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Madmaxista
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Tractoria y Tractorrent
por Mikel Amigot
29/01/2018
(Nueva York, 29 Enero 2018)
Ahora que Tabarnia ha alcanzado su bautismo mediático, tras haberle dedicado The New York Times media página (y en domingo), es el momento de lanzar Tractoria, el país imaginario de la Cataluña indepe, rural y subvencionada.
Como presidente, ¿qué tal Roger Tractorrent, hoy mandamás del Parlament? Gerundense de origen, emerge con la ventaja de su aspecto agrario. Sólo es necesario algún leve ajuste estético. El traje por la camisa de leñador y la gorra de John Deere. Puede conservar en la solapa el lazo-muñeco de inocente-inocente amarillo; igual sirve para reivindicar los presos polítics que una mejora en los precios del cereal. De estudios también anda bien. Ser politólogo por la Autónoma de Barcelona es una buena credencial, tanto para el pastoreo de ganado como para el riego de subvenciones.
En el test de aldaneidad, Tractorrent, antes Torrent, ha puntuado alto con su apoyo a toda iniciativa no fundamentada en derecho. Pues todo el mundo sabe que ese retorcimiento jurídico es cosa de señoritos de ciudad; en el campo todo es más sencillo. En cuestión de ideas, basta con mirar los consejos del día del calendario de la Caixa Rural Torrent (así se llama, en feliz coincidencia). Un pozo de sabiduría. Si la cosa reflexiva queda corta, ahí está Xavier Novell, Obispo de Solsona, dispuesto a echar un cabo.
Y es que Tractorrent I no estaba a gusto en el Parlament en el papel secundario de Torrente brazo simple de la ley. La posibilidad de acabar en Chirona, y no en Girona, era demasiado real. Además, conviene moverse rápido; no sea que el paisano y competidor en el exilio imponga el uso de skype y se auto-corone como Molt Honorable virtual.
Tractoria va a necesitar más cuadros técnicos. No es problema: el banquillo payés es pródigo. Los alcaldes de la vara –versión desmejorada del Tío de la Vara de Jose Mota– acumulan amplia experiencia en subsidios al campo. Igual les cuesta un poco ajustar esa imagen indígena de tribu con lanza, pero el germen etnicista viene de serie.
Más ventajas: la tecnología. La prueba: cientos de tractores a punto. A diferencia de los tractores españoles, incapaces de sobrepasar las lindes del pueblo, los de Tractoria sorprenden al mundo recorriendo cientos de kilómetros. Ahí esta la contínua exhibición tecnológica en la Rambla tabarnesa. Y hay quien sostiene que los tabarneses quisieron anexionarse a España en un gesto de envidia ante la tecnificación del país vecino.
Tractoria nace como una gran potencia en la nueva economía rural, ahora la globalización digital está en las últimas. Sin ser oficialmente proclamada, ya cuenta con peticiones de eco-ambientalistas y nostálgicos de los kibbutz. Una ex-tabarnesa, Anna Gabriel, está organizando las reglas para que los hijos sean entregados a la comuna, y criados por agraciadas féminas. Por el momento, la única norma clara es que los progenitores, varones o LGBT, serán elegidos en asamblea popular.
Tractoria será espejo modélico del proletariado maoísta (vuelve Mao). La República Rural de Tractoria, que agrupa Gerona, Lérida y territorios no hispanizados de Tarragona y Barcelona, asoma, de momento, como refugio escapista frente a los tabarneses obsesos de la ley. Ahora es un ideal, si bien con décadas de rodaje.
No pudo ser la ambición imperial de la República de Catalunya y los Paisos Catalans, pues aquello no se entendió en España, en Unión Europea y entre las élites de Davos. Entonces, hoy toca replegarse a las granjas de Lleida y Girona, y desde allí, una vez triunfe el plan agrario quinquenal, intentar el asalto a las ciudades. ¡Visca Tractoria!
