Deuda pública: ¿pero quiénes son "los mercados"?

Comunista1917

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Me hace mucha gracia ver a muchos de vosotros publicar cada día los valores diarios de los CDS de Grecia y atribuir a dichos valores una importancia enorme, como si la quiebra o el saneamiento de un determinado país dependieran de ellos.

Os daré los siguientes datos:

El 93% de la deuda pública helénica está en manos de entidades bancarias. El 42% en manos francesas, el 26% en manos alemanas. Puede decirse que el mercado de deuda pública helénica está controlado por como mucho 10 entidades bancarias diferentes. ¡Esos son "los mercados"! Son estas 10 entidades bancarias las que cada día fijan el precio de los CDS y las que generan los "ataques de pánico" en los mercados de deuda pública.

Fijaos lo sucedido el otro día con respecto a la deuda italiana:

a) Los bancos (acaparadores de títulos de deuda pública) hacen subir los títulos italianos a niveles peligrosos.
b) El Ministro de Economía italiano en un espectacular gesto teatral abandona la reunión del Ecofin "ante la gravedad de las circunstancias".
c) El BCE hace de "poli bueno", acaba con las "tensiones en los mercados", pero avisa que su intervención "no puede durar siempre".
d) El Gobierno italiano aprueba un durísimo plan de recorte.

A ver si se nos mete en la cabeza que todos estos ataques especulativos están perfectamente planificados. Y lo que se pretende con ellos es forzar a los países europeos a desmantelar sus estados del bienestar, recortando salarios y pensiones, introduciendo el copago sanitario, mientras que ingentes cantidades de dinero son entregadas a tipos sin escrúpulos como el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, que junto con sus dos vicepresidentes se han embolsado este años 10 millones de euros en bonus.

Y ese dinero con el que compran deuda pública es en buena parte nuestro. Por cuanto existe una práctica, denominada "carry trade", que consiste en que el BCE presta dinero a los bancos para que estos compren deuda pública. Naturalmente, el interés al que presta el BCE (dinero de los contribuyentes) es inferior a la rentabilidad de la deuda pública. El diferencial va a parar a estos chorizos.

Y mientras cientos de miles de personas son desalojadas de sus casas por no poder pagar la hipoteca. ¿No hay "carry trade" ni rescates bancarios para ellos?
 

estiercol inmobiliario

Será en Octubre
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Reza oracularmente la leyenda en los billetes de dólar: «In good we trust» (a Dios nos encomendamos). Nunca una frase estuvo mejor elegida.

Permitid que me ponga místico ahora que se acerca una nueva inyección de dinero de la FED —QE3 la llaman—, ahora que hay que reafirmarse en que, al igual que los agnósticos o los ateos, no creemos que en el mundo haya nada mágico, ni sobrenatural, ni omnipotente, ni eterno, ni todopoderoso... nada a lo que haya que adorar. La vida eterna no existe. El "alma" no existe. La perfección no existe (bueno, alguna bilbaína se acerca). Nada es eterno (aunque todo pase y todo quede) ni todopoderoso.

Así, digámoslo ya: ¡Dios no existe! ¡Y el Dinero (dólar) tampoco! (el resto de divisas parecido) Nada emana de la nada (Dios), tampoco ese dinero que sale de los BANCOS CENTRALES multiplicado como los peces y los panes, como por ensalmo. Porque un ateo/atea no sólo no cree en Dios —ni en el Dinero— sino que también niega parte de su validez. SOBRE TODO ANTE EL DINERO (DÓLAR).

¿El dinero en circulación existe? Claro que sí, pero es una cantidad ínfima respecto a los asientos contables creados por "los mercados".Entonces, ¿qué es negar a Dios/Dinero? ¿En qué consiste? Es sólo una manera de hablar, ya que no existen realmente, y por lo tanto no se les puede negar. "Negar a Dios/Dinero" significa no aceptar en parte la validez de la idea. Se puede decir que renegamos de todo lo que la idea de Dios/Dinero representa, porque creemos que sólo trae al mundo esclavitud, incultura, sumisión, resignación... La misma idea de Dios/Dinero va totalmente en contra de la investigación científica, porque ambos conceptos (omnipotencia divina y determinismo científico) son totalmente opuestos en sí mismos.

