Todo esto que dice es cierto, y está muy bien decirlo (cualquiera que haya pasado cerca de cualquier administración sabe que es así). Ahora, el mérito político no está en decirlo cuando uno es el enfant terrible y tiene 24 votos inenlazables con ningún otro grupo. El mérito está en hacer lo que hay que hacer cuando uno está en el gobierno con mayoría absoluta, o bien es visagra.
Es como si el PNV se pone a despotricar sobre la independencia del PV en cada Aberri Eguna. Lo importante es pedirlo cuando te vienen a pedir sopitas, o cuando tienes el voto decisivo. Si lo que quieres es conseguirlo, vamos.
Veremos si el colectivo Borgx se acuerda cuando realmente importe, o no ha sido más que otro brindis al sol a cuenta de la cosa que rezuma por los seis costados del sistema político patrio.