Unidas Podemas, el desastre

Marcos de Quinto se alinea con Girauta y llama «augusto» a Iglesias.
El polémico ingreso mínimo vital que prepara el Gobierno, al dictamen de Unidas Podemos, tiene un nuevo detractor en la figura del diputado de Ciudadanos (Cs) Marcos de Quinto, que ha subido el tono esta mañana en Twitter y ha llamado «augusto» al vicepresidente segundo del Ejecutivo, Pablo Iglesias.
 
Maria Ruiz (Vox) Vs El Cheposo de Galapagar (Unidas Pandemias).
Round 1 (Win Maria Ruiz):



Round 2 (Win Maria Ruiz):


 
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Pablenin involucrado en el Caso Dina (Dina Bousselham, Caso Villarejo).
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BOMBAZO: una ex novia de Pablenin desmonta la tesis de las ‘cloacas’ e implica a Iglesias en el 'caso Villarejo'.

El partido carga contra Dina Bousselham por afirmar que Iglesias le devolvió una tarjeta de móvil "destruida" y admitir que las capturas de pantallas de sus conversaciones las difundió ella. Podemos construyó su campaña de 2019 sobre la supuesta red difamatoria de medios y policías corruptos .


La declaración de Dina Bousselham en la Audiencia Nacional se ha convertido en un peligroso bumerán para Pablo Iglesias. La exasesora de Iglesias en el Parlamento Europeo y exdirigente de Podemos desmintió el lunes casi por completo la tesis del vicepresidente del Gobierno en la investigación sobre el robo de su móvil en 2015, que se investiga en el marco del caso Tándem sobre el excomisario José Manuel Villarejo. Sobre la presunta conspiración de medios y policías, Iglesias construyó su campaña electoral de 2019 y ahora la sospecha es que fue él quien maniobró aprovechando el caso Villarejo.

El pasado lunes, Bousselham admitió ante el juez Manuel García-Castellón haber sido la autora de las capturas de pantalla comprometedoras con Iglesias, entre las cuales se encontraría la polémica conversación sobre la periodista Mariló Montero, y que también ella las envió a otros compañeros de partidos y otras personas.





A la vez, corrigió su primera versión y afirmó que lleva más de tres años en posesión de una tarjeta que en teoría perdió en 2015. Bousselham, además, desveló por primera vez que cuando el secretario general le devolvió la tarjeta SD del móvil presuntamente robado en verano de 2016, seis meses después de que se la pasara el expresidente del grupo Zeta, estaba "destruida". En la primera declaración se limitó a indicar que el contenido era ilegible.

Ese giro en su declaración ha levantado todo tipo de sospechas sobre la actuación de Iglesias. “El juez quiere saber quién destrozó esa tarjeta y por qué”, señalan preocupados en el partido jovenlandesado. El temor es que el asunto acabe salpicando al secretario general. Y que, de paso, salgan a la luz más pruebas en su contra. Por ejemplo, la posibilidad de que Iglesias no devolviera la memoria SD en 2016, sino mucho tiempo después. O sea, que la guardó sin que Bousselham lo supiera.

Campaña "planificada"

El embrollo político-judicial dio un vuelco a finales de 2018, cuando la exasesora de Iglesias en Bruselas y dirigente de Podemos Madrid recibió la información de que la Policía había encontrado en el domicilio de Villarejo una copia de su tarjeta de memoria SD. Después de denunciar el robo, había ampliado la denuncia en julio de 2016 para extender la acusación a los medios que acababan de publicar parte del material de la misma. Tras recibir la llamada de la Policía, la exasesora avisó a la cúpula del partido y en Podemos se dieron cuenta de que podían obtener rédito de la situación.

En 2019, Podemos entraba en su año más difícil. Actuaba de muleta de Pedro Sánchez y estaba debilitado electoralmente, Iglesias e Irene Montero lidiaban con la polémica del chalet y las arcas del partido estaban casi vacías. Se abrió una ventana de oportunidad: utilizar el caso Villarejo para alimentar las tesis de las cloacas periodístico-policial y volver al esquema del “victimismo”. El partido remontó los sondeos, pasando del 11% al 13,5% de votos.

El tema de las cloacas fue el eje de la campaña de Podemos en las elecciones de abril de 2019, con el exasesor argentino de Iglesias, Pablo Gentili, en primera linea. Fue una “estrategia bien planificada”, aseguran en Podemos, donde ahora reconocen que la rectificación de Bousselham no solo desmonta ese argumento, sino que amenaza con implicar a Iglesias en un encaje de bolillos imprevisible.

Destrucción de prueba

La situación es tan enrevesada que Villarejo ha pasado de protagonista a comparsa. A nivel judicial ya todos creen que el juez acabará archivando la presunta conexión entre el excomisario y el robo, para centrarse en investigar quién y por qué destruyó la tarjeta del móvil. “El juez ahora querrá saber si es cierto lo que dice Dina o Pablo: uno de los dos miente”, reconocen en el partido, donde aseguran que la cúpula quiere alejarse de ella.

"El juez dejó entender que el asunto no termina aquí”, recogen fuentes judiciales y también de Podemos para comentar la declaración del lunes en la Audiencia Nacional. Y añaden que podría ser el preludio a la apertura de otra investigación en el seno del caso Tándem, con el agravante, esta vez, de una posible imputación de Iglesias por destrucción de pruebas. “Ahora Iglesias deberá demostrar que él no rompió la tarjeta. Lo tiene difícil”, recalcan.

La cuestión es que la versión de Bousselhan chirría en algunos puntos y no cuadra con lo que dijo Iglesias. La exasesora de Podemos, por ejemplo, no declaró hasta el pasado marzo que Iglesias le había devuelto la tarjeta en verano de 2016. “El juez eso no se lo explica y se lo ha dicho claramente”, afirman personas conocedoras de la declaración de la exasesora.

Luego está el tema de las capturas de pantalla. También en ese caso, la exdirigente de Podemos modificó su versión en pocas semanas. En la primera declaración negó tres veces haber enviado ella las imágenes. Pero el pasado lunes lo admitió.

“Si Dina envió las capturas de pantalla a miembros del partido para rajar contra Iglesias, ¿a quién se las envió? ¿Pablo pudo retener la tarjeta para intentar aclarar todos los participantes de esos chats paralelos?”, comentan fuentes de Podemos que recuerdan que, por aquel entonces, el líder de Podemos ya desconfiaba de Íñigo Errejón (el primer choque se registró en 2015 y no a finales de 2016).

¿Pudo estar interesado en saber con quién había contactado Bousselham?.

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Las capturas de pantalla se publicaron después de las elecciones de junio de 2016, recuerdan en el partido jovenlandesado. Ese hecho demostró que no había una conspiración contra Podemos. “Era la demostración que venía de dentro. Eso lo sabía todo el mundo. También Pablo. Si hubiera sido para dañar el partido, las capturas de Mariló Montero habrían salido antes de las elecciones; en cambio, fue después. Se filtraron para hacer daño a Pablo, no al partido”, agregan en Podemos, señalando al sector errejonista.

Defensa propia

Fuentes de Podemos reconocen que la cúpula del partido no está satisfecha con la declaración de la testigo del lunes. Algunos señalan al error en la estrategia de defensa de la abogada, mientras que otros plantean si “más que un error, hay algo detrás”. Lo más probable, no obstante, es que Bousselham haya corregido su versión para defenderse ante una posible acusación de falso testimonio. Pero han vuelto a aflorar las sospechas sobre ella: “Muchos desconfiamos de ella, pero Pablo no quiso hacer nada”, comentan en Podemos.

El entorno de Bousselham supo que la policía se estaba centrando en la tarjeta de memoria SD y en quién la había destruido solo a partir del pasado mes de marzo. Hasta entonces nadie temía un desenlace de ese tipo. Bousselham ya había hecho su primera declaración, y es a partir de marzo, según las fuentes consultadas, que la exdirigente vio por dónde estaban mirando los investigadores.

Ante las contradicciones de Bousselham, es probable que el juez pida a Iglesias otra declaración jurada. El vicepresidente declaró como parte afectada pero estaba obligado a decir la verdad, al igual que los testigos. Si el juez de la Audiencia Nacional considera que mintió, puede elevar una imputación por falso testimonio que se analizaría en el Tribunal Supremo.