El Ateísmo no se conforma con negar y no creer, sino que también se esfuerza en demostrar que Dios y el Dinero no existen. Esta es la mayor y más palpable diferencia entre el Agnosticismo y el Ateísmo. Realmente, por lógica, deberían ser los propios creyentes osease los BANCOS CENTRALES los que se esforzasen en demostrar que el dinero sí existe... ¡¡¡CUANDO LO ESTÁN CREANDO DE LA NADA!!!; y no los ateos en que no existe (igual que una teoría científica no es aceptada hasta que el experimento que la confirma no se pueda repetir en distintos lugares y tiempos; o al igual que en un juicio un acusado es inocente hasta que no se demuestre lo contrario).

No obstante, los ateos estamos convencidos de que nunca desaparecerá la idea de Dios y del Dinero de la mente humana.
 

todoayen

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Oh,my good!!!:roto2:

Los mercados son gente corriente que ha invertido en...blah,blah,blah

Si encuentra en su barrio tres currantes que tengan acciones me lo cuenta.

En esto estoy de acuerdo con Comunista,esto no es una crisis,es el NWO.
 

moncton

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Perfida Albion
Oh,my good!!!:roto2:

Los mercados son gente corriente que ha invertido en...blah,blah,blah

Si encuentra en su barrio tres currantes que tengan acciones me lo cuenta.

En esto estoy de acuerdo con Comunista,esto no es una crisis,es el NWO.
Hombre, tres currantes no, pero te sorprenderias al ver cuanto viejuno jubileta que tiene cuartos y se los mueve el banco de aqui para alla.
 

todoayen

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Mas sorprende la cantidad de ellos que han perdido un pastizal con los planes de jubilación,y es que tanto ir la pasta de aquí para allá que al final desaparece.

Esos jubiletas son pringaos que tarde o temprano les van a sacar los cuartos.Esos no son los mercados.
 

asebuche

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El problema es que muchos no entienden que importa un hez quien sea el poseedor actual de la deuda pública Griega. El problema consiste en que nadie más quiere comprar deuda Griega, y por eso sube el tipo de interés para colocarla.
Pero bueno, si nos ponemos en modo gilipogre integral, pues sí, ciertamente los mercadoh son requetemalos porque no quieren comprar deuda.
 

Telecomunista

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Sí, es el brutal timo de la banca privada. Pero es más grave de lo que sugieres ya que el beneficio que sacan no es solo de el margen entre los tipos de interes del prestamo del BCE y los tipos a los que ellos prestan sino que debido al coeficiente de caja pueden prestar varias veces el mismo dinero obtenido del BCE lo cual implica que pueden crear dinero de la nada y esa deuda creciente si no hay crecimiento real que los sustente o si deciden cortar el grifo es matemáticamente impagable.


(En el capitalismo) La única parte de la llamada "riqueza" nacional que realmente entra en la posesión colectiva de los pueblos modernos es... su deuda pública.
(Karl Marx)


"En cuanto a los que hacen falsas predicciones, por mucho que las hayan hecho en nombre de Dios, o los que hayan predicado falsos dioses, auque hayan hecho auténticos milagros, Moisés declara que son falsos profetas y merecen la muerte."
(Spinoza, Tratado teológico-político, XV)

Creo que, después de la actual tragicomedia, a la socialdemocracia de Papandreu o de Zapatero sólo les queda el descrédito o la impotencia. Tal vez los dos. El margen de maniobra que permitía a la socialdemocracia arbitrar en el reparto de la renta y valorizar pasivamente la fuerza de trabajo se ha acabado. Con él también se ha acabado la posibilidad de una democracia con algún contenido, pues las democracias europea y norteamericana jugaban precisamente con ese margen (mediante políticas sociales o burbujas de deuda neoliberales).

Ese margen hoy no existe: los mercados lo han invadido. Cuando un poder extralegal dice al supuesto soberano lo que debe hacer, este poder es el auténtico soberano. En nuestra tragicomedia este poder habla por boca de los mercados y de sus oráculos (los economistas). No importa que los oráculos mientan con descaro: su mentira es la verdad que expresa el inconsciente del régimen, lo que el propio régimen "no sabe que sabe". De hecho, como en el 1984 de Orwell, siempre pueden cambiar retrospectivamente las previsiones del plan.

