citocromo
Madmaxista
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Venga, va, dejar ya de ser incendiarios...
Las terrazas están llenas.
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Venga, va, dejar ya de ser incendiarios...
Hamijo, el tema de fondo no son los insultos y desprecios gerontocéntricos, sino el hecho de que la burbuja no implica sólo "el presente", sino "el futuro".
El timo crediticio consiste en traer dinero del futuro, para financiar la orgía pepitera. Con lo cual, ese futuro no va a tener dinero para financiar un tejido empresarial capaz de darnos un futuro. Teniendo en cuenta que las hipotecas eran a 40 años.... pues quiere decir que nos vamos a pasar 40 años metiendo dinero en la máquina del tiempo y mandándolo a 2006.
Y eso afecta no sólo al que compró, sino al conjunto de la economía, que ve desparecer ese dinero que va (obviamente) rumbo al bolsillo de los banqueros timadores. Los insultos me tiran de un pie. Lo que joroba de verdad es el choriceo, y que tengan el santo morro de soltarnos un "la pelota está en tu tejado, chavalín".
Acabo de leer las 25 paginas del hilo, que he encontrado muy interesante, pero...
quizás por exceso de información o por estar algo "empanao", no he podido sacar en claro ninguna reivindicación por parte de los foreros.
Resumiendo
¿ de qué os quejais ?
Acabo de leer las 25 paginas del hilo, que he encontrado muy interesante, pero...
quizás por exceso de información o por estar algo "empanao", no he podido sacar en claro ninguna reivindicación por parte de los foreros.
Resumiendo
¿ de qué os quejais ?
Más que un día, un siglo de rabia.
Mi punto de vista, de rojuno ortodoxo:
El gran problema es que no hay una ideología por detrás que sustente las aspiraciones. En el siglo XX tenían al marxismo, y con el marxismo se mató a las élites, fusilaron al capitalista y se fundaron sistemas. Fue necesario un sistema socioeconómico y filosófico completo que reemplazara, paso por paso, el sistema anterior.
Pero los soviéticos se toparon con la genética: la corruptela del jerarca y la vaguería del trabajador. Y ahí cayeron.
Por ahora, devoro cualquier clase de posible renacimiento de ideas colectivistas noocráticas con lo que ya sabemos después de estos años en psicología de masas, economía, y biogenética...
...aunque cada año que pasa, una parte de mí se convence de que precisamente por todo eso estamos condenados a la explotación. Somos cortoplacistas y jerárquicos desde que bajamos del árbol.
A ver quién cambia eso.
Como ya dije en algún post, visto lo visto, tras nuestra extinción, quizás los calamares inteligentes lo hagan mejor. De momento, la estadística de nacimientos predispone al 95% de la población a ser un borrego. Y eso, o lo cambiamos con ingeniería genética (y serás tachado de nancy), o la cagamos.
te cuento, el de 30 tenia ansiedad y tomaba cipralex y orfidal, y en el trabajo aun sabiendo las circunstancias de esta persona, pues 4-5 managers sin escrupulos siguiendo con la presión a esta persona y unas cuantas más,resultado una noche se toma 15 orfidales,la mitad de una tableta más o menos y como 10 cipralex,resultado por la mañana lo encuentran los padres moribundo,con lesiones irreversibles en el cerebro y a causa de ellos progresivamente en otros organos,tras 10 días agonizando murio.
Un chaval que estaba ahorrando para independizarse a finales de este año,
eso si los managers no aparecieron por el entierro y la empresa desconto el sueldo de los trabajadores que fueron al entierro.
¿qué os parece? ¿cómo se os queda el cuerpo?
Mmmm... el problema de los insultos y el desprecio intergeneracional, tal como yo lo veo, es que representan la manifestación social de un fenómeno mucho más profundo. Son un destello, digamos, de lo que en realidad habita en el subconsciente colectivo de la sociedad española. Son el brillo en la oscuridad de los ojos de un Saturno dispuesto a devorar a sus hijos.
En mi opinión, en España se da un fenómeno único -o casi- en el mundo.
Durante el periodo comprendido entre los años 50 y 80, España experimentó un boom económico brutal. Eramos el segundo país que más rápidamente se desarrollaba en el mundo. Este proceso, por diversas causas, terminó corrompiendose hasta convertirse en una orgía crediticia inmobiliaria que, si bien ahora estamos pagando, en su momento creó una gran ilusión de riqueza y prosperidad.
En consecuencia España pasó de ser uno de los países más pobres de Europa a uno de los -aparentemente- más ricos del mundo en un periodo relativamente pequeño. El mismo periodo que una generación necesita para pasar desde su infancia hasta su madurez. Esto produjo que en nuestro país una generación -o dos-, pasara de ver a los abuelos lavándose con palangana, a ocupar puestos de "manajement an jiuman resourses" en un "jran international bisnes".
Una generación de neo-ricos fue gestada.
Al calor de una economía que presentaba una tasa de crecimiento cercana al doble dígito, con una legislación laboral muy protectora con el trabajador heredada de la lucha de clases de los abuelos -contratos fijos, subidas salariales por antigüedad y jugosas indemnizaciones por despido- y mientras España recibía abundante turismo e inversión extranjera, las generaciones nacidas en las décadas de los 50 y 60 se lanzaron a la construcción de su proyecto vital.
Negocios que florecían por doquier, grandes empresas públicas que crecían y crecían, nuevas oficinas, nuevas instalaciones, nuevos puestos de encargado, de jefe, de manager. Las cosas iban bien. Se entraba de peón, tal vez sin formación, y a base de experiencia se iba avanzando en la jerarquía de la empresa -ya sabes, el "la experiencia lo es todo" que tanto cacarean los lactantes, normal, pues a ellos les funcionó-, mientras, se recibía un salario acorde al nivel de precios de la época, un obrero podía mantener a su familia. Si eras ingeniero o licenciado entonces la cosa era ya la bomba.