Ver archivo adjunto 324803

Una exasesora de Podemos desmonta la tesis de las ‘cloacas’ e implica a Iglesias en el 'caso Villarejo'
Podemos enchufa a una ‘exnovia’ de Iglesias como asesora en el Ayto. de Coslada, con un sueldo de 3.800 € al mes.
 
"Es un abuso": una asociación de guardias civiles critica el aumento de seguridad en el chalet de Pablo Iglesias.

La UGC denuncia que se utiliza a los agentes como “escudo para el bienestar de un político” y reclama a Interior que justifique el incremento del dispositivo.

En el comunicado, la Unión de Guardias Civiles también insta a Iglesias a pedir disculpas públicas “por las ofensas y ataques vertidos por él y por alguno de los componentes de su agrupación política contra los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y en caso de que no se produzcan solicitamos su dimisión ante la incoherencia de sus actos como representante del Gobierno de España”.


 

Alertan que Sánchez e Iglesias están introduciendo castrocomunismo en España

Manuel Zalba, miembro del Colegio de Abogados de Madrid, afirmó que el Gobierno de Sánchez quiere establecer un modelo similar al de Cuba y Venezuela.

MIAMI.- La España que describe Manuel Zalba, miembro del Colegio de Abogados de Madrid, da pie para pensar que el Gobierno del presidente español, Pedro Sánchez, de la mano de Pablo Iglesias, su socio en la cúpula gobernante, estaría dando pasos agigantados para establecer en el país ibérico un modelo socioeconómico y político similar al de Cuba y Venezuela.

El letrado, quien también es uno de los 10 integrantes de la Comisión Justicia Cuba, una organización multinacional que fiscaliza los delitos de lesa humanidad del castrismo, explica que durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de cobi19 la administración de Sánchez estaría mostrando una serie de comportamientos que son propios de regímenes totalitarios.

“Yo creo que lo quieren hacer de una forma más sutil, por lo menos de momento, y acercarse más hacia un modelo argentino, por ejemplo, que hacia un modelo tan autoritario como el de Venezuela, de cara a la opinión pública”, dijo Zalba en una entrevista exclusiva con DIARIO LAS AMÉRICAS.

-¿Cómo califica en tiempos de esa época en el 2020 de la que yo le hablo la alianza entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para cogobernar en España?

Yo estoy en contacto diario con España a pesar de estar aquí en Miami y, sin duda, nos ha tocado el peor Gobierno, en la peor situación inimaginable, pues estamos claros que ningún Gobierno ha podido afrontar bien esta gestión porque eran incalculables los daños que se podían producir.

Pero esta coalición del Partido Socialista con Podemos, sin duda está sirviendo para alentar y, sobre todo, acelerar ese modelo ideológico, económico y social que tienen Pablo Iglesias, Alberto Garzón y muchos de los miembros del Gobierno.

-¿Ha servido esta esa época en el 2020 de la que yo le hablo de catalizador para observar que esa fusión con Podemos podría traer un cambio de modelo de gobierno?

Sí. Aquí tenemos tres derivas básicas: económica, social y sanitaria, pero también la de limitar los derechos de los ciudadanos y, sobre todo, los derechos sociales, en donde estamos entrando en una deriva autoritaria sin precedentes, aprovechando este estado de alarma, y el Gobierno socialcomunista, que tiene más de comunista que social, se ha regado con dinero público a los medios de comunicación más importantes.

Entonces, no es sólo que controlan la televisión pública a su antojo, sino que las cadenas de televisión más importantes de España han recibido decenas de millones de euros en este mes y medio, pues, obviamente, tienen una intención única que es limitar las críticas al Gobierno.


Por otro lado, en las redes sociales hemos visto descaradamente cómo miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado han dicho que una de las acciones que están llevando a cabo es limitar todas las acciones que vayan en contra del Gobierno en internet, y así se ha visto cómo se ha censurado a través de Twitter, Instagram e incluso WhatsApp contenido e información que criticaba al Gobierno por una gestión nefasta no solo a nivel de los fallecidos, sino también porque somos el país del mundo por millón de habitantes con más número de muertos y, sobre todo, además, porque las cifras están demostrando que son falsas, o sea no se han contado como se debería a los fallecidos por esta triste esa época en el 2020 de la que yo le hablo y si estamos en un número alrededor de los 30 mil oficiales podemos esperar que sean más del doble.