Así, durante más de un año han estado anunciando el surgimiento de "brotes verdes" anunciadores del fin de la crisis, para afirmar ahora que la única salida de la crisis -ahora agravada- consiste en la adopción de un paquete de medidas antisociales que, por añadidura, sólo pueden originar una recesión aún mayor, si no una auténtica depresión de la economía.

Hubo primero que salvar los bancos provocando un endeudamiento gigantesco de las haciendas públicas. Ahora que los bancos están a salvo, ellos mismos, junto con los demás agentes financieros, apuestan a la bancarrota fiscal de los Estados que se endeudaron para salvarlos, provocando un brutal aumento de los tipos de interés de la deuda pública de los países ya más endeudados. Los representantes políticos de los países del euro o de la UE hoy amenazados por esta nueva ofensiva han decidido, para salir del atolladero, liquidar sus políticas sociales y, ya que no pueden devaluar su moneda, devaluar la fuerza de trabajo.

De este modo tienen la seguridad de reducir sus gastos públicos a corto plazo y de poder arrojar carnaza a los tiburones de la finanza. Pero esta solución no es ni siquiera viable. Las declaraciones "patrióticas" de necios como José Luis Bono, quien afirma que "Es un momento de sangre, sudor y lágrimas para el pueblo español" o que "Es la hora de que gane España, aunque perdamos las elecciones", no engañan más que a quien quiera engañarse.

En la actualidad, el capital financiero como expresión directamente política de la relación capital en un régimen de acumulación donde el propio capital ha dejado de ser productivo, es el medio por excelencia de la expropiación de los comunes. La liquidación de las políticas sociales y la privatización programada de los servicios públicos constituyen una aplicación de métodos coloniales de expropiación en las propias metrópolis capitalistas. Como ya no existen nuevas colonias por conquistar y las que se intentan dominar por la fuerza -Iraq, Afganistán- parecen resistirse a la esclavitud, el capital tiene que buscar nuevas fuentes de beneficio en sus propias metrópolis: se trata de los bienes comunes representados por el Estado social y los servicios públicos, el recurso productivo común que es la inteligencia colectiva, que se pretende someter a las patentes, la propia vida y los estilos de vida de los individuos y grupos que son hoy objeto de una brutal apropiación mercantil.

Hasta hace unos meses se hablaba de una refundación del capitalismo. Se trataba de poner a este régimen límites éticos y sociales para evitar su autodestrucción. Esa refundación tenía que ver con la que se conoció en los años 30 y que teorizó Polanyi en La gran transformación . En aquel momento, se trataba de evitar la implosión de un sistema de capitalismo desregulado que ya había provocado una guerra mundial, seguida de la Revolución rusa y de la crisis del 29. Las políticas keynesianas y fordistas -y sus variantes fascista y nacionalsocialista- evitaron el hundimiento y permitieron contener la ola revolucionaria que amenazaba con expandirse desde Rusia.


Hoy no se intenta ni siquiera aplicar seriamente estas medidas, no porque el capitalismo no desee salvarse, sino porque ya no puede hacerlo así. Cuando la producción material está dejando de ser la fuente principal de beneficio para el capital, cuando esta misma producción, incluso bajo formas jurídicas capitalistas, tiene que recurrir a la cooperación directa de los trabajadores y a formas difusas de trabajo social remunerado o no remunerado, el beneficio capitalista ha dejado de proceder de la producción. Inicialmente el capitalismo se distinguía del feudalismo y de los regímenes sociales de producción anteriores por el hecho de que la extracción de plusvalía, que se realizaba en los anteriores regímenes desde el exterior del proceso productivo (tributos, diezmos etc.), tenía lugar ahora dentro del propio proceso de producción, como extracción de plusvalía.

