del cristal y pude ver... que se estaban partiendo el trastero!! Pero así os lo digo!! No los oía reir pero entre las regletas se veían las figuras perfectamente, como si de una striptease se tratase!! Incluso uno de ellos se acercó al quicio de la puerta y pude ver, por la corbata y los pantalones... que era un pavo del Tecnocasa de al lado, al que conozco de vista porque a veces se poner a regalar pan en la panedería de al lado!! Se llevaba las manos a la boca para que no fuese oído mientras se descojonaba y hacía movimientos espasmódicos en pleno ataque de risa mientras desde dentro señalaba con el dedo hacia la pareja sin ser visto por ellos, pero sí por mí que le miraba de reojo. El otro sí que era un empleado del banco, y el pavo estaba pero que prácticamente retorciendose de risa sobre la mesa de ese despacho interior! Os lo juro, me quedé helado!! Me alegré de que no se diesen cuenta de que me estaba quedando con la copla, ya que la situación hubiese sido muy desagradable.
Aquellos individuos se estaban cachondeando de la situación financiera de estos pepitos!!
Total, que el energúmeno contesta al empleado:
-"Sí, los padres de mi señora, por qué?"
-"Lo digo porque podrían dejar su vivienda en alquiler y vivir con sus padres"
Buahhh! Aquello me dolío un huevo!! Cómo era capaz de decirle eso al hombre delante de su mujer y su criatura! La Nati comenzó a sollozar, y suelta: "Ay, Josete!, como le voy a decir esto yo a mis padres!!!". El hombre, nervioso ante los gritos de la mujer, se muestra visiblemente excitado y coge al empleado por la corbata... "Pero qué narices me estás diciendo!!!!" Y el empleado, todo rojo, desde luego no se esperaba la reacción de Josete, no se le ocurre otra cosa que soltar: "Latinoamericano, socorro!!!". Entonces se adelanta el segurata e intenta poner orden: "Señor señor qué hace",jorobar, pero con tan mala pata que golpea con la rodilla el carrito del bébe en el momento de acercarse a la mesa. Entonces la Nati empieza a gritar todavía más: "Mi niño!!! Que se cae!!!!". Era mentira, sólo le había dado un golpe al carrito pero la tía estaba tan nerviosa que miraba al niño como si hubiese tenido una muerte subita de esas... Yo me quedé cohibido, los de la oficina interior ya no estaban tan de coña, al menos durante esos instantes, el Josete se tranquilizó, pero aún excitado le grita al empleado...
"Es que nunca me dijísteis que iba a subir tanto!!!" El empleado, ya pasó de contestarle, estaba acojonado, ajustándose el nudo de la corbata. Mientras Latinoamericano intentaba calmar a Josete: “Acompañene a la salida, por favor”. La mujer ya había sacado el pañuelo y, para colmo, el niño del carricoche se había puesto a llorar, probablemente a causa de tanto revuelo y sufrimiento que había detectado a su alrededor...
Finalmente, aunque contrariado, el Sr. Josete y Nati salieron de la entidad, momento que aprovecharon los dos que estaban partiéndose la caja en el interior. Yo estaba flipando, pero ahí no acabo la cosa, lo que oí a continuación me acabo de confirmar lo que pensaba. Sale del interior el de Tecnocasa. Por lo que recuerdo dijeron algo así como ésto:
-Vaya marrón no Pepe?
-Uf! Qué mal lo he pasado!
-Con este zopete me gané yo 9.000€ limpios, menudo pardillo!
-Ya está bien que nos envíes clientes pero macho, si tengo que aguantar a más de éstos.... no sé si podré. Antes de ayer otro, y la semana pasada dos más... Estoy hasta los mismísmos narices!! Si no fuera por Latinoamericano- y comienza golpearle en la espalda amistosamente. Latinoamericano miraba hacia el suelo con aparente satisfacción, aunque estaba claro que aquél pobre hombre cobraba el mínimo interprofesional, fijo.
El que estaba junto al de Tecnocasa en el interior aún no podía contener la risa, seguía partiendose el trastero sobre la mesa:
-De qué ríes todavía tío? –pregunta el de Tecnocasa.
-Jajajaja, pues que si se ponen así al 4.1%, ya verás cómo se pondrán cuando llegue al 5.25% de mediados del año que viene, lo que nos dice la circular de la semana.
Y se echaron todos unas risas de narices!! La verdad es que me ignoraron por completo, seguramente porque no soy cliente asiduo y, por tanto, sabían que no les iba a pedir explicaciones. Eso, al menos, pensé yo.
