Yo reitero lo dicho: a los g-men, salvo excepciones muy concretas, hay que tratarlos en casa, impidiendo a toda costa que se acerquen a hospitales o centros de salud. Precisamente porque son un organismo gregario: si tienen un infectado todos estarán contaminados, y no es permisible tener una tribu de infectados armando la zambra en los alrededores de un hospital o intentando entrar en masa para acompañar a uno de los suyos: les importa una hez si llevan un dedo de roña encima o si exponen a cientos de personas a infecciones y a contagios.
Sería buen momento para enseñarles el duro palo que vienen eludiendo desde hace décadas, pero todavía hay demasiados cobardes en los Hayuntamientos y en los servicios sociales, y demasiados perversoss que hacen la caridad con el dinero ajeno.
Con la crisis que se avecina no tiene sentido mantener a medio millón de parásitos antisociales viviendo de La Paga® y actuando como si fuesen los puñeteros señores de todo. Es así como se llega a los crímenes racistas en masa y a los exterminios: pero parece que hay quienes están esperando que precisamente eso suceda: para decir que ya lo avisaron (cuando realmente no avisaban de una fruta hez®) o para exhibir su conciencia impoluta, inmaculada y estulto hasta la da repelúsncia.