Mikel Amigot
Columnista
IBL NEWS
por Mikel Amigot
29/01/2018
(Nueva York, 29 Enero 2018)
Ahora que Tabarnia ha alcanzado su bautismo mediático, tras haberle dedicado The New York Times media página (y en domingo), es el momento de lanzar Tractoria, el país imaginario de la Cataluña indepe, rural y subvencionada.
Como presidente, ¿qué tal Roger Tractorrent, hoy mandamás del Parlament? Gerundense de origen, emerge con la ventaja de su aspecto agrario. Sólo es necesario algún leve ajuste estético. El traje por la camisa de leñador y la gorra de John Deere. Puede conservar en la solapa el lazo-muñeco de inocente-inocente amarillo; igual sirve para reivindicar los presos polítics que una mejora en los precios del cereal. De estudios también anda bien. Ser politólogo por la Autónoma de Barcelona es una buena credencial, tanto para el pastoreo de ganado como para el riego de subvenciones.
En el test de aldaneidad, Tractorrent, antes Torrent, ha puntuado alto con su apoyo a toda iniciativa no fundamentada en derecho. Pues todo el mundo sabe que ese retorcimiento jurídico es cosa de señoritos de ciudad; en el campo todo es más sencillo. En cuestión de ideas, basta con mirar los consejos del día del calendario de la Caixa Rural Torrent (así se llama, en feliz coincidencia). Un pozo de sabiduría. Si la cosa reflexiva queda corta, ahí está Xavier Novell, Obispo de Solsona, dispuesto a echar un cabo.
Y es que Tractorrent I no estaba a gusto en el Parlament en el papel secundario de Torrente brazo simple de la ley. La posibilidad de acabar en Chirona, y no en Girona, era demasiado real. Además, conviene moverse rápido; no sea que el paisano y competidor en el exilio imponga el uso de skype y se auto-corone como Molt Honorable virtual.
Tractoria va a necesitar más cuadros técnicos. No es problema: el banquillo payés es pródigo. Los alcaldes de la vara –versión desmejorada del Tío de la Vara de Jose Mota– acumulan amplia experiencia en subsidios al campo. Igual les cuesta un poco ajustar esa imagen indígena de tribu con lanza, pero el germen etnicista viene de serie.
Más ventajas: la tecnología. La prueba: cientos de tractores a punto. A diferencia de los tractores españoles, incapaces de sobrepasar las lindes del pueblo, los de Tractoria sorprenden al mundo recorriendo cientos de kilómetros. Ahí esta la contínua exhibición tecnológica en la Rambla tabarnesa. Y hay quien sostiene que los tabarneses quisieron anexionarse a España en un gesto de envidia ante la tecnificación del país vecino.
Tractoria nace como una gran potencia en la nueva economía rural, ahora la globalización digital está en las últimas. Sin ser oficialmente proclamada, ya cuenta con peticiones de eco-ambientalistas y nostálgicos de los kibbutz. Una ex-tabarnesa, Anna Gabriel, está organizando las reglas para que los hijos sean entregados a la comuna, y criados por agraciadas féminas. Por el momento, la única norma clara es que los progenitores, varones o LGBT, serán elegidos en asamblea popular.
Tractoria será espejo modélico del proletariado maoísta (vuelve Mao). La República Rural de Tractoria, que agrupa Gerona, Lérida y territorios no hispanizados de Tarragona y Barcelona, asoma, de momento, como refugio escapista frente a los tabarneses obsesos de la ley. Ahora es un ideal, si bien con décadas de rodaje.
No pudo ser la ambición imperial de la República de Catalunya y los Paisos Catalans, pues aquello no se entendió en España, en Unión Europea y entre las élites de Davos. Entonces, hoy toca replegarse a las granjas de Lleida y Girona, y desde allí, una vez triunfe el plan agrario quinquenal, intentar el asalto a las ciudades. ¡Visca Tractoria!
Mikel Amigot
Columnista
IBL NEWS