Hoy, a pesar del mantenimiento -a veces mediante formas brutales: guerra, leyes de excepción etc.- de las formas jurídicas correspondientes a las fases iniciales del capitalismo, la realidad de la producción ha cambiado. Hoy, al igual que en otras fases de acumulación originaria, los mecanismos de la deuda pública y de la renta financiera son dominantes. El capitalismo, en cierto modo, se ha feudalizado: ya no extrae fundamentalmente plusvalía a través de la producción, sino mediante los circuitos financieros. Aquí, ya sólo se puede dejar la palabra a Marx, quien pudo con su enorme lucidez describir lo que estamos viviendo hoy refiriéndose no a la fase -ojalá terminal- del capital que hoy vivimos, sino a sus oscuros comienzos en los que deuda pública, la explotación colonial, la expropiación y proleterización consiguiente de los trabajadores de las metrópolis y el desarrollo de los circuitos e instrumentos financieros consiguieron que el dinero generase más dinero sin pasar por un proceso de producción controlado por el capital. En el capítulo sobre la acumulación originaria del libro primero del Capital, afirma, pues, Marx lo siguiente:


"Los diversos factores de la acumulación originaria se distribuyen ahora, en una secuencia más o menos cronológica, principalmente entre España, Portugal, Holanda, Francia e Inglaterra. En Inglaterra, a fines del siglo XVII, se combinan sistemáticamente en el sistema colonial , en el de la deuda pública, en el moderno sistema impositivo y el sistema proteccionista. Estos métodos, como por ejemplo el sistema colonial, se fundan en parte sobre la violencia más brutal. Pero todos ellos recurren al poder del estado, a la violencia organizada y concentrada de la sociedad, para fomentar como en un invernadero el proceso de transformación del modo de producción feudal en modo de producción capitalista y para abreviar las transiciones. La violencia es la partera de toda sociedad vieja preñada de una nueva. Ella misma es una potencia económica." y prosigue:

"El sistema del crédito público, esto es, de la deuda del estado, cuyos orígenes los descubrimos en Génova y Venecia ya en la Edad Media, tomó posesión de toda Europa durante el período manufacturero. El sistema colonial, con su comercio marítimo y sus guerras comerciales, le sirvió de invernadero. Así, echó raíces por primera vez en Holanda. La deuda pública o, en otros términos, la enajenación del estado sea éste despótico, constitucional o republicano deja su impronta en la era capitalista. (En el capitalismo) La única parte de la llamada "riqueza" nacional que realmente entra en la posesión colectiva de los pueblos modernos es... su deuda pública . De ahí que sea cabalmente coherente la doctrina moderna según la cual un pueblo es tanto más rico cuanto más se endeuda. El crédito público se convierte en el credo del capital. Y al surgir el endeudamiento del estado, el pecado contra el Espíritu Santo, para el que no hay perdón alguno, deja su lugar a la falta de confianza en la deuda pública.


" La deuda pública se convierte en una de las palancas más efectivas de la acumulación originaria . Como con un toque de varita mágica, infunde virtud generadora al dinero improductivo y lo transforma en capital, sin que para ello el mismo tenga que exponerse necesariamente a las molestias y riesgos inseparables de la inversión industrial e incluso de la usuraria. En realidad, los acreedores del estado no dan nada, pues la suma prestada se convierte en títulos de deuda, fácilmente transferibles, que en sus manos continúan funcionando como si fueran la misma suma de dinero en efectivo. Pero aun prescindiendo de la clase de rentistas ociosos así creada y de la riqueza improvisada de los financistas que desempeñan el papel de intermediarios entre el gobierno y la nación como también de la súbita fortuna de arrendadores de contribuciones, comerciantes y fabricantes privados para los cuales una buena tajada de todo empréstito estatal les sirve como un capital llovido del cielo, la deuda pública ha dado impulso a las sociedades por acciones, al comercio de toda suerte de papeles negociables, al agio, en una palabra, al juego de la bolsa y a la moderna bancocracia.


"Desde su origen, los grandes bancos, engalanados con rótulos nacionales, no eran otra cosa que sociedades de especuladores privados que se establecían a la vera de los gobiernos y estaban en condiciones, gracias a los privilegios obtenidos, de prestarles dinero. Por eso la acumulación de la deuda pública no tiene indicador más infalible que el alza sucesiva de las acciones de estos bancos, cuyo desenvolvimiento pleno data de la fundación del Banco de Inglaterra (1694). El Banco de Inglaterra comenzó por prestar su dinero al gobierno a un 8 % de interés, al propio tiempo, el parlamento lo autorizó a acuñar dinero con el mismo capital, volviendo a prestarlo al público bajo la forma de billetes de banco. Con estos billetes podía descontar letras, hacer préstamos sobre mercancías y adquirir metales preciosos. No pasó mucho tiempo antes que este dinero de crédito, fabricado por el propio banco, se convirtiera en la moneda con que el Banco de Inglaterra efectuaba empréstitos al estado y pagaba, por cuenta de éste, los intereses de la deuda pública. No bastaba que diera con una mano para recibir más con la otra; el banco, mientras recibía, seguía siendo acreedor perpetuo de la nación hasta el último penique entregado. Paulatiamente fue convirtiéndose en el receptáculo insustituible de los tesoros metálicos del país y en el centro de gravitación de todo el crédito comercial. Por la misma época en que Inglaterra dejó de quemar brujas, comenzó a colgar a los falsificadores de billetes de banco. En las obras de esa época, por ejemplo en las de Bolingbroke, puede apreciarse claramente el efecto que produjo en los contemporáneos la aparición súbita de esa laya de bancócratas, financistas, rentistas, corredores, stock-jobbers [bolsistas] y tiburones de la bolsa [...].

