Si un empresario sugiere consecuencias negativas para los huelguistas, está coaccionando el derecho de esos trabajadores a la huelga. Y, como todo delincuente, deberá ser castigado, de manera ejemplar, a ser posible.
Si un empresario sugiere consecuencias negativas para el que venga oliendo mal, está "coaccionando" el derecho de los trabajadores a no ducharse.
Si un empresario sugiere consecuencias negativas para el que fume en el trabajo, está "coaccionando" el derecho de los trabajadores a echarse un cigarrito.
Si un empresario sugiere consecuencias negativas para el que produzca poco, está "coaccionando" el derecho de los trabajadores a tocarse los webos.
... y podemos seguir así hasta el infinito, porque no entiendes QUÉ ES UNA EMPRESA PRIVADA.
Si la empresa es mía, pongamos por caso, hago con ella lo que se me ponga; como si me da por prenderle fuego por San Juan, ES UNA PROPIEDAD PRIVADA.
Como tal PROPIEDAD PRIVADA, la empresa compra sus suministros a quien le parece, le gusta o más le conviene; y si en determinado momento no quiere seguir comprando suministros a tal o cual proveedor, pues señor mío, ES LO QUE HAY, porque, repito, se trata de una ENTIDAD PRIVADA.
La mano de obra no es más que uno de esos suministros, así que si una mañana el empresario se entera de que uno de sus empleados es vegetariano, y a él le caen más los vegetarianos, y por eso lo despide, ESTÁ EN SU TOTAL Y ABSOLUTO DERECHO a hacerlo (al margen de que tal conducta tenga sentido económico y empresarial).
A ver si lo entendemos:
Una empresa privada es una
entidad privada, cuyos dueños hacen con ella
lo que les salga de los narices, incluyendo comprar o dejar de comprar la mano de obra a Pepe, a
Mohamed o a Chung Lee, en España, en
jovenlandia o en la China.
Como esto parece que se entiende mucho mejor en jovenlandia o en la China que en España, pues no es raro que al final, cada vez más empresarios hasta los narices de tanto analfabeto económico, rojo de salón, acabe comprando la mano de obra en cualquier parte menos aquí.
Yo por ejemplo, de haber tenido empleados que hubiesen querido hacer huelga, no los habría "coaccionado" lo más mínimo; me gusta que la gente se muestre tal cual es y dejarla hacerlo. Luego me los habría cepillado sin contemplaciones, pero no tanto por gente de izquierdas o huelguistas, sino por iluso pelota de los marisqueros, que ni siquiera saben distinguir a quienes les toman el pelo; no me gusta trabajar con gente sencilla.
Luego, claro, nos quejamos de que hay paro.