el hereje es bergoglio.
Ratzinger al respecto: “Ese dogma (el de la infalibilidad) no significa que todo lo que diga el Papa es infalible. Significa, exactamente que en el cristianismo, en la fe católica en todo caso, hay una última instancia que decide. Significa que el Papa tiene autoridad para decidir, con carácter vinculante, en las cuestiones esenciales, y que nosotros, en definitiva, podemos tener la certeza de que la herencia de Cristo se ha interpretado correctamente”… “El Papa, lógicamente, también está sujeto a ciertas condiciones, que a él le obligan en grado sumo, para garantizar que no se trata de una decisión suya, de su conciencia subjetiva, sino que se ha tomado conforme a la conciencia de la Tradición”… “Los obispos de Roma fueron muy pronto conscientes de su tradición petrina, y de que, junto a aquella responsabilidad, habían recibido la promesa de ayuda para responder a ella. En la crisis del arrianismo, esto se hizo evidente al ser Roma la única instancia que pudo hacer frente al Emperador. El obispo de Roma, que, naturalmente, debe oír a toda la Iglesia en su conjunto y no crear una nueva fe, tiene una función que está en línea de la promesa petrina. Todo esto se ha formulado conceptualmente de manera definitiva en el año 1870”(Estas citas están tomadas del libro “La sal de la Tierra”, capítulo “El dogma de la infalibilidad”).