El caniche autoproclamado – expresión prohibida por el Dpto. de Estado- ladró que iría a Miraflores a buscar “mi oficina”. Este llamado también “presidente
de plastilina” de play station, exprés, self service... no tiene vicio fino el pájaro...
pues en el palacio hay varias oficinas vírgenes. Está la de Diógenes Escalante, donde por las noches las camisas vuelan como mariposas enajenadas. Pero mejor le iría la de Pedro Carmona, en la que no hay ni un retrato de Bolívar que lo perturbe día y noche.
EARLE HERRERA