El mad-max cajeril toca a la puerta de mi casa: empúfese, por favor

Antes no sabían que daban hipotecas chupraim, y eso ahora que lo saben las buscan de puerta en puerta.

La Banca campa por sus respetos en los feudos de Ejpein.
 
Dese la linea uno hay un fallo,no es tu piso.


Cierto, cierto. Y si la razón no me abandona, nunca lo será.
En cualquier caso, acepto su observación; de aquí en más no invitaré más a nadie a mi casa, sino a la casa de mi casero, para que les quede bien claro a todos mi condición subhumana.


BARRALIBRE DE NAPALM dijo:
Buena prosa hamijo, buena prosa.....

Por favor, no deje el tema de lado, llame a este Director y finja entrar en negociaciones.... ya sabe, segun se rebaje ese precio de salida inicial asi de mal o de pillados estaran en esa cajita....


Sabes, es que sinceramente no tengo ánimos de chacotear. Posiblemente este director se lo tenga merecido, pero no dejo de pensar que está tratando de salvar los papeles como sea.
En cualquier caso, la valoración real que yo hago del piso no llega al 50% de la oferta que me hacen ahora. Y en caso de que aceptaran una contraoferta en esos términos, no compraría ese piso.
 
Brillante !, capitulación formal (por escrito y entregada en mano) en OCTUBRE.

Esto confirma las profecias de Tochovista y resume por completo la situación.

Desde ya, asumo que solicitarás un ENORME DESCUENTO sobre el precio pretendido.

Enhorabuena y habrá muchas más noticias de este tipo a partir de ahora.
 
El ministerio de la vivienda ha caido.
Los bancos venden subprime puerta por puerta ante la pasividad del Gov.


Ha sido en octubre y lo que nos queda.
 
Una caixa me hace una oferta desesperada de hipoteca subprime


Estimados foreros, saben ustedes que no soy afecto a abrir hilos, sino que mi molesta costumbre habitual es dejar deposiciones variadas en los ajenos. Sin embargo, ayer a la tarde ha acontecido un hecho que me ha helado la sangre, y que me obliga a compartirlo con vosotros, porque es una clara y contundente señal de que el fuego de Sodoma está ya acechando a la vuelta de la esquina.

Como unos cuantos por aquí sabrán, he contado la historia de mi piso de alquiler en la ciudad condal en numerosas ocasiones, de modo que no la repetiré; aunque sí agregaré algunos datos que no he comentado anteriormente, porque en esta ocasión vienen a cuento para comprender la magnitud del pufo que se cierne en torno a la finca en la que está situado mi maravilloso pisito exquisitamente envisillado, como corresponde a todo burbujista biennacido.
Por lo tanto, tendrán que soportar mi otra molesta tendencia de escribir tochos, o bien abandonar la lectura ahora mismo (sin acritud), ya que la historia que voy a contarles es necesaria para comprender cabalmante la magnitud del drama que ha golpeado hoy a mi puerta.

(Para aquellos que no lo sepan, alquilé el piso en el que vivo a finales de 2002, con un contrato –de los últimos que se firmaron, y que hoy ya no existen- de diez años de duración, con un precio bastante razonable para su momento –e inmejorable a la luz de lo que ocurrió después: hacia 2006 ya equivalía al 50% o menos de las ofertas por pisos similares-, y aún hoy, estoy con seguridad en un 30% por debajo de la media.)

La finca es un edificio bastante grande, de ocho alturas, cuatro locales comerciales a la calle, un subsuelo de parking y unas 40 viviendas en total, la mayoría de ellas en alquiler, cuyo único propietario original era uno de ésos pistófilus hispánicus preburbujiles, que se dedicaba a la inversión inmobiliaria no con la idea (aún inexistente en su época) del pelotazo a corto plazo, sino a vivir holgadamente de una razonable rentabilidad de su inversión. Prueba de ello, es que hasta el fin de sus días -y ya absolutamente inmerso en la etapa postnuclear de la burbuja- el tipo seguía alquilando, con rendimientos que ya resultaban escandalosamente bajos en relación con las posibilidades que ofrecían los intergalácticos pelotazos pasapiseriles.

Pero, hete aquí que nadie es eterno, y en 2006 el señor va y se nos muere. Sus hijos, probablemente fogueados ante la señera experiencia de su progenitor, deciden liquidar inmediatamente las existencias, y en septiembre de 2006 le encaloman el edificio enterito con todos los bichos dentro a una conocida administración de fincas local, que verde de la avaricia y teniendo por seguro que no había momento más favorable para transacción semejante, decide elaborar una estrategia de acoso y derribo del cochambroso, perrofláutico y mayoritario régimen de alquiler imperante el finca.