En esta deriva sanitaria, en la que los números no encajan, pues hemos tenido también casos de presunta corrupción que se van a investigar, si Dios quiere, acerca de la compra de material sanitario con presuntas empresas de dudosa trayectoria y precios bastante inflados.

-¿Esas acciones en internet y redes sociales acometidas por el Gobierno podrían verse como una especie de dictadura cibernética?

Sin lugar a duda. Sobre todo, hay dos empresas, una de ellas se llama maldita.es y otra se llama Newtral, las cuales están dirigidas por personas muy cercanas al Gobierno y son agencias que se dedican a investigar en internet lo que ellos llaman bulos, que es una palabra realmente conocida, pero que nunca se había usado como en estos meses, en las que ellos dicen qué es verdad y qué no es verdad.

Imagínese que tengamos una agencia que ahora dice lo que es cierto y lo que no es cierto. Esto es peor que el libro de George Orwell (1984) y, además, no es una sospecha, está clarísimo, que una de las personas que dirigen estas empresas es Ana Pastor, que ha sido una reportera muy reconocida en programas de televisión en España, pero que tanto ella como su marido tienen estrechos vínculos con Podemos y el Partido Socialista, y estas agencias se dedican en redes sociales a quitar y censurar un tuit o cualquier otro contenido que ellos digan que no es verdad. Pero, además, todo esto se está mezclando con algo que es el uso del lenguaje por parte de estas ideologías, como ha pasado en Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, usando palabras que hacen que el ciudadano se vaya a otra imaginación, por ejemplo, estamos hablando de palabras que ya son comunes en España como ‘desescalada’ (cuyo significado es las fases para el regreso a la normalidad), que suena bien porque escalar es llegar a la cima, y también la ‘V asimétrica’, que es como se supone que la economía española va a avanzar en los próximos meses, una expresión que no deja de sonar muy bonita, pero que realmente refleja una quiebra total por lo que está sucediendo en España. También tenemos un lenguaje de género, un lenguaje relativo al cambio climático que este Gobierno está usando únicamente para instaurar un modelo que nunca han ocultado porque hay decenas de vídeos de Pablo Iglesias y de Alberto Garzón, que es el ministro de Consumo, una persona que ha dicho que su modelo productivo de referencia es el de Cuba. Imagínese tener de ministro de Consumo del país a alguien que no oculta esto y un vicepresidente como Pablo Iglesias y su esposa, que me encanta que Podemos sea un partido que abogue tanto por la igualdad de género, pero el único mérito que tiene Irene Montero, que es la ministra de Igualdad es ser esposa del vicepresidente de Pablo Iglesias.

-A propósito de Pablo Iglesias, llama la atención que este político cuando estaba fuera del Gobierno alentaba las protestas, pero ahora que está dentro de la esfera gubernamental parece que está un poco molesto por este tipo de manifestaciones.

Correcto. Como fue el desastre de Vargas, en Venezuela, estas ideologías usan desastres de este tipo para avanzar en su modelo y cuando gobernaba, por ejemplo, Mariano Rajoy, o cuando ha habido otros políticos de centroderecha, ellos mismos [izquierda radical] han alentado manifestaciones en casas de esos políticos diciendo una expresión que es muy bonita, que se llama ‘jarabe democrático’, pero cuando les ha tocado pasar protestas de gente pacífica, que se está manifestando guardando una distancia de seguridad, sin enfrentar a la Policía, sin quemar contenedores, autos y cualquier espacio público, sino, todo lo contrario, quejándose, diciendo que esto no puede seguir así, lo que han encontrado es a un pueblo español que no es fistro y que, a pesar de todo, las protestas que están pasando no son sólo en las casas de estos políticos, sino que se están dando en las principales ciudades de España, todos los días a las 9 de la noche, con personas que salen con sus banderas y cacerolas a quejarse y no es sólo por la crisis sanitaria, sino porque este Gobierno ha limitado la actividad del Parlamento estos tres meses haciéndose con un estado de alarma en el que estamos, aprovechando muchas cosas que te preocupan mucho como es el acceso de Pablo Iglesias dentro de la comisión del Centro Nacional de Inteligencia, un acceso que, de hecho, hay partidos como VOX intentado limitar porque hay vinculaciones muy fuertes y claras de Pablo Iglesias con el régimen de Maduro, el régimen iraní y toda la red del castrochavismo.

