Agropecuario
Maestre de Campo
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Su minuto de inconsciencia le costó caro. Un vecino de la pedanía murciana de El Palmar, A.P., sufrió esta semana un robo al perder el conocimiento en la sala de espera del hospital Virgen de La Arrixaca. «No me enteré absolutamente de nada», relata este joven, que aún no da crédito a lo ocurrido, «pero cuando desperté vi que me estaban quitando el reloj». La víctima de esta sustracción ya ha puesto el caso en conocimiento de la Policía Nacional y los servicios de vigilancia del centro han dirigido al cuerpo las grabaciones de las cámaras de seguridad. Según explica el afectado, en esa grabación se observa el momento de su desmayo y cómo tres personas se le acercan rápidamente. «Me desmayé y se abalanzaron sobre mí», explica. Dos de ellas, al parecer, le prestaron ayuda. Una, sin embargo, le dejó sin teléfono móvil.
Este murciano acudió al servicio de urgencias del centro hospitalario a primera hora de la tarde del lunes. Llevaba varios días aquejado de una gastroenteritis aguda y comenzaba a sentirse realmente mal. Tras un primer análisis, los médicos le derivaron a una sala de espera más pequeña que, según explica, en ese momento estaba repleta de pacientes. «Apenas llevaba allí unos minutos cuando comencé a marearme y me levanté para pedir ayuda», relata. Al incorporarse, este joven perdió el conocimiento y se desplomó en el suelo de la sala.
Este paciente ha podido saber, a posteriori, que tan solo estuvo un minuto inconsciente, pero fue suficiente para que le desapareciese la 'blackberry' que portaba. «Lo recuerdo todo como si fuese un sueño», explica. «Cuando me desperté vi a una mujer mayor que trataba de quitarme el reloj, pero al mirarla me dijo: 'Ay, se te ha soltado esto' y desapareció». Tras este desvanecimiento, el paciente fue trasladado a unas camillas en otra sala y, una vez que ya le atendía el médico, reparó en el teléfono móvil y en que ya no lo tenía. «Me dejaron llamar a mi madre y al acercarse al hospital estuvo preguntando, pero no lo encontró».
La sorpresa, según explica el afectado, llegó cuando los servicios de seguridad del centro revisaron las grabaciones de las cámaras de seguridad que, al parecer, llegaron a registrar la sustracción. El asunto está ya en manos de la Policía Nacional, después de que el afectado acudiese a la comisaría de El Carmen a interponer denuncia. A.P., mientras tanto, aún no acaba de explicarse cómo pudo sufrir un robo de estas características en una sala atestada de pacientes y aprovechando un escaso minuto de flaqueza.
«Me desmayé y se abalanzaron sobre mí». La Verdad
Pasito a pasito hacia la tercermundizacion total :vomito:
Este murciano acudió al servicio de urgencias del centro hospitalario a primera hora de la tarde del lunes. Llevaba varios días aquejado de una gastroenteritis aguda y comenzaba a sentirse realmente mal. Tras un primer análisis, los médicos le derivaron a una sala de espera más pequeña que, según explica, en ese momento estaba repleta de pacientes. «Apenas llevaba allí unos minutos cuando comencé a marearme y me levanté para pedir ayuda», relata. Al incorporarse, este joven perdió el conocimiento y se desplomó en el suelo de la sala.
Este paciente ha podido saber, a posteriori, que tan solo estuvo un minuto inconsciente, pero fue suficiente para que le desapareciese la 'blackberry' que portaba. «Lo recuerdo todo como si fuese un sueño», explica. «Cuando me desperté vi a una mujer mayor que trataba de quitarme el reloj, pero al mirarla me dijo: 'Ay, se te ha soltado esto' y desapareció». Tras este desvanecimiento, el paciente fue trasladado a unas camillas en otra sala y, una vez que ya le atendía el médico, reparó en el teléfono móvil y en que ya no lo tenía. «Me dejaron llamar a mi madre y al acercarse al hospital estuvo preguntando, pero no lo encontró».
La sorpresa, según explica el afectado, llegó cuando los servicios de seguridad del centro revisaron las grabaciones de las cámaras de seguridad que, al parecer, llegaron a registrar la sustracción. El asunto está ya en manos de la Policía Nacional, después de que el afectado acudiese a la comisaría de El Carmen a interponer denuncia. A.P., mientras tanto, aún no acaba de explicarse cómo pudo sufrir un robo de estas características en una sala atestada de pacientes y aprovechando un escaso minuto de flaqueza.
«Me desmayé y se abalanzaron sobre mí». La Verdad
Pasito a pasito hacia la tercermundizacion total :vomito: