Se está liando parda en Venezuela - Hilo seguimiento situacion en Venezuela (IV)

Estado
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Nos estamos cebando mucho con el narcorrégimen de maduro, pero olvidamos también la parte de culpa que tiene el propio venezolano de a pie, que muchos votan con el estómago y con miedo. No están sabiendo organizar una oposición fuerte contra la dictadura. Los ricos opositores están todos fuera del país ya, y solo quedan pobres, lumpen empobrecido, funcionarios, militares y la élite madurista. A estos tres últimos no les interesa que cambie nada, porque viven de querida progenitora contra el imperialijmo.

Las próximas elecciones creo que son en 2025. Si USA no interviene y sigue el desgaste y asedio económico a venezuela, esto me huele a “periodo especial” cubano. Un aislamiento casi total de venezuela con el resto del mundo civilizado, y con china y Rusia sosteniendo mal que bien al régimen mientras chupan todos los recursos venezolanos.

Esto provocará más venezolanos yéndose del país, y más presión inmigratoria con los paises de alrededor. Esto va para largo.
 
desmontando los fake news
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Luis Gonzalo Perez
mercenario de la comunicacion del narco medio colombiano NTN24
el mismo que ya ha salido en otros videos mintiendo

asi es como te mienten los mercenarios de la comunicacion de la derecha
y por las redes sociales de los escualidos

para que el pueblo vea la verdad
 
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Una delegación internacional de activistas contra la guerra visita Venezuela
(En directo desde Venezuela)

Bueno, conseguimos llegar a Venezuela, pero no fue fácil. Estados Unidos ha cerrado su embajada en Caracas porque no reconoce al gobierno. Por ello, es imposible conseguir un visado. Tal vez esta sea una de las razones por las que cerró la embajada. Si no puedes conseguir un visado y viajar a Venezuela, no puedes ver por ti mismo lo que está pasando y ofrecer un relato contrario al mayoritario. Pero seis de nosotros lo conseguimos y otros llevan camino de hacerlo, aunque con retraso. La mayor dificultad la pusieron las aerolíneas estadounidenses. Si utilizas en una de ellas durante la primera parte del viaje, simplemente no te permiten entrar al avión.

En nuestro vuelo a Caracas coincidimos con Bahman Azad, secretario de organización del Consejo por la Paz estadounidense, que patrocina el viaje, Gerry Condon, presidente de Veteranos por la Paz, Sara Flanders, co-coordinadora del International Action Center, Ajamu Baraka, coordinador nacional de Alianza Negra por la Paz, Joe Lombardo, co-coordinador de la Coalición Nacional Contra la Guerra, la periodista progresista Eva Bartlett y yo mismo. Como no pudimos conseguir los visados antes de salir, el gobierno de Venezuela envió una carta a cada uno de nosotros explicando que teníamos autorización para entrar en el país.

Entre las últimas horas de hoy y mañana llegarán para completar la delegación Sarah Martin, de Mujeres Contra la Locura Militar, Kevin Zeese y Margaret Flowers, de Resistencia Popular, Darien Du Lu, presidenta de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, Miguel Figueroa, presidente del Congreso por la Paz canadiense y Daniel Shea, del comité de dirección de Veteranos por la Paz.

En el aeropuerto nos encontramos con miembros del Comité de Solidaridad Internacional (COSI) *. Nos condujeron hasta el hotel y nos explicaron cómo están las cosas con los apagones y las dos manifestaciones contrarias de ayer. El oeste de Caracas es donde vive la clase media alta que constituye la base de la oposición al gobierno de Maduro. El este de Caracas es lugar de residencia de la clase trabajadora y la población negra y apoya mayoritariamente a Maduro. Hace años era un auténtico barrio de chabolas, pero la revolución bolivariana destinó muchos recursos a la comunidad y ahora sus pobladores viven en agradables edificios de apartamentos.

Cuando llegamos no había luz. Alrededor del 80% de la población carecía de electricidad. El hotel en el que nos alojamos posee su propia planta solar, por lo que cuenta con electricidad y wifi (aunque sea de manera intermitente, y en el momento de escribir esta nota desde mi habitación lo hago a oscuras). Nos explicaron que ha habido dos ataques al sistema eléctrico venezolano; ambos tenían como objetivo el sistema informático que gestiona la energía. Si la electricidad producida no puede enviarse a los lugares que la demandan, existe el peligro de sobrecarga y el sistema se viene abajo. El primer ataque se produjo el jueves pasado. Los operarios eléctricos consiguieron reiniciar el sistema y los ordenadores siguieron funcionando, pero entonces se produzco un segundo ataque, los ordenadores volvieron a venirse abajo y, en el momento en que escribo, la energía no ha podido restablecerse todavía.

