Cuéntase que mientras los hombres deliberaban sobre qué suerte debían dar al Emir, una mujer, de nombre Sara, se adelantó con un cuchillo y segó la cabeza del jovenlandés. De ahí que esa cabeza aparezca en el escudo roncalés y que todos los descendientes del valle lo utilicen como propio.
Escudo de armas de Roncal (Navarra)
Fue un milagro! Cortó una cabeza con un cuchillo! Milagro! Es imposible!