Jean-Claude Trichet ha antepuesto otra vez el control de la inflación a la buena salud de los mercados. El presidente del BCE ha roto la expectativa de un recorte de tipos de inminente en Europa y ha desatado las hostilidades en las bolsas, que abrían tranquilas y ahora empiezan a bajar con claridad. El Ibex pierde n torno al 1% y pierde los 12.800 puntos, tras haber subido un 1% en los primeros compases.
Asia ha tranquilizado a los inversores con fuertes subidas, de casi el 11% en Hong Kong, que han sido las mayores de la historia de este mercado. Ha sido la reacción al buen comportamiento de ayer en Wall Street, que redujo la pérdida de una sesión que amenazaba ruina en un pírrico –dadas las circunstancias- 1%.
En este contexto, Europa abría hoy calmada sólo aparentemente. A eso ayuda que la caída del dólar frente al euro –ayer fue el 1,19%- se ha detenido, que las rentabilidades de la deuda caen con fuerza tras el rally de ayer y que el petróleo está estable en torno a los 88,6 dólares.
Pero no hay lugar para la relajación. Trichet ha dicho que a pesar del shock que viven los mercados financieros, el BCE seguirá luchando por el control de la inflación. Es decir, que se aleja la posibilidad de un recorte de tipos de interés a corto en Europa con la que muchos especulaban tras el descenso histórico aplicado la víspera por la Fed.
No puede haber más marejada de fondo. El mercado intenta poner oscuro sobre blanco los últimos acontecimientos, que no son fáciles de interpretar. Es verdad que la drástica rebaja de tipos en Estados Unidos ha funcionado, pero la pregunta es por cuánto tiempo. Y aún más, da toda impresión de que la Reserva Federal ha agotado gran parte de su munición. La rebaja del 0,75% significa que la profundidad de los problemas económicos de la primera potencia mundial es enorme y que los mercados están sencillamente intervenidos.
Otras referencias macroeconómicas que servirán de guía para las bolsas serán el PMI manufacturero y de servicios de Estados Unidos, así como los pedidos industriales de noviembre. En Reino Unido se publicará el PIB del cuarto trimestre, y al otro lado del Atlántico, a falta de datos macro, se conocerán los resultados trimestrales de Pfizer, Capital One, United o Delta y ConocoPhillips.
Con estos mimbres y tras la intervención de Trichet, en nuestro mercado el Ibex 35 ha perdido la cota de los 12.800 puntos sube a duras penas, presionado por la volatilidad, hasta colocarse en torno a los 13.000 puntos. Inmobiliaria Colonial, animado por el interés que suscita para General Electric, y Banco Popular, espoleado por sus positivos resultados trimestrales, lideran los avances del selectivo. Con la excepción de Bankinter, la banca en general no pierde comba y se coloca en los primeros puestos de la tabla.
Las eléctricas se llevan la peor parte con Unión Fenosa a la cabeza. BME e Iberia- esta última muy fuerte ayer- también pierden terreno con claridad. Y dos pesos pesados como Telefónica y Santander tampoco apoyan al mercado con caídas superiores al 1%. Sus pérdidas son las mayores en el Euro Stoxx 50, donde si suben con alegría ING y Allianz. En el mercado continuo, Mecalux encabeza la subidas y Banco Pastor y Ebro Puleva se llevan la peor parte.