No podemos olvidar que en estos seis meses escaso del Gobierno de Pablo Iglesias y Pedro Sánchez hemos tenido cuatro o cinco casos, mínimo, que involucran a España con dictaduras latinoamericanas y ha sido el caso de Delcy Rodríguez (vicepresidente del régimen de Maduro en Venezuela) cuando aterrizó en el aeropuerto de Barajas, descargando un número de maletas enorme. También el caso de los espías cubanos que se descubrió el 19 de noviembre del año pasado y ya nadie habla de eso y teníamos espías cubanos dentro de España haciendo labores de inteligencia, pero, además, se sabe que no se les dio la nacionalidad española, pero siguen en España y siguen haciendo esos trabajos. Otro caso es el de Hugo “el pollo” Carvajal (exmilitar y político venezolano), un narcotraficante con vinculaciones con la dictadura de Venezuela y que, además, estaba pedido en extradición por Estados Unidos y el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ha conseguido que se libre de momento de esa tradición.

-Con todo lo que menciona, que suena muy preocupante, ¿hacia dónde marcha España? ¿Podría convertirse su país en otra Venezuela o Cuba?.

Yo quiero pensar que no porque el pueblo español es muy valiente y no va a dejar que su país entre en una crisis así, pero, sin lugar a duda, hay una inacción muy grande y recordemos que se decía que no pasaría nada igual a Cuba en Venezuela y pasó.

Yo creo que lo quieren hacer de una forma más sutil, por lo menos de momento, y acercarse más hacia un modelo argentino, por ejemplo, que hacia un modelo tan autoritario como el de Venezuela, de cara a la opinión pública. Pero, sin duda, Europa no nos va a salvar; los que nos tenemos que salvar somos nosotros de todos estos que no son incompetentes, sino orates porque realmente tenemos un Gobierno que no es incompetente o simple, que es lo que piensa mucha gente, sino un Gobierno con una hoja de ruta muy marcada.
 

El plan Iglesias: romper con Sánchez ante el rescate.

El líder de Podemos utiliza La Moncloa para relanzar su alternativa electoral al PSOE. Sánchez está atrapado en la coalición y el PP está dispuesto a exprimir su agonía.

«El fin justifica los medios o la raíz de todos los males». El título al despropósito del pacto del PSOE con Bildu de la semana pasada sale del Partido Socialista y resume la cuenta de resultados de lo que se quedó en un muy poco hábil «ejercicio de trilerismo político», con España en una situación de emergencia nacional.

Irritó a todos aquellos de los que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, depende para poder administrar la crisis social y económica que deja la esa época en el 2020 de la que yo le hablo: al PNV, a ERC, a Ciudadanos y hasta al «núcleo duro» de su Gobierno. Pero entre todo, lo que más duele en el partido es que volvió a dejar en evidencia, «una vez más», la «deslealtad» de Unidas Podemos. «No es que haya dos Gobiernos en uno con problemas de coordinación, como temía Pedro antes de firmar el acuerdo, sino que hay un partido dentro del Gobierno con una agenda propia», lamentan en las filas socialistas.

Sánchez está obligado a asumir que su Gobierno, su programa y su agenda han quedado fulminados. Y que aquel que decía que «le quitaría el sueño», en el caso de compartir Gobierno con él, su hoy vicepresidente, parece que está ya preparando su futura salida de un Ejecutivo achicharrado por la crisis económica y social para relanzar su proyecto alternativo al del PSOE. Ni un sacrificio ha hecho hasta ahora en la puesta en escena y en la agitación ideológica de sus diferencias frente al PSOE. En algunas de las «baronías» socialistas echan humo por el «trágala» de Moncloa, porque no haga valer que dentro del Gobierno las siglas del PSOE son las que tienen una mayor fuerza electoral detrás, y porque se permita que a estas siglas se les arrebate su compromiso con el «escudo social», del que se ha apropiado Iglesias.

