Asi es, señor, si, es como si un ratón se mete en el nido del águila, pero creo firmemente que en el fondo todos podemos ser muy fulastres con el prójimo.
No le deseo ningún mal, señor, no se equivoque. Mi salida sólo ha sido un alarde de humor oscuro, muy necesario a veces.
De hecho, mi animadversión a este estado de cosas no va hacia Uds., sino a los hijos de mil pilinguis que lo han creado por motivos espurios. Son los pagapensiones fichas inocentes que el poder maneja a voluntad.
Póngase UD. en mi situación, con una invasión sin precedentes en mi sociedad de millones de individuos que no encajan ni con pegamento y sólo van a crear disensiones.
Es comprensible la emigración y buscar nuevas oportunidades, como se hizo en América y otras partes del mundo. Pero esto es distinto. Como no pretendo pecar de conspiranoico, le ahorro diversas interpretaciones del hecho.
Salud.