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Un jefe de Púnica creó una red de diarios zombie para mejorar la imagen de políticos - Noticias de España
Los cabecillas de la operación Púnica habrían obtenido beneficios millonarios en el sector de la energía y el mercado inmobiliario, pero también decidieron adentrarse en el mundo de los medios de comunicación para tratar de explotar la vanidad de los políticos. La Guardia Civil ha acreditado que la presunta red corrupta obtuvo contratos de instituciones públicas para supuestos servicios de marketing que en realidad se utilizaron para pagar y ocultar campañas de reputación para los máximos responsables de esos organismos.
Según ha podido saber El Confidencial, la trama creó un grupo de comunicación integrado por más de medio centenar de diarios digitales especializados en información local que se encargaba de divulgar noticias positivas sobre sus clientes. Al menos tres ayuntamientos gobernados por el Partido Popular llegaron además a firmar contratos publicitarios con este grupo mediático desmantelado ahora por la investigación de la Audiencia Nacional.
La sociedad que se esconde tras ese grupo de portales es Madiva Editorial y Publicidad S.L. En el registro mercantil consta como única administradora de la firma una persona anónima, María Josefa Valero Palacios, pero las pesquisas de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han permitido constatar que el verdadero dueño de la sociedad es el empresario Alejandro de Pedro Llorca, uno de los líderes del caso Púnica. El instructor del procedimiento, el juez Eloy Velasco, le ha enviado a prisión provisional sin fianza tras concluir que encabezaba una organización de tráfico de influencias que habría actuado en Madrid, León y Murcia.
Su actividad también alcanzó otros territorios. El conglomerado de medios que controlaba desde la sombra lo componían páginas como noticiasmenorca.es, alcobendastodonoticias.es, astorgaactualidad.es, alicantenoticias.es, leonactualidad.es, noticiasaviles.es, ahoracistierna.es y noticiasmalaga.es, entre otras. Se trata de supuestos diarios digitales que en realidad están alimentados únicamente por motores de noticias que se van actualizando de forma automática, lo que habitualmente se conoce como una red de páginas zombie.
La mayoría de los diarios de Pedro Llorca –la mayoría siguen en activo- sólo replican las notas de prensa que divulgan los ayuntamientos de los municipios a los que se dirigen. La creación de enlaces entre las diferentes páginas del grupo y la continua publicación de nuevas noticias favorecen el posicionamiento de estas web en los principales buscadores. Sin embargo, se trata de diarios digitales muertos, sin contenido real. Su función sólo consiste en generar un ruido informativo favorable a las corporaciones en las que están implantados.
Según ha podido saber este diario, la red de Pedro Llorca llegó a contar con hasta 60 diarios locales completamente fantasma. Pero eso no impidió que al menos tres ayuntamientos decidieran confiar en el empresario y colocar publicidad en sus medios. El Ayuntamiento de Valencia, gobernado por el PP, ha reconocido que firmó un acuerdo con el grupo del empresario detenido para colocar anuncios en la web ahoravalencia.es por valor de 10.800 euros más IVA entre junio y diciembre de este año. El consistorio valenciano ya ha abonado una factura de 1.563 euros más IVA pero ha anunciado que suspenderá el contrato.
El Ayuntamiento de Castellón, también en manos del PP, insertó igualmente publicidad en el grupo del cabecilla del caso Púnica. Concretamente, accedió a pagarle 7.292 euros más IVA por la colocación de anuncios en los meses de septiembre y octubre. Según el consistorio de Castellón, aún no le “ha abonado ninguna cantidad”. Las facturas han quedado “suspendidas de forma inmediata”.
El tercer anunciante oficial detectado por El Confidencial es el Ayuntamiento de Cartagena. Fuentes de este organismo han reconocido un acuerdo con Madiva por importe de 3.200 euros más IVA en concepto de una campaña publicitaria en sus medios entre los meses de junio y septiembre. “Nos llegó una propuesta por correo y pensamos que podía ser interesante. La Concejalía de Turismo tenía en marcha una campaña de promoción y ellos nos ofrecieron llegar a un público local en toda España al que nosotros no habíamos accedido”, asegura este portavoz del Ayuntamiento de Cartagena. Esta institución ya ha abonado una factura de 800 euros más IVA, pero tras el estallido del caso ha decidido paralizar las otras tres de igual cantidad que quedaban pendientes.
No es la primera vez que Cartagena aparece en la trama Púnica. El propio Pedro Llorca mantenía una fluida relación con un empresario de la construcción que fue alcalde de esta localidad, José Antonio Alonso, también imputado en este procedimiento. La Guardia Civil detectó una llamada de Alonso a un alto cargo de la Consejería de Industria y Turismo, el también detenido José Fidel Saura, interesándose por otro acuerdo de Madiva con este organismo por importe de 24.000 euros más IVA. En este caso, los agentes de la UCO intervinieron antes de que el negocio se cerrara.