Ahora no hay peligro de ruptura porque Sánchez e Iglesias se necesitan mutuamente y el líder de Podemos no tiene todavía armado el relato para descolgarse del Gobierno de coalición sin que le penalice. Pero son muchos los que ya le ponen fecha a esa salida: la de los ajustes que tendrá que hacer España para financiar una deuda que pulverizará todos sus récords. Un Gobierno de izquierdas no puede, además, resistir a una calle incendiada no por las protestas teledirigidas por Vox, sino por la necesidad social, y ese escenario es muy posible que marque la agenda del próximo otoño. Y si ya es difícil que el Gobierno de coalición aguante en sí ese movimiento de desestabilización, lo que se antoja imposible es ver a Iglesias mutualizando con Sánchez el desgaste.

El presidente del Gobierno constató este miércoles que no tiene la mayoría de la investidura, y que los intentos de disimular la necesidad de recibir el auxilio de Ciudadanos para sujetar la caída de su Gobierno, y sujetar al país, sólo acaban volviéndose en su contra, como ocurrió en la quinta prórroga del estado de alarma.

Esa mayoría de investidura nunca le desalojará del Gobierno con una moción de censura, eso también es cierto, pero no le facilitará la gestión de la catástrofe. Tiene 155 escaños, y si no recompone la confianza de Ciudadanos, medida a medida, iniciativa a iniciativa, y frena las políticas del programa de Podemos, tendrá muy difícil presentarse en Europa en condiciones de que se atienda su petición de ayuda. Podemos no le abre puertas en Bruselas, se las cierra. Y Podemos, como saben en el partido de Sánchez, tampoco va a quemarse en la hoguera por las duras medidas que España necesitará implementar para afrontar la larga recesión que ha sembrado la el bichito-19.

Sánchez está atrapado en su acuerdo de coalición: ya no tiene alternativa, y su socio no le hará de costalero cuando vengan más malas, de hecho, nunca ha representado ese papel. La formación jovenlandesada ha vestido ante la opinión pública con mucho esmero sus diferencias con una parte del Gobierno, sobre todo con el núcleo duro económico, como se ha visto con las ayudas a los alquileres, la ley de libertad sensual, el impuesto a las rentas altas, la declaración del estado de alarma, el ingreso mínimo vital o, lo más reciente, la derogación íntegra de la reforma laboral pactada con Bildu.

Una polémica que lo que desnuda es el acuerdo de investidura de Sánchez e Iglesias en sí mismo, porque se redactó para que las dos partes pudieran decir que habían impuesto su programa, derogación total o parcial, y sabiendo, además, los dos firmantes que la viabilidad del compromiso era escasa, por no decir nula.

«La lealtad de Iglesias es con su proyecto, siempre, y en cuanto le convenga dejará el Gobierno de coalición para intentar sacar ventaja electoral de nuestro sufrimiento por la gestión de la crisis. Nunca ha mentido, su objetivo es derribar al PSOE y tumbar el régimen del 78», reflexiona un presidente autonómico socialista. Iglesias no puede romper con ERC ni con Bildu. Ni tampoco puede solidarizarse con ningún tipo de acuerdo con la «derecha» de Inés Arrimadas: su supervivencia política depende de no perder la seña de líder de una izquierda a la izquierda del PSOE. El «jefe» de Podemos llegó al Gobierno con su partido en una situación de debilidad máxima, pero en ningún caso cree que su estancia en La Moncloa le lleve a darse por amortizado.

Y de todo esto el resultado para el interés general es un Gobierno desestabilizado desde dentro. Con un principal partido de la oposición dispuesto a exprimir su agonía. Con Vox empujando por detrás. Y con Ciudadanos preparado para negociar y hacer valer sus diez escaños, pero siempre a cambio de algo y sin renunciar a su ortodoxia económica, incompatible con la de Podemos. La presión autonómica, municipal y de los agentes económicos es lo único que puede alterar unas inercias nacionales que parecen estar diseñadas desde la mesa de la demoscopia electoral. En Castilla y León. en Valencia, en Castilla-La Mancha o en Andalucía sí se están cerrando acuerdos.
 
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