El empleado que atendía el mostrador, que había mantenido la compostura en todo momento, me alargó las dos sartenes. Me vinieron ganas de arrear con ellas a cada uno de esos iluso que se ríen del sufrimiento ajeno, pero estaba tan impactado por lo que había pasado que fui incapaz de reaccionar. Yo cogí mis sartenes y me piré a casa. Eso sí, al salir de la oficina, franqueado el paso de Latinoamericano, me encontré a la pareja en el exterior. Decidí no dirigirme a ellos, porque tenía todavía presente la escena del restaurante el fin de semana pasado. Pero ví que la Nati estaba hablando por el móvil y las últimas palabras que oí mientras me dirigía a casa fueron: “Mamá... ves preparando mi habitación...”
jorobar, menos mal, ya lo he echado. Perdonad por el rollo, pero lo necesitaba Ahora os pregunto, ¿pensáis que esto va a pasar más? Yo, después de lo del restaurante, lo del Carrefour, lo de Elena y esto me temo lo peor...
Un saludo.
No sabía si explicarlo a callármelo pero me he dado cuenta de que lo que me ha pasado esta mañana no me lo podía guardar sólo para mí. Y no tanto porque pensase que debía exponerlo en mi foro preferido, para haceros conscientes del nivel en el que estamos, sino porque, personalmente, lo necesitaba. Había algo en mi interior que no me permitía quedármelo dentro, porque me estaba empezando a hacer un gran daño interior.
Perdonad que lo explique rápido pero es que todavía estoy nervioso.
Resulta que esta mañana paso por una oficina de un conocido banco para recoger unas sartenes de regalo que te dan por una promoción al ingreso un depósito, vale? Es un regalo que le quiero hacer a mi madre.
Total, que entro en la oficina y sólo hay una persona delante mío frente al empleado. Además hay un segurata en la puerta, un sudamericano indígena que al entrar me mira de arriba a abajo... Vale? Pero en una mesa de al lado veo a una pareja con su bebé en un carricoche hablando con otro empleado de banca en una mesa. Como no están en una oficina aparte, se les oye todo y, claro, como casi no había nadie era inevitable seguir la conversación sin ruidos.
Bueno, ni que decir tiene que lo primero que me llamó la atención de esta pareja era la vestimenta del marido. Venía con el mono de la obra, todo manchado. Debía tener unos 30 años, gordete, lampiño y por la forma de hablar bastante paletote y brusco. Resulta curioso, pero sólo por el volumen de su voz ya se notaba que las oficinas no estaban hechas para él. Hablaba con el empleado, en la misma mesa, como si se tratase de su capataz al otro lado de la obra! Menudo energúmeno!!
A su mujer la conozcía de vista. Se llama Nati y es pescadera. Lo sé porque a veces he ido a comprar al puesto y me la encontraba. Yo conozco a la dueña de la pescadería desde hace muchos años y últimamente me venía diciendo lo mismo:
"Mi_casa_es_tu_casa, desde hace algunos meses vendemos pocas merluzas y muchas sardinas! Y si vendiésemo raspas, raspas que se comprarían. Está todo muy mal! No sé si al final tendremos que cerrar!" jorobar, qué lástima, yo sobre todo le compraba sepias. Para que digan que no hay crisis.
Bueno, pues ya os adelanto, por el conversación, que la pescadería cerró, la dueña está buscando montar otro negocio (me dijo algo de una condonería porque ahora las parejas ya no quieren tener hijos... pero no estoy seguro).
Pues bueno, la pobre pareja le estaba diciendo al empleado que ya no podían pagar la hipoteca porque la Nati se había quedado sin empleo y la cuota les había subido de 800 a 1100€, que era más o menos lo que cobraba él. Buah! Menudo problemón! A mí no me extrañó porque en los diarios ya había salido esta noticia de la jovenlandesesidad... Total que el pobre hombre le pedía más años al empleado para pagar... el cual contestaba: "No podemos ampliarme el plazo a más de 50 años, lo siento". Esta gente compró una vivienda como la mía hará unos dos años... por unos 240.000 aprox.
Total que la Nati le dice al empleado: "Por favor no nos diga eso, que no le podemos pagar!". Y el empleado: "Lo siento pero creame que no le podemos ampliar el tiempo, son órdenes de arriba". Y el marido, visiblemente agitado: "Pero vamos a ver, qué alternativa nos da!". Y el empleado le suelta: "Vive alguno de sus padres cerca?"
Bueno, yo, cuando oí la sugerencia ya sabía por dónde iba a tirar, madre mía me temía lo peor. Además reparé en ese momento en otro detalle! Resulta que, justo detrás del empleado que hacía de cajero, había una oficina con dos tipos dentro... me fijé entre las regletas de la persiana, justo detrás del cristal y pude ver... que se estaban partiendo el trastero!! Pero así os lo digo!! No los oía reir pero entre las regletas se veían las figuras perfectamente, como si de una striptease se tratase!! Incluso uno de ellos se acercó al quicio de la puerta y pude ver, por la corbata y los pantalones... que era un pavo del Tecnocasa de al lado, al que conozco de vista porque a veces se poner a regalar pan en la panedería de al lado!! Se llevaba las manos a la boca para que no fuese oído mientras se descojonaba y hacía movimientos espasmódicos en pleno ataque de risa mientras desde dentro señalaba con el dedo hacia la pareja sin ser visto por ellos, pero sí por mí que le miraba de reojo. El otro sí que era un empleado del banco, y el pavo estaba pero que prácticamente retorciendose de risa sobre la mesa de ese despacho interior! Os lo juro, me quedé helado!! Me alegré de que no se diesen cuenta de que me estaba quedando con la copla, ya que la situación hubiese sido muy desagradable.
