Te montas una película cogida con pinzas. Te repito que valencianos/Baleares/catalanes nunca nos comunicamos entre nosotros en castellano, que no español, que hasta el siglo XX era básicamente una lengua extranjera. Igual que a la nobleza rusa le daba por hablar francés, a la catalanoaragonesa le daba por hablar "foraster".
El español se habla d emanera generalizada en Cataluña desde hace muchos siglos.
Mentira podrida. El castellano solo lo conocían una ínfima parte de la población, como los funcionarios de origen extranjero.
¿Todos? Solo el bandolero Perot de la Roca Guinarda (Roque Guinart en la obra), mientras que el resto de su cuadrilla le hablaron en catalán.
Hay muchísimos personajes catalanes que hablan con el Quijote. Todos en español.
He aquí el ignorante demostrando que es atrevido.
Pues claro que se hablaba español de forma generalizada en Cataluña hace 500 años y prueba de ello son los capítulos de El Quijote en Cataluña, donde todo el mundo le habla en español. Pero que ridículos sois los separatas, jorobar. No os cansáis de presumir de vuestra inmensa burricie, tanto que os lanzáis a afirmar chorradas inventados por vosotros mismos sobre el Quijote sin ni siquiera haber leído el libro.
Algunos de los personajes más principales que hablan con Don Quijte en Cataluña (hace 500 años), y le hablan todos en castellano, (pero no son los únicos catalanes ni mucho menos) son:
- Roque Guinart (un bandolero "bueno" basado en el bandolero catalán que conoció Cervantes llamado Perot Rocaguinarda)
- Don Antonio Moreno (un noble menor que inicia la burla a Don Quijote).
- La mujer de Don Antonio.
- Las amigas de la mujer de Don Antonio.
- Los amigos de Don Antonio.
- El Virrey de Barcelona
- etc.
De hecho,
en Barcelona le ocurre al Quijote (hace 500 años) que encuentra una imprenta donde
traducen libros de otros idiomas a «NUESTRA LENGUA CASTELLANA».
«Sucedió, pues, que, yendo por una calle, alzó los ojos don Quijote, y vio escrito sobre una puerta, con letras muy grandes: Aquí se imprimen libros; de lo que se contentó mucho, porque hasta entonces no había visto emprenta alguna, y deseaba saber cómo fuese. Entró dentro, con todo su acompañamiento, y vio tirar en una parte, corregir en otra, componer en ésta, enmendar en aquélla, y, finalmente, toda aquella máquina que en las emprentas grandes se muestra. Llegábase don Quijote a un cajón, y preguntaba qué era aquello que allí se hacía; dábanle cuenta los oficiales; admirábase, y pasaba adelante. Llegó en otras a uno, y preguntóle qué era lo que hacía. El oficial le respondió:
-Señor, este caballero que aquí está -y enseñóle un hombre de muy buen talle y parecer y de alguna gravedad- ha traducido un libro toscano en
nuestra lengua castellana, y estoyle yo componiendo, para darle a la estampa.»
A pastar, separatas.