No sé si este sistema, del que habla el PP "internamente" para los Ayuntamientos, es más o es menos democrático que el actual pero lo que me parece claro es que no se puede estar contra este esquema mayoritario y exigir al mismo tiempo la república.
En una república, o cualquier sistema presidencialista, gana y resulta presidente de la república, el candidato más votado por los votantes (pueda haber "segundas vueltas")
En el enfoque "parlamentarista", los votantes eligen a unos representantes y una vez elegidos, esos representantes, en representación de sus votantes, eligen a un Primer Ministro o Presidente del Gobierno (que, en principio, ni siquiera tiene que haberse presentarse a las elecciones)
Cada pequeño reino de taifas, cortijo de prebendas a los alagados y cueva de ladrones que es un municipio dispone de un mini-parlamento, que es el Pleno Municipal, con diputados, que son los ediles salidos de las urnas, un gobierno municipal, formado por los concejales con cargo y un "presidente de la ciudad", que es el alcalde.
La cuestión que se discute aquí es si Valdemoro sería una estructura de poder parlamentaria o si tendría la estructura de una república, la "República Independiente de Valdemoro", por ejemplo.
Los republicanos, que confían en la estructura republicana de gobierno y creen que el jefe del Estado debe ser elegido entre una serie de candidatos personales (y no partidos o siglas) por sufragio directo de los votantes deberían considerar al alcalde de una ciudad, el jefe de Estado de la ciudad o presidente de la república de esa ciudad.
De modo que independientemente de los partidos o de las siglas (esta parte podría no gustarle al PP) habría una lista de candidatos alcaldables y los ciudadanos, mediante voto directo elegirían al alcalde como se elige al presidente de una república. (si los resultados no son claros, puede usarse un sistema de "dos vueltas")
Hay que tener en cuenta también que esta propuesta del PP y quizás del PSOE, no implica per se que los partidos o movimientos minoritarios no pueden aliarse o ponerse de acuerdo para acceder al poder municipal. Lo que esta propuesta implica es que esos partidos pequeños, que se han presentado separados como partidos y programas diferentes a las alecciones, se junten una vez celebradas las elecciones.
Hay quien ve en esto una cierta estafa a los electores.
Si, por ejemplo, IU, los Verdes y Podemos desean aliarse, consensuar un programa de gobierno y formar una coalición electoral a la alcaldía de Barcelona, nada les impide formar esa coalición antes de las alecciones de forma que los votantes sepan lo que están votando.
El que las coaliciones de grupos que se presentaron a las alecciones como propuestas separados puedan formarse una vez celebradas las alecciones siempre ha sido y será una fuente de corrupción para la democracia porque se presta al mercadeo de votos según "la quiniela" que haya salido y da lugar a engendros como el inefable Madrazo que presentándose como un partido independiente, lo mismo se aliaba luego con el PNV o con el PSV, o con Bildu o incluso con el PP, dependiendo de la quiniela.