Nos explicaron que, a pesar del apagón, las dos manifestaciones programadas para ayer se celebraron. El corte del suministro supone que la gente no puede utilizar las tarjetas de débito para comprar, que los semáforos no funcionan, pero lo peor de todo es que el metro de Caracas tampoco funciona, y este es el medio de transporte utilizado por la mayoría de ciudadanos, al menos los de clase trabajadora, para moverse por la capital. En todo caso, a pesar del apagón, la manifestación a favor de Maduro fue muy numerosa. La de apoyo a Guaidó estuvo menos concurrida de lo esperado.

Las personas progresistas con las que hablamos sobre esto nos dijeron que desde que el pasado 23 de febrero la supuesta “ayuda” no consiguió atravesar la frontera y los soldados que la acompañaban no pudieron entrar en Venezuela, el apoyo a Guaidó ha perdido fuerza, como demuestra la escasa presencia en esa manifestación. No fueron los seguidores de Maduro quienes nos hablaron de la poca participación, sino un corresponsal extranjero que asistió a ambas.

En la manifestación de la oposición, Guaidó afirmo que un gobierno legítimo –se refería a sí mismo– tenía el derecho constitucional a solicitar una intervención militar del exterior; que él no iba a decir cuándo se produciría, pero que dicha intervención tendría lugar. Algunas personas pensaban que los apagones son en realidad un ensayo de lo que EE.UU. podría hacer para interrumpir las comunicaciones durante una oleada turística.

Pude ver la cobertura que realizó la CNN de estas manifestaciones. Esta cadena intentó poner “buena cara” a lo que pasó ayer. Afirmaron que a la manifestación favorable a Maduro asistieron los mismos de siempre y que Maduro culpó de todo a las sanciones y la intervención de EE.UU. No hicieron mención alguna a la concurrencia de una y otra convocatoria, pero mostraron parcialmente la escasa participación en la de Guaidó y entrevistaron a una mujer que chillaba contra la “dictadura” de Maduro.

A lo largo del día pudimos tener conversaciones informales con miembros del equipo del COSI que había organizado nuestra llegada, incluyendo a Carolus Wimmer, su presidente, y con Carlos Ron, vicepresidente de asuntos exteriores venezolano.

Nos dijeron que aunque puede que la población esté dividida equitativamente a favor y en contra de Maduro, la propia oposición está gravemente dividida y el 86% de la población es contraria a la intervención extranjera.

Al final del día todos los miembros de nuestra delegación, menos dos, habían llegado y celebramos una reunión con nuestros anfitriones en la que repasamos las actividades previstas para la semana y discutimos la posibilidad de celebrar un acto en Caracas.

Ya hemos tenido multitud de propuestas de entrevistas para diversos medios. Cuando regresemos nuestra delegación tiene prevista una conferencia de prensa en la ONU, un informe público y un seminario por internet. La United National Antiwar Coalition dará información pública de estos actos.

Joseph Lombardo
es codirector de la United National Antiwar Coalition
Nota: * El Comité Internacional de Solidaridad Internacional (COSI) es una ONG creada en 1971 en Venezuela por reconocidos activistas internacionales. Desde 1972 es miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de la Paz (World Peace Council) creado tras la Segunda Guerra Mundial con el fin de promover la coexistencia pacífica entre naciones y el desarme nuclear.

Fuente: Live From Venezuela
Traducido por Paco Muñoz de Bustillo
 
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en una sede del INCES, parroquia San Juan, oeste de Caracas
suministrando agua a los vecinos del sector

vea como actua la derecha
saboteando y buscando crear caos
en cualquier espacio donde se de atencion al pueblo
twitter/video
twitter/mensaje

INCES: Instituto Nacional de Capacitacion y Educacion Socialista
cursos, carreras de formacion
gratuito
algo asi como la Formacion Profesional (FP) en España
 
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No eres el único

menudo chupotero del sistema.

A ver lo que aguanta en Venezuela cuando no pueda parasitar en el sistema.

Pocos botarates más grandes que ese he visto.
Hombre....aquí tenemos a las hermanitas de la caridad dando ostras consagradas. Pero qué pena que dais el chusquero y el bipolar.
Seguro que saldriais por patas, valientes.
Venga, a jugar a pala!
 
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No eres el único

menudo chupotero del sistema.

A ver lo que aguanta en Venezuela cuando no pueda parasitar en el sistema.

