Yo te recomiendo que no faltes a tus obligaciones ni a tu desempeño, pero puedes convertirte en un indeseable para muchos empresarios sin saltarte ni una coma de la legalidad.
Nada como decir que eres simpatizante del sindicato CGT o CNT y que quieres convocar elecciones sindicales y ser enlace sindical de tu empresa en cuanto te afilies al sindicato.
Llena las paredes con convocatorias de acciones y consignas sindicales (puedes descargarlas de las webs de los sindicatos e imprimirlas tú mismo), reparte panfletos entre tus compañeros, empollate el Estatuto de los Trabajadores y aconseja a tus compañeros sobre sus derechos como trabajadores. Acompaña la palabra Compañero al nombre de pila y habla mucho en público sobre la explotación a la que nos vemos sometidos todos los trabajadores, y los de tu empresa en particular. Quéjate de lo que ganas y critica el coche de tus superiores, sus vacaciones, su tren de vida... comparándolos con los tuyos.
Te pondrán ellos mismos la oferta de despido improcedente antes de lo que imaginas. Lo que sí puede pasar es que si alguna vez piden referencias tuyas, no las darán buenas. Pero si no trabajas en un sector muy pequeño donde todos se conocen, con no poner la empresa en el CV, sobra.
Lo de disminuir el rendimiento es mucho más lento y no siempre da resultado, si no te lo montas bien puede ser un despido disciplinario. Convertirte al sindicalismo radical como si en ello te fuera la vida es rápido y seguro, y no haces nada ilegal, sino al contrario.