Un jefe de Púnica creó una red de diarios zombie para mejorar la imagen de políticos - Noticias de España
Los cabecillas de la operación Púnica habrían obtenido beneficios millonarios en el sector de la energía y el mercado inmobiliario, pero también decidieron adentrarse en el mundo de los medios de comunicación para tratar de explotar la vanidad de los políticos. La Guardia Civil ha acreditado que la presunta red corrupta obtuvo contratos de instituciones públicas para supuestos servicios de marketing que en realidad se utilizaron para pagar y ocultar campañas de reputación para los máximos responsables de esos organismos.
Según ha podido saber El Confidencial, la trama creó un grupo de comunicación integrado por más de medio centenar de diarios digitales especializados en información local que se encargaba de divulgar noticias positivas sobre sus clientes. Al menos tres ayuntamientos gobernados por el Partido Popular llegaron además a firmar contratos publicitarios con este grupo mediático desmantelado ahora por la investigación de la Audiencia Nacional.
La sociedad que se esconde tras ese grupo de portales es Madiva Editorial y Publicidad S.L. En el registro mercantil consta como única administradora de la firma una persona anónima, María Josefa Valero Palacios, pero las pesquisas de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han permitido constatar que el verdadero dueño de la sociedad es el empresario Alejandro de Pedro Llorca, uno de los líderes del caso Púnica. El instructor del procedimiento, el juez Eloy Velasco, le ha enviado a prisión provisional sin fianza tras concluir que encabezaba una organización de tráfico de influencias que habría actuado en Madrid, León y Murcia.
Su actividad también alcanzó otros territorios. El conglomerado de medios que controlaba desde la sombra lo componían páginas como noticiasmenorca.es, alcobendastodonoticias.es, astorgaactualidad.es, alicantenoticias.es, leonactualidad.es, noticiasaviles.es, ahoracistierna.es y noticiasmalaga.es, entre otras. Se trata de supuestos diarios digitales que en realidad están alimentados únicamente por motores de noticias que se van actualizando de forma automática, lo que habitualmente se conoce como una red de páginas zombie.
La mayoría de los diarios de Pedro Llorca –la mayoría siguen en activo- sólo replican las notas de prensa que divulgan los ayuntamientos de los municipios a los que se dirigen. La creación de enlaces entre las diferentes páginas del grupo y la continua publicación de nuevas noticias favorecen el posicionamiento de estas web en los principales buscadores. Sin embargo, se trata de diarios digitales muertos, sin contenido real. Su función sólo consiste en generar un ruido informativo favorable a las corporaciones en las que están implantados.
Según ha podido saber este diario, la red de Pedro Llorca llegó a contar con hasta 60 diarios locales completamente fantasma. Pero eso no impidió que al menos tres ayuntamientos decidieran confiar en el empresario y colocar publicidad en sus medios. El Ayuntamiento de Valencia, gobernado por el PP, ha reconocido que firmó un acuerdo con el grupo del empresario detenido para colocar anuncios en la web ahoravalencia.es por valor de 10.800 euros más IVA entre junio y diciembre de este año. El consistorio valenciano ya ha abonado una factura de 1.563 euros más IVA pero ha anunciado que suspenderá el contrato.
El Ayuntamiento de Castellón, también en manos del PP, insertó igualmente publicidad en el grupo del cabecilla del caso Púnica. Concretamente, accedió a pagarle 7.292 euros más IVA por la colocación de anuncios en los meses de septiembre y octubre. Según el consistorio de Castellón, aún no le “ha abonado ninguna cantidad”. Las facturas han quedado “suspendidas de forma inmediata”.
El tercer anunciante oficial detectado por El Confidencial es el Ayuntamiento de Cartagena. Fuentes de este organismo han reconocido un acuerdo con Madiva por importe de 3.200 euros más IVA en concepto de una campaña publicitaria en sus medios entre los meses de junio y septiembre. “Nos llegó una propuesta por correo y pensamos que podía ser interesante. La Concejalía de Turismo tenía en marcha una campaña de promoción y ellos nos ofrecieron llegar a un público local en toda España al que nosotros no habíamos accedido”, asegura este portavoz del Ayuntamiento de Cartagena. Esta institución ya ha abonado una factura de 800 euros más IVA, pero tras el estallido del caso ha decidido paralizar las otras tres de igual cantidad que quedaban pendientes.
No es la primera vez que Cartagena aparece en la trama Púnica. El propio Pedro Llorca mantenía una fluida relación con un empresario de la construcción que fue alcalde de esta localidad, José Antonio Alonso, también imputado en este procedimiento. La Guardia Civil detectó una llamada de Alonso a un alto cargo de la Consejería de Industria y Turismo, el también detenido José Fidel Saura, interesándose por otro acuerdo de Madiva con este organismo por importe de 24.000 euros más IVA. En este caso, los agentes de la UCO intervinieron antes de que el negocio se cerrara.
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