William Cobbett observa que en Inglaterra a todas las instituciones públicas se las denomina " reales", pero que, a modo de compensación, existe la deuda "nacional" (national debt)."

Marx no llegó a escribir el volumen sobre el Estado que figuraba en el plan incial del Capital. Sin embargo, vemos en un texto como este qué tipo de relación guarda el Estado moderno con la acumulación de capital y en otros pasajes de la misma obra podemos comprobar la función de reproducción que desempeña el Estado respecto de la relaciones capitalistas. Cualquier intento de recurrir al Estado como medio para poner freno al Capital podrá, en el mejor de los casos, tener efectos limitados, cuando no francamente reaccionarios. Estado y poder financiero se encuentran íntimamente unidos en su principio mismo por su carácter representativo. Como sostiene el jurista francés Marcel Hauriou (de quien afirmaba Pasukanis que era uno de los pocos teóricos burgueses del derecho que no decía tonterías):

"Existe entre el régimen de Estado y el régimen de la finanza la caraterística común de que ambos reposan sobre elementos representativos más que reales, el Estado sobre la concepción de la cosa pública, la finanza sobre el crédito. Estas afinidades no son meras aproximaciones de ideas. Hemos visto que el Estado es un equilibrio móvil, muy delicado, en constante progreso; hace falta que haya en él una organización económica flexible y móvil como la de la roiqueza mobiliaria. Por otra parte, por mucho que sean móviles, las estabilidades que garantiza el Estado tienen un valor de creencia máxima y son las que desarrollan el crédito necesario al régimen capitalista."

Finanza y Estado se encuentran hoy de nuevo mano a mano como los dos polos principales del capitalismo, una vez que este ya no es capaz de organizar la producción. El Estado reposa en las "predicciones" de los nuevos augures de la finanza y estos mantienen al Estado como instrumento de garantía de sus rentas. Ambos viven del crédito: de la representación política, basada en la creencia en u todo nacional que hoy ilustran con pasión los tribunos de la izquierda, del centro y de la derecha del a derecha, y de la "confianza de los mercados". Ambos son falsos profetas, tramposos, pues determinan ellos mismos las condiciones de cumplimiento de sus propias profecías. La única solución a este problema de los falsos profetas la encontraron los antiguos judíos, quienes, para acreditar la profecía condenaban sistemáticamente a muerte a los falsos profetas. Esto hacía, mediante un método espistemológicamente mucho más fiable, que la profecía fuese siempre auténtica. Unos popperianos algo sanguinarios con criterios de "falsation" eficaces y radicales. No sólo se descarta la proposición que resulta falsa, sino que se "falsa" a su propio autor. Tal vez hubiera que aprender de los antiguos hebreos.

http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/160520-sobre-profecias-economicas-y-oraculos-neoliberales.html#post2821660

KAOSENLARED.NET -- Sobre profecías económicas y oráculos neoliberales (recordando un texto de Marx)
 

Telecomunista

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los mercadoh son requetemalos porque no quieren comprar deuda.
Lo que hace la banca privada es un timo, pues prestan un dinero que crean de la nada en el momento de crear la deuda y que es matemáticamente impagable si no hay crecimiento o si dejan de prestar dinero pues siempre hay más deuda que dinero total en el sistema.

¿Lo entiendes o te tengo que hacer un croquis?
 

muyuu

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Lo que hace la banca privada es un timo, pues prestan un dinero que crean de la nada en el momento de crear la deuda y que es matemáticamente impagable si no hay crecimiento o si dejan de prestar dinero pues siempre hay más deuda que dinero total en el sistema.

