hijodeputa
Madmaxista
Buenas, os dejo un breve fragmento recibido hace unos días en mi correo electrónico sobre un alumno que tuve el año pasado y que la verdad, me dejó pensativo...
Carta de un estudiante:
A la atención del profesor ...
Le mando el presente mensaje de correo electrónico como una cuestión cotidiana que me ha ocurrido a mí, un estudiante de ... y alumno suyo (podrá ver mi ficha del curso del año pasado para la asignatura ...).
El motivo de esta 'carta electrónica' es pedir su opinión sobre aspectos, que aunque ajenos a la vida académica, seguro que a ambos nos afectan. Verá, como estudiante que va a empezar ahora el cuarto curso de carrera, me he visto como parte, parte reducida del colectivo, a trabajar en verano para sacar algo de dinero para afrontar el curso, pues la beca da para cosas, pero no para todo. Pues bien, me predispuse a dar clases particulares, con gran éxito de aforo pero en las que he aprendido y sacado muchísimas conclusiones; yo provengo de familia humilde pero de costumbres muy trabajadoras y sacrificadas, no gozo de lujos ni nada que se le asome. La primera gran impresión, es que en época de crisis, sin haber mucho trabajo y menos para estudiantes de mi rama, me surgieron una gran cantidad de alumnos dispuestos a dar clases, con la suerte (o desgracia), que cada uno ha dejado una experiencia más o menos concreta. No le citaré nombres reales, ya que prefiero preservar el anonimato de estos y sólo destacaré los más significativos.
En primer lugar tuve a un tal "Paquillo", quien empezó con muchas ganas, un afán de peloteo increíble, especialista en dar conversación y entretener a todo ser viviente y no viviente. Durante el verano fue decayendo, con broncas permanentes incitándole a que trabajase más (tenía 14 años y cinco asignaturas a recuperar) y ya notaba como la propia madre desconfiaba del hijo. La cosa es que llegan los exámenes y de cinco suspende tres, catea, repite. El muchacho procura quedar de bueno, y la madre le da la razón, el profesor es el malo.
En segundo lugar tengo a otro tal "Francisco", fumador de porros profesional, vividor de los 30 euros de la madre, pelocenicero reggatonero, sólo vino para inglés. Tres horas a la semana en el mes de agosto, en casa no hacía absolutamente nada. En septiembre suspende con un 4 y achaca la culpa al profesor).
El tercero, una fémina. Digamos que se llama "Jesica". De unos 14 años, aniñada bajo la sombra de Mickey Mouse en estuche, bolis, etc; huérfana de padre, lo cual hace que estuviera hiperprotegida por la madre, dada al poco esfuerzo, cateó.
El cuarto, digamos que se llamase "Daniel", el caso más llamativo y que más resignación me causa, a este le estuve dando clases durante el invierto para primero de ESO, y tras costarme sudor y lágrimas aprobó todo menos matemáticas, para lo que vino en verano. El muchacho es un auténtico desastre, fruto de años de dejadez por parte de los padres, más dedicados a mantener el pomposo ritmo de vida que a la educación de sus propios hijos. La única que le quedó la suspende en verano y toma la madre la inteligente reflexión, de "no volver a llevar a Daniel, porque ella piensa que igual puede con segundo y lo saca con éxito". Esto me destrozó la moral por días.
Hay algunos más que no son tan alarmantes, pero igualmente destacables, como el de una madre que después de haber estado todo el verano, simplemente no paga y se da a la fuga, dejando 137 euros por pagar.
Ni que decir tiene, que todos tenían unas faltas de ortografía increíbles, un respeto pésimo al profesor y a cualquiera, un afán manipulador que jamas he visto, super protegidos por las madres y padres, enganchados al móvil como a una droja, adictos al placer y al no esfuerzo y que sinceramente, quitan las ganas de profesar el noble oficio de la enseñanza.
También hay que decir, que hubo casos (muy pocos) que con nueve asignaturas suspensas (por problemas familiares), han aprobado con creces y otros con menos que también. En definitiva, ha estado bien la experiencia para sacar unos mil y pico euros, pero no la repetiré, prefiero descargar camiones el próximo verano, es igual de digno y menos desmoralizador.
Saludos.