Aquellos individuos se estaban cachondeando de la situación financiera de estos pepitos!!
Total, que el energúmeno contesta al empleado:
-"Sí, los padres de mi señora, por qué?"
-"Lo digo porque podrían dejar su vivienda en alquiler y vivir con sus padres"
Buahhh! Aquello me dolío un huevo!! Cómo era capaz de decirle eso al hombre delante de su mujer y su criatura! La Nati comenzó a sollozar, y suelta: "Ay, Josete!, como le voy a decir esto yo a mis padres!!!". El hombre, nervioso ante los gritos de la mujer, se muestra visiblemente excitado y coge al empleado por la corbata... "Pero qué narices me estás diciendo!!!!" Y el empleado, todo rojo, desde luego no se esperaba la reacción de Josete, no se le ocurre otra cosa que soltar: "Latinoamericano, socorro!!!". Entonces se adelanta el segurata e intenta poner orden: "Señor señor qué hace",jorobar, pero con tan mala pata que golpea con la rodilla el carrito del bébe en el momento de acercarse a la mesa. Entonces la Nati empieza a gritar todavía más: "Mi niño!!! Que se cae!!!!". Era mentira, sólo le había dado un golpe al carrito pero la tía estaba tan nerviosa que miraba al niño como si hubiese tenido una muerte subita de esas... Yo me quedé cohibido, los de la oficina interior ya no estaban tan de coña, al menos durante esos instantes, el Josete se tranquilizó, pero aún excitado le grita al empleado...
"Es que nunca me dijísteis que iba a subir tanto!!!" El empleado, ya pasó de contestarle, estaba acojonado, ajustándose el nudo de la corbata. Mientras Latinoamericano intentaba calmar a Josete: “Acompañene a la salida, por favor”. La mujer ya había sacado el pañuelo y, para colmo, el niño del carricoche se había puesto a llorar, probablemente a causa de tanto revuelo y sufrimiento que había detectado a su alrededor...
Finalmente, aunque contrariado, el Sr. Josete y Nati salieron de la entidad, momento que aprovecharon los dos que estaban partiéndose la caja en el interior. Yo estaba flipando, pero ahí no acabo la cosa, lo que oí a continuación me acabo de confirmar lo que pensaba. Sale del interior el de Tecnocasa. Por lo que recuerdo dijeron algo así como ésto:
-Vaya marrón no Pepe?
-Uf! Qué mal lo he pasado!
-Con este zopete me gané yo 9.000€ limpios, menudo pardillo!
-Ya está bien que nos envíes clientes pero macho, si tengo que aguantar a más de éstos.... no sé si podré. Antes de ayer otro, y la semana pasada dos más... Estoy hasta los mismísmos narices!! Si no fuera por Latinoamericano- y comienza golpearle en la espalda amistosamente. Latinoamericano miraba hacia el suelo con aparente satisfacción, aunque estaba claro que aquél pobre hombre cobraba el mínimo interprofesional, fijo.
El que estaba junto al de Tecnocasa en el interior aún no podía contener la risa, seguía partiendose el trastero sobre la mesa:
-De qué ríes todavía tío? –pregunta el de Tecnocasa.
-Jajajaja, pues que si se ponen así al 4.1%, ya verás cómo se pondrán cuando llegue al 5.25% de mediados del año que viene, lo que nos dice la circular de la semana.
Y se echaron todos unas risas de narices!! La verdad es que me ignoraron por completo, seguramente porque no soy cliente asiduo y, por tanto, sabían que no les iba a pedir explicaciones. Eso, al menos, pensé yo.
El empleado que atendía el mostrador, que había mantenido la compostura en todo momento, me alargó las dos sartenes. Me vinieron ganas de arrear con ellas a cada uno de esos iluso que se ríen del sufrimiento ajeno, pero estaba tan impactado por lo que había pasado que fui incapaz de reaccionar. Yo cogí mis sartenes y me piré a casa. Eso sí, al salir de la oficina, franqueado el paso de Latinoamericano, me encontré a la pareja en el exterior. Decidí no dirigirme a ellos, porque tenía todavía presente la escena del restaurante el fin de semana pasado. Pero ví que la Nati estaba hablando por el móvil y las últimas palabras que oí mientras me dirigía a casa fueron: “Mamá... ves preparando mi habitación...”
jorobar, menos mal, ya lo he echado. Perdonad por el rollo, pero lo necesitaba Ahora os pregunto, ¿pensáis que esto va a pasar más? Yo, después de lo del restaurante, lo del Carrefour, lo de Elena y esto me temo lo peor...
Un saludo.