De modo que un par de meses después, nos invitan a todos los despojos humanos que allí alquilábamos para comunicarnos, con exultante sonrisa, que habían decidido que era el momento de convertir a ésta finca en una “comunidad de propietarios”, como corresponde a todo ciudadano respetable, y acabar de ésta manera con la vergüenza inaceptable de ser una finca en régimen de inquilinasco. De modo que nos ofrecían la maravillosa oportunidad, única en la vida, de comprar nuestros pisitos de alquiler a un precio irrepetible, favorecidos por nuestra condición de inquilinos a recibir la primera oferta. Por lo tanto, habían decidido no renovar más ningún contrato de alquiler, de modo que quien no accediera a tal oferta, sería expulsado a la finalización del contrato de alquiler sin miramientos.


Puesto que a mí me quedaban por aquél entonces seis años de contrato por delante, no me sentí especialmente afectado, ya que de resolver unilateralmente el mismo habrían estado obligados a pagarme una nada desdeñable indemnización. (Ya he contado aquí que el precio-ganga que me ofertaron, a principios de 2007, equivalía a 46,5 años de alquiler, así que los mandé a tomar viento). Pero muchos de mis vecinos tenían contratos a los que le faltaban menos de un año o pocos meses para vencerse, y ante las maravillosas ofertas de venta recibidas, comenzaron a abandonar el edificio.

La cuestión es que pocos meses después, la finca se había vaciado en un 70%, incluidos los locales comerciales. Para ese entonces, solo quedábamos los cuatro o cinco propietarios, los tres o cuatro inquilinos más difíciles de darnos el piro, y otros dos o tres avispáos que cedieron a los cantos de sirena y se empepitaron.

Envalentonados ante el éxito fulminante de la ofensiva, la empresa hace entonces una ampliación de la sideral hipoteca tomada para la compra del edificio, concedida por una caixa cuyo nombre me reservo, y comienza a modernizar y restaurar la finca, al tiempo que empapela la fachada del edificio con un triunfal cartelón de venta. (Les confesaré, de paso, que éste fue el hecho decisivo que me llevó a dejar de leer el foro de ojito y registrarme de una vez por todas, ya que intuía que estaba por caerme encima un enorme saco de palomitas, y no quería comérmelas en soledad.)

Y hete aquí, hamijos, que ya estábamos a principios de 2007, con el turning point ya sobre nuestras espaldas, y la cosa comienza a complicarse: pasan los meses, y no se vende un colín. Desconcierto. Pasan varios meses más, y la cosa no marcha: con el edificio casi vacío, los propietarios no sacan ni para los intereses hipotecarios.

Llega el fin de 2007, y junto con él capitula la estrategia de la “comunidad de propietarios”: ahora el cartel, algo menos triunfal, pasa a ofrecer propiedades “en venta o alquiler”. Logran alquilar algunos, pero el destino ya está sellado, queridos hamijos, y con pocos cambios llegamos hasta el día de hoy.


Hasta el día de ayer, más bien, cuando llego del curro, y mi adorable concubina me comenta algo que hiela repentinamente la diaria ración de palomitas que comenzaba a ingerir despreocupadamente: que hace un rato ha venido un señor de la caixa (que no es “La Caixa”, sino otra a la que le quedan dos telediarios, que es precisamente la que financió a los halcones de la finca) aquí mismo, y que traía una oferta directamente en mano para que compráramos el piso. Glup.

Me acerca el prolijo dossier que le ha dejado: varias páginas, dirigido específicamente a nuestro nombre, con una nueva oferta (que aunque sensiblemente inferior a la de hace cuatro años atrás sigue siendo un timo), y ofreciéndonos una hipoteca al 110% del precio del piso (es decir, gastos incluídos), a Euribor + 0,90 %, bonificable a 0,40% si contratamos el chorro habitual de productos. (Sí, hamijos, tengo el dossier aquí al lado mientras escribo esto.)

Y por supuesto, con “precio negociable”.

Pero mientras leía la oferta, lo que me tenía mosqueado es que el tipo hubiera venido a casa personalmente. Le digo entonces a mi mujer que alto debe ser el grado de desesperación para que el banco envíe cadetes a domicilio a para intentar sanear los balances al rojo vivo.
“Nada de cadete” -me dice entoces-, “era un tipo cuarentón, de elegante traje y corbata”. Y entonces me dice que le había dejado además su tarjeta personal.

Y aquí es cuando sobreviene la hecatombe.


En la tarjeta se lee:

“Caixa XXX, oficina XXX, etc etc”

Señor XXX,


Director



Ha sido en octubre, estimados conforeros.

