LA
BANDERA “EUREKA” (AUSTRALIA)
Esta bandera fue creada como pabellón de guerra durante la
Rebelión de Eureka (conocida popularmente como “
Eureka Stockade” o Empalizada de Eureka) de 1854 que culminó con una batalla que enfrentó a los mineros de
Ballarat (en el estado de Victoria) con las tropas coloniales británicas el 3 de diciembre en el paso de Eureka, un arrabal de la ciudad minera. Aquel acontecimiento histórico supuso el primer y último alzamiento civil armado en Australia.
En el origen de aquella rebelión civil estuvieron la objeción de los mineros de Ballarat durante la fiebre del oro de Victoria a costear las cambiantes y arbitrarias tasas de las licencias de minería que exigía la administración colonial sin que éstas les otorgaran derechos de representación y los agravios que padecieron por parte del gobierno, la policía y el ejército. Aquel descontento -que venía precedido de una situación similar durante las protestas de los mineros de Bendigo en 1853- escaló desde la creación del movimiento
Liga para la Reforma de Ballarat, que abogaba por la desobediencia civil, hasta la abierta insurrección armada de los mineros. El detonante final fue el asesinato de un trabajador escocés en un hotel de Eureka y la posterior absolución del principal sospechoso, el propietario del establecimiento, por parte de un juez tenido por corrupto. Los mineros se congregaron para protestar en torno al hotel y lo incendiaron sin que un pequeño destacamento de soldados pudiera contener a la turba enfurecida.
A consecuencia de ello se produjo la posterior detención de nueve mineros y las subsiguientes asambleas masivas en Ballarat donde defendieron “
que es el derecho inalienable de todo ciudadano tener voz en la promulgación de las leyes que le exigen acatar, y que la tributación sin representación equivale a la tiranía”. La asamblea también proclamó que Australia debería separarse de Gran Bretaña si la situación no mejoraba. Ante semejante escenario el comisionado británico ignoró sus demandas, incrementó la presencia policial en Ballarat y ordenó el envío de refuerzos desde Melbourne. Lejos de dejarse intimidar, los mineros atacaron a las tropas llegadas desde la capital de Victoria hiriendo a algunos soldados. Al día siguiente la Liga para la Reforma admitió su fracaso negociador con las autoridades y los sublevados prendieron fuego a las aborrecidas licencias, a lo que el comisionado respondió con redadas que condujeron al arresto de ocho mineros. Esto provocó que los líderes de la Liga fueran reemplazados por
Peter Lalor, un viajero irlandés que defendía la resistencia armada frente al gobierno colonial, y se formaran brigadas con estructura militar.
El 1 de diciembre los mineros desafectos se congregaron en Bakery Hill, un suburbio de Ballarat, donde ondearon solemnemente la bandera de la independencia australiana y le juraron lealtad mediante la “promesa de Eureka” declarada por Peter Lalor: “
Juramos por la Cruz del Sur mantenernos firmes los unos junto a los otros y luchar para defender nuestros derechos y libertades”. Los mineros acamparon alrededor de la enseña para resistirse a futuras redadas y al hostigamiento de las autoridades. Aquella fue la primera vez que ondeó públicamente la bandera Eureka, cuya autoría se atribuye al minero canadiense
Henry Ross (al menos se sabe que fue Ross, muerto como capitán en la Batalla de Eureka, quien llevó el diseño a un grupo de mujeres de Ballarat para que la tejieran, quien la desplegó en Bakery Hill y lideró con ella la posterior marcha hacia la empalizada).
Sobre fondo azul, en su centro se encuentra una cruz blanca con cinco estrellas del mismo tonalidad que representan la constelación de la
Cruz del Sur o
Crux Australis. Su diseño está inspirado en la
bandera de la Federación Australiana, primer intento en 1830 de creación de una enseña propia para Australia, pero como gesto de desafío excluía deliberadamente del pabellón la “
Union Jack”. La notable presencia de nativos irlandeses entre los mineros rebeldes, en un momento histórico en el que Irlanda luchaba por su autodeterminación, incidió en aquella aversión hacia la enseña británica.
