En esa epoca los cabos soltaban palos y el regimen disciplinario era mas duro entonces se creaba una especie de omerta entre los soldados cabos etc...
Si alguno se drojaba o no nos daba igual. Hoy endia se persigue mucho con analiticas cada poco tiempo y si dan varios positivos se les sanciona o expulsa.
Algunos de los mejores soldados que tuve en esa epoca los hecharon cuando empezaron con el control de drojas y al poco de dejar el ejército acabaron mal. Mientras que estaban en activo funcionaron muy bien. Una pena
Incluso tras una pelea en una zona de copas de uniforme pues les encubrias para que la guardia civil no los detuviera.
Tambien si la liaban en el tiro o en un repligue con fuego real, con un mortero... Pues se llevavan un pechazo (puñetazo en el pecho) y le llenabamos la mochila de piedras o le ponia a excavar y llenar pozos con pico y pala incluso invente a wilson una piedra enorme con una sonrisa pintada que se la asignabamos al patoso del dia.
... al ultimo soldado del maltrato recibido.
....ya no se pegan pechazos y es muy raro el castigo fisico por contra al soldado....
Yo estuve en La Legión en el 95. En la Brigada Rey Alfonso XIII.
Yo nunca vi soltar nada, ni en la U.I.L. De hecho ya nos lo dijeron: Os vais a librar porque no os podemos pegar. Ni ostras, ni pecheras.
Solo vi a un cabo pegar collejas. Eso si, las amenazas eran una detrás de otra.
La droja era el pan nuestro de cada día, aunque había como yo, quien no la toco. Si es cierto que de allí salía mucha gente quemada.
Lo de pegarse fuera de la Base nos lo tenían advertido, que si había problemas se me metiese fuerte al que fuese, que supieran que éramos legionarios y a salir corriendo. Nunca me metí en pelea ninguna.
Lo de la mochila llena de piedras o de arena... Eso era en los 60-70. Por lo menos cuando yo estuve allí no vi nada de eso. La Constitución lo prohibía.
Yo tengo un amigo que estuvo en el Gran Capitán y otro en la GOE y ninguno ha dicho nunca nada de maltrato.
El de la GOE estuvo a mediados de los 80.
Por aquel entonces el coronel jefe del Tercio era D. Pedro María Andreu Gallardo. Se hizo buen amigo mío por algunos motivos que no vienen al caso. Me dijo que me quedará allí. No me quedé.