Y los mayas, al final, van a tener razón.

Por poner cifras a este post.

Cuanto paga de alquiler?
Que oferta le hicieron en 2007 para que comprara el piso?
A cuanto se lo ha ofrecido el banco?
 
Este hilo, sin cantidades para que podamos partirnos la caja, sigue valiendo bastante, pero no tanto....
Cuánto pagas de alquiler, cuánto te pedían por el piso en 2007, cuánto ahora....
 
Enhorabuena por el post.

Dile a ese hijomio que qué pensaba cuando intentaba sangrar a los futuros pepitos que llamaban a su puerta cuatro años atrás y qué siente ahora que es él quien va llorando por las esquinas.
 
Mistermaguf es usted todo un maestro forero. Fantástico post, tanto en forma como en contenido. Capitulación por todo lo alto... estamos de enhorabuena!

Ahora solo faltan un par de empujoncitos para que esto eche a rodar... cuesta abajo!
 
muy buen post, y excelentes noticias desde el frente.

Lo único que me genera cierta inquietud es que en dos años te vence el contrato. Supongo que ante la nula posibilidad de venderlo te lo seguirán alquilando. Qué piensas que pasará?
 
muy buen post, y excelentes noticias desde el frente.

Lo único que me genera cierta inquietud es que en dos años te vence el contrato. Supongo que ante la nula posibilidad de venderlo te lo seguirán alquilando. Qué piensas que pasará?

Nada. Ni siquiera pueden terminar de alquilar/vender los que siguen vacíos, de modo que sería un poco petulante deshacerse de un inquilino que les genera rentas.

(Aunque en éste mundo del revés, todo puede pasar. Si me rescindieran lo que queda de contrato, no me supondría ningún problema en especial; no es el piso de mi vida ni mucho menos.)
Pero lo dudo seriamente; muchos pisos siguen vacíos desde aquél momento, y ya van más de tres años. Durante este tiempo han logrado vender creo que tres o cuatro pisos y alquilar otros seis o siete, lo que significa que aún hay un 30% del edificio sin ocupar. Uno de los locales comerciales no se ha vuelto a alquilar nunca más, y sigue allí tapiado. Quedan también plazas de párking.

Y estamos hablando de una finca que hasta la llegada de éstos ases tenía ocupación completa, de modo que ahora no le sacan ni siquiera lo que en aquél momento.

Es un ejemplo clarísimo de la idiosincracia comercial de éste país: ni administradora ni banca atinan a salir del pantano en el que se han metido; no hay plan B, no hay nada. A aguantar el tipo hasta que las cosas revienten. A las pérdidas patrimoniales, no dudan en sumarle durante años un enorme coste de oportunidad, intereses, gastos impositivos, derramas y un enorme lucro cesante que sólo hacen crecer el pufo cada vez más: un ejemplo micro de la conducta macro.


Respecto a quienes me preguntaban por la oferta y precio del alquiler, no lo puse antes porque ya lo he comentado varias veces, y no quería alargar el tocho:

Piso de 78 m2 (65 útiles). Comienzo del contrato fines de 2002, alquiler acordado 440 euros mensuales. (A día de hoy, IPC mediante, ronda los 570 euros.)

Primera oferta de venta, diciembre 2006-enero 2007: 285K eypos (sobre tasación bancaria de 305K): GRM (PER) en aquél momento: 46,5.
Oferta actual de venta: 226K (negociables). GRM actual 33 (sigue siendo el doble de lo máximo razonable).

Precio máximo "razonable" según mi estimación: 110.000 euros (1.400 €/m2 construído, ó 1.700 €/m2 útil) debido a que necesita reformas variadas, incluyendo instalaciones y carpinterías: es decir, menos del 50% de la oferta actual.


Como argumento de venta, la entidad financiera me ofrece una hipoteca que dejaría (a 40 años:D) una letra "apenas" ciento y pico de euros superior al alquiler.

Lo que no comprende la caixa de marras, al parecer, es que los casi 60.000 euros que ha bajado :D el piso en éstos casi cuatro años, significan 1.200 euros por mes; es decir que el propietario me paga a mí por no comprar el piso casi lo que yo debería pagar por comprarlo: 1.300€ mensuales a mi favor, y eso sin contar IBI, derramas, gastos notariales ni intereses.
 
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A todo esto, cómo ha conseguido el paseante subprime sus datos personales? :rolleye:

Por cierto, muy generosa me parece su oferta de 1.400€ el metro construido.
 
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¿ en qué piso vives ?
La desesperación puede convertir a los dueños del inmueble en animales.
Incendios fortuitos ocurren todos los días... ten cuidado, no lo digo de coña.
 
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