¿Lo entiendes o te tengo que hacer un croquis?
Ya teleco, pero "los mercados" no son eso. Es el gobierno quien nos mete en ese juego con el déficit perpetuo que es perfectamente evitable. Políticas "keynesianas" que lo llaman...
 

Fetuccini

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Lo que hace la banca privada es un timo, pues prestan un dinero que crean de la nada en el momento de crear la deuda y que es matemáticamente impagable si no hay crecimiento o si dejan de prestar dinero pues siempre hay más deuda que dinero total en el sistema.

¿Lo entiendes o te tengo que hacer un croquis?
Dejémoslo en "banca" a secas, porque la banca pública hace exactamente lo mismo. ¿O conoces algún banco con coeficiente de caja del 100%, público o privado?
 

Telecomunista

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Ya teleco, pero "los mercados" no son eso. Es el gobierno quien nos mete en ese juego con el déficit perpetuo que es perfectamente evitable. Políticas "keynesianas" que lo llaman...
Los "mercados" son eso. Los "mercados", son las élites capitalistas acaparadoras de los medios imponiendo sus intereses. El estado/gobierno capitalista es el instrumento a su servicio que garantiza su estutus quo a partir del privilegio de propiedad acaparable y heredable sin límites, el resto del marco legal y la fuerza bruta.
 

Fetuccini

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Ya teleco, pero "los mercados" no son eso. Es el gobierno quien nos mete en ese juego con el déficit perpetuo que es perfectamente evitable. Políticas "keynesianas" que lo llaman...
Pero quiero dejar muy claro que NO SON Keynesianas. La economía Keynesiana es efectiva, pero hay que ser muy disciplinado para aplicarla. Se trata de compensar déficits con superávits de forma contracíclica, pero de algún modo estamos siempre en déficit y nunca en superávit.

Cuando se entra en la parte de hundimiento, el Estado tiene que mirar su caja, Y SI TIENE, aplicar una política expansiva a poder ser dejando que el mercado elija el destino. Luego ir retirándose, y después ir acumulando para el siguiente ciclo. Por ejemplo, González gastando del 93 al 96, Aznar retirándose entre 1999 y 2003, y ZP acumulando entre 2004 y 2008. Ahora tendríamos dinero para por lo menos PAGAR PROVEEDORES (con menos ingresos) y que el Estado tirase con su demanda natural... sin embargo, el Estado se hace jovenlandeseso y ahonda la crisis.
 

Telecomunista

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Dejémoslo en "banca" a secas, porque la banca pública hace exactamente lo mismo. ¿O conoces algún banco con coeficiente de caja del 100%, público o privado?
Lo que se es que la banca privada es necesariamente un timo. Alguien privado no puede crear dinero de la nada.

Que la banca sea pública es un requisito necesario (que no suficiente, pues debe ser además transparente y los beneficios deben volver integramente a la sociedad) para que no sea un timo si se presta con interés.
 

muyuu

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Pero quiero dejar muy claro que NO SON Keynesianas. La economía Keynesiana es efectiva, pero hay que ser muy disciplinado para aplicarla. Se trata de compensar déficits con superávits de forma contracíclica, pero de algún modo estamos siempre en déficit y nunca en superávit.

Cuando se entra en la parte de hundimiento, el Estado tiene que mirar su caja, Y SI TIENE, aplicar una política expansiva a poder ser dejando que el mercado elija el destino. Luego ir retirándose, y después ir acumulando para el siguiente ciclo. Por ejemplo, González gastando del 93 al 96, Aznar retirándose entre 1999 y 2003, y ZP acumulando entre 2004 y 2008. Ahora tendríamos dinero para por lo menos PAGAR PROVEEDORES (con menos ingresos) y que el Estado tirase con su demanda natural... sin embargo, el Estado se hace jovenlandeseso y ahonda la crisis.
Tienes razón en que las políticas Keynesianas no son eso, pero la variedad hispana del keynesianismo comparte unánimemente este ideal. Igual que la variedad mediterránea del socialismo acepta un elevado porcentaje de parásitos en la sociedad como un supuesto "mal menor" del llamado "Estado del Bienestar".