Pocos botarates más grandes que ese he visto.

El carapalurdo del chohorena no está ahora en Venezuela.
Como buen defensor de la patria bolivariana está en Vascongadas calentito y resguardado, mientras sus amigos pasan hambre y no tienen luz.
Todo un revolucionario de los de antes vamos.

Se tuvo que venir a España a operarse de un cáncer, porque allí esa operación no podían hacérsela.
Y lleva aquí bastante tiempo. No se atreve a volver.
A ver si hay un poco de suerte, y le vuelve a salir otro tumor cancerígeno, esta vez el definitivo.
 
Tampoco vendamos que Chile es la panacea por que no lo es, es un quiero y no puedo de parecerse a EEUU. Es cierto que el gobierno de Allende llevo el país a la hiperinflación y se ato al poder, pero no es menos cierto que Pinochet también se agarro como una garrapata tras dar el golpe de Estado.

No dije que Chile sea Suiza, sí está muy por encima de sus vecinos bajo todas las mediciones y parámetros conocidos, una brecha que en los últimos años se ha incrementado sistemáticamente.

De todas maneras no es que Chile "se parezca a USA", posterior al golpe la inflación en los años 1974 y 1975 se mantuvo por sobre los tres dígitos (en 1975 fue de más del 300%). Por eso los militares sin ya nada que perder optaron por entregarle la dirección de la economía (la aduana, el Banco Central, los ministerios de Hacienda y Economía) a los Chicago Boys. Y así Chile fue el primer país del mundo en que se aplicaron las recetas de la Escuela de Chicago.

En cuanto a Pinochet, al menos se largó llegado el minuto y dejó un esquema institucional bastante sólido aparte de las reformas económicas que todos conocemos.
 
Una delegación internacional de activistas contra la guerra visita Venezuela
(En directo desde Venezuela)

Bueno, conseguimos llegar a Venezuela, pero no fue fácil. Estados Unidos ha cerrado su embajada en Caracas porque no reconoce al gobierno. Por ello, es imposible conseguir un visado. Tal vez esta sea una de las razones por las que cerró la embajada. Si no puedes conseguir un visado y viajar a Venezuela, no puedes ver por ti mismo lo que está pasando y ofrecer un relato contrario al mayoritario. Pero seis de nosotros lo conseguimos y otros llevan camino de hacerlo, aunque con retraso. La mayor dificultad la pusieron las aerolíneas estadounidenses. Si utilizas en una de ellas durante la primera parte del viaje, simplemente no te permiten entrar al avión.

En nuestro vuelo a Caracas coincidimos con Bahman Azad, secretario de organización del Consejo por la Paz estadounidense, que patrocina el viaje, Gerry Condon, presidente de Veteranos por la Paz, Sara Flanders, co-coordinadora del International Action Center, Ajamu Baraka, coordinador nacional de Alianza Negra por la Paz, Joe Lombardo, co-coordinador de la Coalición Nacional Contra la Guerra, la periodista progresista Eva Bartlett y yo mismo. Como no pudimos conseguir los visados antes de salir, el gobierno de Venezuela envió una carta a cada uno de nosotros explicando que teníamos autorización para entrar en el país.

Entre las últimas horas de hoy y mañana llegarán para completar la delegación Sarah Martin, de Mujeres Contra la Locura Militar, Kevin Zeese y Margaret Flowers, de Resistencia Popular, Darien Du Lu, presidenta de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, Miguel Figueroa, presidente del Congreso por la Paz canadiense y Daniel Shea, del comité de dirección de Veteranos por la Paz.

En el aeropuerto nos encontramos con miembros del Comité de Solidaridad Internacional (COSI) *. Nos condujeron hasta el hotel y nos explicaron cómo están las cosas con los apagones y las dos manifestaciones contrarias de ayer. El oeste de Caracas es donde vive la clase media alta que constituye la base de la oposición al gobierno de Maduro. El este de Caracas es lugar de residencia de la clase trabajadora y la población negra y apoya mayoritariamente a Maduro. Hace años era un auténtico barrio de chabolas, pero la revolución bolivariana destinó muchos recursos a la comunidad y ahora sus pobladores viven en agradables edificios de apartamentos.