Llegó la falsa transición, nos colaron la cosa de partitocracia. Nadie se quejó. Normal, había suficientes garbanzos para todos.
Vino el me gusta la fruta de Felipe González, la descomposición de la soberanía nacional, la progresiva desmantelación de nuestra industria, el capado de nuestra agricultura y ganadería. Había algo de paro pero ¡hoyga! nuestras recién adquiridas posesiones inmobiliarias comenzaban a subir como la espuma.
La crisis del 92. Reforma laboral. ETTs, precariedad para los jóvenes pero ¿a quién le importaba? La mayoría de los no tan jóvenes estaba muy bien. Con sus contratos fijos listos para proporcionarles una buena indemnización gracias a la ya apreciable antigüedad adquirida en la empresa. ¡Nah! Porque sufran un poco los jóvenes no va a pasar nada. "Todos hemos pasado por ello" ¿verdad? Resignación.
Siglo XXI. Mileurismo. Deslocalizaciones. Precariedad prolongada en el tiempo. Licenciados e ingenieros por los suelos. Mega-inflación de los productos básicos. Dumping laboral. ¿Y qué? ¿Acaso eso iba con nuestras queridas generaciones 50 y 60? ¡Nah! Ellos seguían teniendo ese gran flotador que es el contrato fijo+indemnización. Además ya hacía tiempo que habían dejado atrás las farragosas aguas de "la juventud" para pisar la tierra sólida de "la madurez", ellos ya eran veteranos, ya tenían experiencia y, recordemos, la experiencia lo es todo. Aunque no tengas ni idea ni inglés, ni de informática, ni de nada de nada; aunque seas tan simple como para compartir la contabilidad de la empresa en red -verídico- y que tus 35 empleados vean como gastas sólamente 55.000€ en nóminas mensuales, mientras tu te asignas un sueldazo de 60.000€ al mes. Aunque seas un lastre para la empresa. No importa porque, recuerda, eres manager, eres jefe, jefazo, y los jefazos no están para ser productivos sino para hacer que los que están por debajo sean productivos. Y eso si que sabes hacerlo bien. Vaya que si.
Segunda onda expansiva de la burbuja inmobiliaria. Decadencia. Deuda. Consumismo atroz. Pelotazos inmobiliarios. Corrupción. Anquilosamiento del aparato público. Nada importa. Las imbersiones inmobiliarias suben como la espuma. Los hijos de nuestras avezadas generaciones 50 y 60 pululan por su adolescencia o su juventud. Criados en un entorno de "toma niño la Play" y "has suspendido muchas ¿eh? pero bueno te compro la moto que no vas a ser tu menos que el hijo del vecino", comienzan a darse de morros con la realidad. Las quejas son aplacadas de manera inmisericorde "Niña no me molestes que estoy viendo la tele", "venga, venga, que os quejáis por todo, yo a vuestra edad...", "intereses del 15% ¡hoyga!". Una nueva generación comienza a tomar forma, criados entre algodones para después ser lanzados contra una pared de clavos oxidados. No comprenden lo que ocurre. Todo pinta tan bien. Tan bonito. La economía sube. Vacaciones y rayos uva por doquier. Y sin embargo la vida no les satisface. Navegan a través de un océano de frivolidad, de botellón en botellón, entre unos padres que no les comprenden -"yo a vuestra edad..."- y unos jefes tiranos que no dudan en exprimirlos hasta la médula en el trabajo -"esto es lo que hay"-. Los veteranos no les guían. Les pisotean.
2007-2008. Crisis. Todo a la cosa. Los más listos de la generación de triunfadores del pisito están recogiendo plusvalías inmobiliarias, el agua ya debería de llegarle al cuello a la mayoría de la población española para que a ellos les llegara a los pies. No harán nada para prevenir la debacle social. Los más simples, pagarán su codicia ladrillil durante lo que les quede de vida llevando al cuello una soga hipotecaria atada a cientos de miles de euros de deuda. Tampoco harán nada en contra del actual sistema que les tiene pillados por los bemoles. Por delante se han llevado todo lo bueno que este país algún día pudo ofrecer. Las nuevas generaciones tendrán que tragar con toda la sarama que han generado durante su fiesta especulativa.
Esto es lo que hay.
Así nos han dejado el percal los mismos que despotrican contra los "ninis" a la par que contra los de la "titulitis", los que se quejan del "pasotismo" de la juventud a la vez que critican a esos salvajes "vándalos antisistema". Los que rajan, en definitiva, de todo y de todos. Apoltronados en su sillón de "self-made man" o en su sofá de "contrato fijo+indemnización muchimillonaria" la generación "Doctor Frankestein" se tira de los pelos al ver los defectos del monstruo que a creado. Todo con tal de evitar ver el reflejo de su propia decadencia.
¿Podrías citar el nombre de la consultora? Lo digo por que yo trabajo en el ramo y no me gustaría acercarme a semejante casa de horror ni en pintura.
No quiero mejoras. No quiero un cambio de partido en el poder. No quiero transiciones pacíficas. Quiero sangre. Quiero ver colgados a políticos, periodistas, policías, empresarios sin escrúpulos, jefes, jefecillos... Quiero ver oficinas quemadas, coches destrozados.
Sin justicia no puede haber paz.
El mejor post del hilo.
Tú, hamijo, tienes una visión, un sueño, una meta.
Tú, hamijo, piensas a lo grande.
El futuro te pertenece.