Los firmantes, de tendencia progresista, subrayaron que las «fuerzas de la intolerancia están ganando fuerza en todo el mundo y tienen un aliado poderoso en (el presidente de EE.UU.) Donald Trump, que representa una amenaza para la democracia», pero matizan que «no se debe permitir que la resistencia se convierta en su propia especie de dogma o presión, que los demagogos de la derecha ya explotan
«El libre intercambio de información e ideas, que son el sustento vital de una sociedad liberal, está cada día volviéndose más estrecho. Aunque esperábamos esto de la derecha radical, lo censurador se está extendiendo más ampliamente en nuestra cultura: la intolerancia hacia las perspectivas opuestas, la moda de la humillación pública y el ostracismo, y la tendencia a disolver asuntos complejos de política en una certitud moral cegadora», escribieron.
Nunca dejará de sorprenderme el grado de
cinismo de los que viven inmersos en su
complejo de "superioridad moral": criticando a Trump cuando, hoy por hoy, es casi el único que está luchando de forma directa a favor de la 1a Enmienda (Free Speech) y en contra del pensamiento totalitarista, con leyes y no "buenos deseos".
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Executive Order on Preventing Online Censorship | The White House
que significa que se acabó lo de ser, a la vez,
-editor de contenido (te borro lo que me apetece) y
-inocente de las "opiniones vertidas por nuestros usuarios..."
Esto se llevaba pidiendo desde instituciones conservadoras y no conservadoras (menos) años. De hecho, no les hacía falta hacer un decreto ex-profeso, pero Trump lo ha hecho mencionando expresamente a las redes sociales con nombre y apellido (Tw, FB etc) y denunciando a empresas, incluso norteamericanas, que no tenían reparos en crear motores de búsqueda para países como China en los que se "limitaran" ciertos resultados como "human rights".
Trump es muchas cosas, pero censurador va a ser que no.