Cuando llegamos no había luz. Alrededor del 80% de la población carecía de electricidad. El hotel en el que nos alojamos posee su propia planta solar, por lo que cuenta con electricidad y wifi (aunque sea de manera intermitente, y en el momento de escribir esta nota desde mi habitación lo hago a oscuras). Nos explicaron que ha habido dos ataques al sistema eléctrico venezolano; ambos tenían como objetivo el sistema informático que gestiona la energía. Si la electricidad producida no puede enviarse a los lugares que la demandan, existe el peligro de sobrecarga y el sistema se viene abajo. El primer ataque se produjo el jueves pasado. Los operarios eléctricos consiguieron reiniciar el sistema y los ordenadores siguieron funcionando, pero entonces se produzco un segundo ataque, los ordenadores volvieron a venirse abajo y, en el momento en que escribo, la energía no ha podido restablecerse todavía.

Nos explicaron que, a pesar del apagón, las dos manifestaciones programadas para ayer se celebraron. El corte del suministro supone que la gente no puede utilizar las tarjetas de débito para comprar, que los semáforos no funcionan, pero lo peor de todo es que el metro de Caracas tampoco funciona, y este es el medio de transporte utilizado por la mayoría de ciudadanos, al menos los de clase trabajadora, para moverse por la capital. En todo caso, a pesar del apagón, la manifestación a favor de Maduro fue muy numerosa. La de apoyo a Guaidó estuvo menos concurrida de lo esperado.

Las personas progresistas con las que hablamos sobre esto nos dijeron que desde que el pasado 23 de febrero la supuesta “ayuda” no consiguió atravesar la frontera y los soldados que la acompañaban no pudieron entrar en Venezuela, el apoyo a Guaidó ha perdido fuerza, como demuestra la escasa presencia en esa manifestación. No fueron los seguidores de Maduro quienes nos hablaron de la poca participación, sino un corresponsal extranjero que asistió a ambas.

En la manifestación de la oposición, Guaidó afirmo que un gobierno legítimo –se refería a sí mismo– tenía el derecho constitucional a solicitar una intervención militar del exterior; que él no iba a decir cuándo se produciría, pero que dicha intervención tendría lugar. Algunas personas pensaban que los apagones son en realidad un ensayo de lo que EE.UU. podría hacer para interrumpir las comunicaciones durante una oleada turística.

Pude ver la cobertura que realizó la CNN de estas manifestaciones. Esta cadena intentó poner “buena cara” a lo que pasó ayer. Afirmaron que a la manifestación favorable a Maduro asistieron los mismos de siempre y que Maduro culpó de todo a las sanciones y la intervención de EE.UU. No hicieron mención alguna a la concurrencia de una y otra convocatoria, pero mostraron parcialmente la escasa participación en la de Guaidó y entrevistaron a una mujer que chillaba contra la “dictadura” de Maduro.

A lo largo del día pudimos tener conversaciones informales con miembros del equipo del COSI que había organizado nuestra llegada, incluyendo a Carolus Wimmer, su presidente, y con Carlos Ron, vicepresidente de asuntos exteriores venezolano.

Nos dijeron que aunque puede que la población esté dividida equitativamente a favor y en contra de Maduro, la propia oposición está gravemente dividida y el 86% de la población es contraria a la intervención extranjera.

Al final del día todos los miembros de nuestra delegación, menos dos, habían llegado y celebramos una reunión con nuestros anfitriones en la que repasamos las actividades previstas para la semana y discutimos la posibilidad de celebrar un acto en Caracas.

Ya hemos tenido multitud de propuestas de entrevistas para diversos medios. Cuando regresemos nuestra delegación tiene prevista una conferencia de prensa en la ONU, un informe público y un seminario por internet. La United National Antiwar Coalition dará información pública de estos actos.

Joseph Lombardo
es codirector de la United National Antiwar Coalition
Nota: * El Comité Internacional de Solidaridad Internacional (COSI) es una ONG creada en 1971 en Venezuela por reconocidos activistas internacionales. Desde 1972 es miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de la Paz (World Peace Council) creado tras la Segunda Guerra Mundial con el fin de promover la coexistencia pacífica entre naciones y el desarme nuclear.

Fuente: Live From Venezuela
Traducido por Paco Muñoz de Bustillo


El reportero se ha desorientado o han traducido mal el reporte... Donde dice:

"El oeste de Caracas es donde vive la clase media alta que constituye la base de la oposición al gobierno de Maduro. El este de Caracas es lugar de residencia de la clase trabajadora y la población negra y apoya mayoritariamente a Maduro."

Debería decir:

"El este de Caracas es donde vive la clase media alta que constituye la base de la oposición al gobierno de Maduro. El oeste de Caracas es lugar de residencia de la clase trabajadora y la población negra y apoya mayoritariamente a Maduro."

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Saludos
 
Estado
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