Hombre, pues no sé si es como para tirar cohetes, si es a costa de cargarse la actividad económica del país.
Un hombre llega a un hospital con gangrena en una pierna y 42 grados de fiebre. El médico a cargo decide, además de un chute de antibióticos, decide amputarle las dos piernas y los dos brazos. La fiebre baja a 40 grados.
¿Hay que proponer a ese médico para el premio Nobel de medicina?
Lo mejor que pueden decir los defensores de Milei es que todavía es pronto y hay que darle tiempo para ver el efecto de las reformas.
Pero los datos no son buenos.