Testimonios de una hecatombe. Si aquellos que sobrevivieron a 2008, curtidos y aguerridos, están cayendo ahora como moscas no podemos ni imaginar la magnitud del desastre.
Hasta ahora sólo hemos visto los primeros minutos de la catástrofe, ajenos al drama económico y social que lo precede. Vamos a ver cosas que ni habríamos imaginado en España, el mundo entero será testigo del horror que se nos cierne encima.