ATARAXIO
Madmaxista
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El sesso entre animales en el mundo salvaje es a menudo antagonista, debido a que los intereses sensuales de los animales entran en conflicto. Una explicación dada para esto es que, en general, los machos aumentan su eficacia biológica si aumenta el número de crías y parejas, mientras que para las hembras es mejor tener menos crías y, por lo tanto, menos parejas. Esto ocurre porque tener crías supone por lo general una inversión mucho mayor de recursos para las hembras que para los machos. Son las hembras quienes quedan embarazadas o ponen bemoles, quienes prestan la mayor parte del cuidado parental y, en el caso de los mamíferos, quienes dan leche a las crías. La inversión de energía y recursos por parte de los machos es mucho menor. Por lo tanto, los machos tienden a adoptar una estrategia reproductiva centrada en aumentar el número de parejas, mientras que las hembras tienden a adoptar una estrategia consistente en tener pocas parejas de mayor calidad.
Esta asimetría de intereses lleva a la coerción sensual, en la que los machos fuerzan a las hembras a aparearse con ellos, empleando la fuerza, acosándolas hasta que acceden, o castigando los rechazos. El antagonismo sensual entre machos y hembras es tan generalizado que se ha comparado con una “carrera armamentista sensual”, y se considera una causa del diformismo sensual (diferencias físicas entre machos y hembras en una determinada especie) y de la especiación.
Coerción sensual entre animales
Esta asimetría de intereses lleva a la coerción sensual, en la que los machos fuerzan a las hembras a aparearse con ellos, empleando la fuerza, acosándolas hasta que acceden, o castigando los rechazos. El antagonismo sensual entre machos y hembras es tan generalizado que se ha comparado con una “carrera armamentista sensual”, y se considera una causa del diformismo sensual (diferencias físicas entre machos y hembras en una determinada especie) y de la especiación.
Coerción sensual entre animales