De todas maneras eso en el capital lo modulan hablando de trabajo socialmente necesario.
Por lo cual las dos mesas cuestan lo mismo, porque aunque una haya llevado hacerla más tiempo que otra, el trabajo socialmente necesario es el mismo. Otra cosa es que el trabajo socialmente necesario sólo sea un parche del disparate de la teoría del valor trabajo, que también es verdad que hay que entenderlo en el contexto de las revoluciones industriales en las que se pensaba que eso era ya el apogeo del desarrollo humano.
Aunque sea un gran esfuerzo, intentad entender la teoría del valor trabajo en un contexto en el que el trabajo industrial ya no va a ser sometido a cambios de paradigma, ni van a surgir necesidades o deseos nuevos en los seres humanos, y solo va a experimentar mejoras de la productividad mediante mejora de los bienes de capital y la productividad de estos. En ese contexto es fácil entender la teoría de los rendimientos decrecientes y de la plusvalía. Otra cosa es que en el momento que se ve que esas premisas no son ciertas no hay que embolicarse como todavía mucha gente hace, y hay que entender que el mercado es el único método para coordinar a los agentes económicos sin reducirlos a mero ganado deshumanizándolos.