Los de los 75 u 80 años es el ciclo de Kondratieff.
Tiene que ver con que la generación de los nietos dilapida lo que los abuelos construyeron.
Sin más.
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Para poder decir que están sincronizados, deberías de presentar dos modelos causales INDEPENDIENTES y luego un mecanismo de sincronización.
Ninguna de las dos cosas presentas.
Sólo palabrería, como siempre.
No creo que en el mundo real existan dos procesos que obedezcan a modelos causales independientes y que aparezcan sincronizados por un tercer proceso de sincronización, aunque este tipo de construcciones engorrosas y superfluas son muy comunes en todas las supersticiones, sobre todo en esa superstición oficial llamada ciencia.
No es necesario modelar dos procesos independientes y luego inventar un ridículo mecanismo de sincronización, como haría un físico del CERN, o un más riguroso y respetable brujo del vudú jamaicano porque solo hay un proceso que es, además, trivial.
Se trata del proceso de crecimiento progresivo de La Bestia poco trabajadora, el Estado. Como el Estado crece según se alimenta consumiendo la riqueza económica creada por la sociedad, y como el caudal de riqueza económica que la sociedad es capaz de crear depende de cierta cantidad de riqueza inmovilizada, acumulada, como capital, se produce un proceso cíclico: El Estado crece a costa de la economía hasta que supone un peso insoportable para la economía, momento en el que la economía comienza una fase de colapso que arrastra al Estado.
La primera fase del ciclo, es la fase que podríamos llamar "la fase del trabajo duro" en la que viven su juventud los abuelos. Se trabaja mucho y se consume muy poco, las personas, las empresas y el Estado llevan una vida austera y de ahorro. Los servicios públicos y los "derechos" (paguitas, subsidios, subvenciones) son muy modestos.
La economía crece y acumula capital: se observa una expansión del tejido productivo, surgen factorías, universidades, carreteras, hospitales gracias al ahorro colectivo y al muy bajo gasto estatal. En esta fase, anterior al Estado del Bienestar, el Estado es un parásito pequeño y tolerable.
Como efecto de esta acumulación de capital, de tejido productivo e industria, el flujo de riqueza creada aumenta, el precio de los bienes de consumo se desploma lo que causa un rápido aumento de los salarios (reales). La gente comienza a poder tener agua caliente, frigorífico, coche, a poder hacer viajes de placer o acceso a la economía del ocio: deportes, cine, etc
La Bestia, que como todo parásito crece cuando crece su huésped, aumenta en tamaño a velocidad explosiva. Se desata una "carrera de armamentos" inestable entre las diferentes familias socialistas de la aristocracia estatal. En esta guerra, fulastres socialistas de derechas, como Cristina Cifuentes, compiten contra fulastres socialistas de izquierdas, como Alberto Garzón, por ver quien ofrece más Estado de Bienestar, osea, por ver quien es más corrupto en la compra caciquil de votos con el sacrificio de los contribuyentes.
Esta "carrera de armamentos" es inherentemente inestable, porque la corrupción de los políticos y el egoísmo de una sociedad infantilizada es infinito. Así que esa forma corrupción llamada Estado de Bienestar crece rumbo a la estratosfera hasta que se topa con el colapso económico que el consumo estatal del capital tiene como efecto.
Ese es el momento de la Gran Depresión.
Llegados a este punto, los idiotas socialistas de derechas y los idiotas socialistas de izquierdas optan por lo mismo de siempre: la compra caciquil de votos mediante el populismo pero, como siempre, barnizan en diferente tono su corrupción.
Los socialistas de izquierdas se inventan imbecilidades económicas que les permiten justificar sus promesas reaccionarias de hacer que las cosas sean como antes: volvereis a cobrar vuestras paguitas. Los impuestos a unos ricos imaginarios, el saqueo a una imaginaria economía supergida y otras chorradas tipo Gestha forman el núcleo anumérico de estas imbecilidades.
Los socialistas de derechas prometen lo mismo, dado que fascistas de un tonalidad o del otro son lo mismo, y como los socialistas de izquierdas basan su populismo en prometerte nuevos "derechos" a costa del sacrificio de "otros"
Si en el teatro guiñol de las izquierdas corruptas, los "otros" que serán sacrificados, son seres imaginarios como "el mercado de derivados", que supone 856 veces el PIB mundial, los "especuladores internacionales", que en la xenofobia más tradicional eran llamados "especuladores extranjeros", los "ricos", "la finanza" y demás, en el teatro guiñol de los socialistas de la derecha, los otros son pagapensiones, trabajadores pobres del sudeste asiático y otras pobres gentes indefensas que te roban tu trabajo o tu paguita y de los que el poder político te protegerá mediante otras, las mismas, falacias e imbecilidades económicas.
En el enlace entre este final de ciclo y el inicio del siguiente ciclo de corrupción de la estafa del Estado de Bienestar, necesariamente debe ocurrir una supresión completa del Estado del Bienestar y una larga y dura etapa de esfuerzo, austeridad y ahorro.
Esta desaparición del Estado del Bienestar es una necesidad lógica y ocurre en todos los casos pero puede ocurrir de dos formas:
A) A través de una gran guerra
B) Como consecuencia del uso de la inteligencia y de una renuncia voluntaria
Lo que los liberales llamamos "liberalismo" vendría a ser la opción B)