Su premisa no puede ser más sencilla. Cuando las cosas se complican y los funcionarios del Pentágono o la Casa Blanca se quedan en sus despachos de noche, tomando decisiones que afectarán al resto del mundo, acaban echando mano de las pizzerías de los alrededores para llenar sus estómagos. Dicho de otra forma: si te encuentras con un número inusitado de repartidores llamando al Pentágono de noche, preocúpate. Suele ser sinónimo de que se avecina tormenta.
Ocurrió con la Guerra del Golfo,
el escándalo Clinton-Lewinsky, la
invasión de Panamá… y, según la información que ha circulado este fin de semana por X, acaba de ocurrir de nuevo coincidiendo con el ataque de Irán a Israel. Así que la gran pregunta es, ¿qué es el Pizzómetro y qué nos puede decir de Oriente Medio?
El Pentágono pizzero. La historia del Pizzómetro (Pizza Meter) es mejor contarla por el final, por cómo el concepto —un término acuñado hace ya varias décadas— ha recobrado fuerza a lo largo de los últimos días a golpe de tuit.
Durante el fin de semana, coincidiendo con el
ataque de Irán a Israel, circularon por X varios pantallazos que mostraban un inusitado repunte de actividad en un local de la cadena de pizzas Papa Johns muy próximo al Pentágono. Mientras en Oriente Medio la cuerda se tensaba, en los alrededores del Departamento de Defensa parecía desatarse un apetito voraz por la
fast food italiana.
¿Causalidad o Pizzómetro? El lanzamiento de misiles iraníes y la cocción de pizzas en Virginia (EEUU) podrían parecer dos fenómenos sin la menor relación, pero en redes desempolvaron un viejo concepto que la diplomacia internacional maneja desde hace más de tres décadas: el de Pizza Meter, o Pizzómetro.
Hay una forma de saber si el mundo se acerca a una crisis internacional: el Pizzómetro. Y se acaba de activar (xataka.com)