manu02008
Madmaxista
Y yo despues de leer el tema de los camionero que anda suelto por aqui me pregunto:
¿A que se debe tanta envidia?, sobre todo yo creo que por parte de los universitarios que no se sienten valorados. Que creian que acabando una carrera iban a vivir la vida loka.
Esta envidia se expresa claramente hacia mi colectivo los lampistas, electricistas, fontaneros. Los cuales somos ratas al lado de su intelecto ingenieril y "ganamos mas" que ellos por que españa es una hez cachopo.
Ahora veo nuevamente hermanos que esta envidia se expresa contra los camioneros, los cuales son unos paletos y merecen ser ahorcados, o que hubiesen estudiado! -chilla uno a mis espaldas, con la guadaña en la mano-
No se si consigo expresar bien lo que quiero decir, en fin ahi queda:
"La envidia es un sentimiento experimentado por aquel que desea intensamente algo poseído por otro. La base de la envidia es el afán de poseer y no el deseo de privar de algo al otro, aunque si el objeto en cuestión es el único disponible la privación del otro es una consecuencia necesaria.
Se asocia la envidia al color verde o amarillo y existe incluso la frase hecha "verde de envidia" o "amarillo de envidia".
La envidia es una sensación desagradable que ocasiona conductas desagradables para los demás. Tradicionalmente ha sido considerada uno de los siete pecados capitales, según la Iglesia Católica.
La envidia ha sido frecuentemente tema literario y ha inspirado relatos literarios como el de Caín y Abel que aparece en el Génesis de la Biblia. Este relato, en realidad, ejemplifica la rivalidad y conflictos históricos entre los sistemas de vida nómadas y sedentarios de pastores y agricultores que se han desarrollado siempre a lo largo de la historia, también entre los pueblos semíticos. El escritor de la generación del 98, Miguel de Unamuno afirmaba que era el rasgo de carácter más propio de los españoles y escribió para ejemplificarlo su novela Abel Sánchez, en que el verdadero protagonista, que significativamente no da título a la obra, ansioso de hacer el bien por la humanidad, sólo recibe desprecio y falta de afecto por ello, mientras que el falso protagonista, que sí da título a la obra, recibe todo tipo de recompensas y afecto por lo que no ha hecho."
Vease tambien: celos.
¿A que se debe tanta envidia?, sobre todo yo creo que por parte de los universitarios que no se sienten valorados. Que creian que acabando una carrera iban a vivir la vida loka.
Esta envidia se expresa claramente hacia mi colectivo los lampistas, electricistas, fontaneros. Los cuales somos ratas al lado de su intelecto ingenieril y "ganamos mas" que ellos por que españa es una hez cachopo.
Ahora veo nuevamente hermanos que esta envidia se expresa contra los camioneros, los cuales son unos paletos y merecen ser ahorcados, o que hubiesen estudiado! -chilla uno a mis espaldas, con la guadaña en la mano-
No se si consigo expresar bien lo que quiero decir, en fin ahi queda:
"La envidia es un sentimiento experimentado por aquel que desea intensamente algo poseído por otro. La base de la envidia es el afán de poseer y no el deseo de privar de algo al otro, aunque si el objeto en cuestión es el único disponible la privación del otro es una consecuencia necesaria.
Se asocia la envidia al color verde o amarillo y existe incluso la frase hecha "verde de envidia" o "amarillo de envidia".
La envidia es una sensación desagradable que ocasiona conductas desagradables para los demás. Tradicionalmente ha sido considerada uno de los siete pecados capitales, según la Iglesia Católica.
La envidia ha sido frecuentemente tema literario y ha inspirado relatos literarios como el de Caín y Abel que aparece en el Génesis de la Biblia. Este relato, en realidad, ejemplifica la rivalidad y conflictos históricos entre los sistemas de vida nómadas y sedentarios de pastores y agricultores que se han desarrollado siempre a lo largo de la historia, también entre los pueblos semíticos. El escritor de la generación del 98, Miguel de Unamuno afirmaba que era el rasgo de carácter más propio de los españoles y escribió para ejemplificarlo su novela Abel Sánchez, en que el verdadero protagonista, que significativamente no da título a la obra, ansioso de hacer el bien por la humanidad, sólo recibe desprecio y falta de afecto por ello, mientras que el falso protagonista, que sí da título a la obra, recibe todo tipo de recompensas y afecto por lo que no ha hecho."
Vease tambien: celos.
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