La mayoría de los cubanos que deciden emigrar, el destino que eligen es Estados Unidos, y no por el factor de proximidad que existe entre ambos países, si no por la Ley de Ajuste Cubano (Cuban Adjustment Act) que les concede una serie de beneficio a aquellos cubanos que decidan ingresar a Estados Unidos de manera ilegal.
El 2 de noviembre de 1966 el Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos reunidos en Congreso aprobaron la llamada Ley de Ajuste Cubano, firmada por el presidente Lyndon Baines Jonson, que estableció status especiales y exclusivos para "cualquier extranjero nativo" (de Cuba) "o ciudadano cubano o que haya sido inspeccionado y admitido o puesto bajo palabra en Estados Unidos después del primero de enero de 1959, y que haya estado presente físicamente en Estados Unidos al menos durante un año, puede ser ajustado por el Fiscal General, a su discreción y conforme a las regulaciones que pueda prescribir a la de extranjero admitido legalmente para residir permanentemente...".
De allí que esta ley -general y confusa- con algunas actualizaciones posteriores, sirvió de base al derecho automático a la residencia permanente, después de un año de ingresar ilegalmente en territorio estadounidense, algo que no se concedió jamás a ningún otro país del mundo.
Por otro lado, sí esta Ley ampararía al resto de América Latina y el Caribe, teniendo en cuenta que en Estados Unidos, según el Pew Hispanic Center (Centro Hispano Pew) con sede en Washington, calcula, incluyendo a pagapensiones ilegales, un total de 25 millones de emigrados viviendo en tierras estadounidenses, hoy habría muchos más ciudadanos latinoamericanos y caribeños en Estados Unidos que los nacidos en ese país.
Al respecto, el ex presidente de Cuba, Fidel Castro, en la Facultad de Derecho de Buenos Aires el 26 de mayo del 2003 sostuvo: “hay una ley criminal que nosotros le llamamos la Ley asesina de Ajuste Cubano, aplicable únicamente a un país en el mundo: Cuba. A alguien que no le darían jamás visa, por tal antecedente o por lo que sea, si llega allí en un barco que se roba o un avión que se roba, o por cualquier medio, le conceden piso facto el derecho a residir, e incluso a trabajar al día siguiente”.
“Ahora,- agregó Fidel- si usted es latinoamericano, asiático o de cualquier país que llegue allí ilegalmente y se puede quedar, lo llaman refugiado, lo llaman emigrante. Si es cubano tiene el apellido ya certificado: son exiliados. En Estados Unidos no hay emigrantes cubanos, a pesar de que más de 100.000 todos los años vienen a visitar a sus familiares a Cuba, pero no son emigrados, son exiliados; esa es la palabra acuñada con sus pérfidos métodos de sembrar la confusión y la mentira”.