La famosa empalizada fue levantada en los días sucesivos de forma improvisada con troncos y restos de carros viejos. La estructura nunca pretendió ser una especie de fortaleza militar, sino más bien un refugio donde los mineros pudieran protegerse. El 3 de diciembre una partida de 276 soldados y policías se aproximó a la Empalizada de Eureka dando comienzo a una breve, desigual y encarnizada batalla. El anárquico ejército de mineros, compuesto por unos 150 hombres, fue barrido por un regimiento militar en apenas diez minutos. En el fragor de la batalla el líder rebelde Peter Lalor fue herido de bala en su brazo izquierdo, se refugió tras unos troncos y logró escabullirse para después ser escondido por los suyos. A consecuencia de las heridas debieron amputarle el brazo. Según el propio Lalor, quince mineros (la mayoría irlandeses) murieron dentro de la empalizada y ocho más posteriormente a causa de sus heridas (otras fuentes elevan la cifra de muertos a más de 30). Tras la derrota varios policías y soldados continuaron con la carnicería disparando y balloneteando a los vencidos. Se relató cómo las mujeres se arrojaban sobre los heridos para evitar que los remataran. Entre soldados y policías las víctimas fueron seis.
Tras la batalla, un oficial de policía llamado John King desarrió la bandera Eureka de la empalizada. Las autoridades declararon la ley marcial y sofocaron las revueltas. A medida que corrió la noticia de la masacre, alrededor de 1.500 personas salieron a las calles en Melbourne para condenar la acción del gobierno. De los aproximadamente 120 mineros arrestados tras la rebelión, 13 (siete irlandeses, un judío escocés, un australiano, un afroamericano, un jamaicano, un holandés y un italiano) fueron encausados por alta traición. Más de 10.000 personas acudieron a la Corte de Melbourne para conocer el veredicto. Tras deliberar apenas media hora, el jurado les declaró no culpables entre los aplausos y la algarabía del público asistente en la sala del tribunal.
Una Comisión de Investigación enviada a las minas de oro emitió un informe con varias recomendaciones, entre ellas la de restringir la inmi gración china. Las licencias de minería mensuales fueron abolidas y sustituidas por derechos mineros anuales y una tasa de exportación basada en el valor del metal. También la figura del guardián de mina fue reemplazada por la de los comisionados del oro y el número de policías se rebajó drásticamente. El Consejo Legislativo fue ampliado para acoger a los representantes de las principales minas de oro. Peter Lalor, convertido en una figura popular, fue elegido diputado del Consejo Legislativo de Victoria por el distrito de Ballarat en 1855.
En las crónicas de la época se refieren recurrentemente a la bandera Eureka como “
bandera australiana” o “
Cruz del Sur” y en la historiografía actual se considera a la rebelión minera de 1854 un hito de la soberanía y democracia australianas. Aunque los acontecimientos de Eureka no tuvieron una incidencia política decisiva en la transformación de Australia han sido interpretados como una revuelta de hombres libres contra la tiranía, de la empresa libre frente las tasas abusivas, de la clase trabajadora frente a la dominante privilegiada o como una expresión de republicanismo. Tal vez la incidencia de éstos haya sido magnificada por los australianos al carecer en su historia de una rebelión equiparable a la Revolución Francesa o la Guerra de Independencia Americana. La enseña es vista popularmente en Australia como un símbolo de identidad nacional y de protesta, principalmente en causas antigubernamentales e inconformistas, y goza de cierto reconocimiento institucional. Actualmente es utilizada tanto por sindicalistas de izquierda como por (sobre todo a partir de los años 80) organizaciones de extrema derecha. Durante una gira de los príncipes de Gales en 1983 un republicano australiano agasajó a Lady Di, sin conocer ésta su significado, con una pequeña bandera de Eureka.
Lo que queda de la enseña original de Bakery Hill está expuesto en el Museo de la Democracia Australiana en Eureka (M.A.D.E.), propiedad del ayuntamiento de Ballarat y emplazado en el lugar que ocupara el campamento de los soldados durante la Empalizada de Eureka.