Menos mal que yo paso de 35, y ya soy un jubilado para las castas saqueadoras...a vivir del paro 2 años y después de los ahorros...y de plantar en mis tierras
..Y ahora seguir contando más cuentos de que si pobrecitos becarios y demás tonterías...un individuo con 35 añazos, sin cotizar y cobrando 400 euros por currar, se merece que lo pisoteen, lo siento mucho...:no:...por culpa de estos esquiroles nos han dolido a los demás.
Ese tema daría para hablar largo y tendido: todo el mundo siente compasión por los eternos becarios, pero hay muchos que son para echarles de comer aparte, aunque la crisis haga que mucha gente siga recurriendo a las becas.
Se puede considerar normal, o al menos comprender, que un recién titulado o estudiante de los últimos cursos de la carrera de 23 ó 24 años esté con una beca de 500 euros que le permite pagarse algunos gastos sin necesidad de tirar de su familia y coger experiencia en un campo profesional.
Pero una persona que sigue en ese plan con más de 30 años demuestra que tiene horchata en las venas y demuestra el carácter borreguil y sumiso de gran parte de los becarios (excepto algunos, como los de investigación, que siempre se han movido más).
Tampoco viene mal llamarlos esquiroles: en realidad, su actitud recuerda mucho a la de los pagapensiones tercermundistas que aceptan trabajar en condiciones propias de la Revolución Industrial porque están acostumbrados a la miseria de sus países y no les parece tan mal.
En este caso, los becarios aceptan unos salarios perversoss que no les darían para vivir por su cuenta (sin ayuda de su familia), porque o bien viven con sus padres y no tienen que gastarse un céntimo en vivienda ni en alimentación o bien (algo frecuente en el caso de las becarias) tienen una pareja bien situada que gana más y corre con todos o la mayoría de los gastos de alquiler o hipoteca, comida y facturas varias.
Aunque haya mucho empresario pirata, explotador y con mentalidad de cacique del siglo XIX, no es menos cierto que muchos de esos becarios han puesto de su parte para destrozar el mercado laboral al aceptar cobrar unas cantidades ridículas, que más que sueldos son limosnas o propinas para irse de copas los fines de semana o comprarse algún chisme electrónico de vez en cuando.
Si nadie estuviese dispuesto a trabajar por 400 euros, ninguna empresa ofrecería ese sueldo. El daño que han hecho los becarios se basa en que cada vez más empresas ofrezcan salarios de chiste y tengan la coartada de que "Si no quieres el puesto no importa, tengo otros cien en la puerta esperando, que lo cogerían con mucho gusto". O en que se despida a trabajadores de plantilla, que llevan muchos años y cobran sueldos más que decentes, para reemplazarlos por becarios que hacen lo mismo, pero cobrando la tercera parte, y encima dando gracias por tener trabajo y un dinero para comprarse pronto un mp4 o el último modelo de Ipod.