Sorprendido estoy al comprobar la pervivencian en el inconsciente colectivo de las teorias decimonónicas sobre la infalibilidad de la ciencia, ese voluntarismo entusiasta que sostenia que con los medios adecuados, ninguna meta es inalcanzable, todo es cuestión de plantearse retos y cumplirlos.
Pues siento desilusionarlos, hamijos, esto es el mundo real, no la Belle Epoque. Si queriamos mantener un sistema sostenible, deberiamos haber instaurado a nivel mundial una dictadura de economia de planificación central, donde la propiedad privada no existiese, con un control absluto sobre insumos y consumos y una economia total de medios, solo así se podria haber mantenido una población de 2.000 millones de habitantes sin posibilidad de crecimiento.
Pretender satisfacer las necesidades de 10.000 millones de habitantes y sus necesidades de manutención y servicios en el marco de una economia anárquica de capitalismo monopolista es de todo punto imposible, y la milonga del decrecimiento ordenado estan futil como una retirada ordenada frente a una horda de zombis hambrientos, no existe el decremiento ordenado porque el decrecimiento ordenado significaria la muerte ordenada de millones de habitantes. Pierdan toda esperanza, esto terminará en una gran traca que hará de la caida del Imperio Romano una fiesta de colegio.